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El denotado esfuerzo de dirigentes, allegados, funcionarios y los casi 90 golfistas que formaron parte de la edición 32ª del Abierto de la República en el Club de Golf del Cerro, el fin de semana pasado, fue un verdadero termómetro para reflejar la cruda realidad que vive esta institución. Atravesando por una crítica situación económica desde hace varios años, el club de golf más antiguo de Uruguay se enfrenta a uno de los momentos más complicados de su largo y rico historial de más de nueve décadas.
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En este complicado panorama, con una cancha presentada en las mejores condiciones posibles teniendo en cuenta las circunstancias, se jugó el Abierto de la República, que tuvo como ganador de la principal categoría masculina a Pablo Faget, mientras que no hubo competencia en ninguna categoría femenina.
La historia del Club de Golf del Cerro se remonta al año 1913, cuando la planta frigorífica norteamericana Swift se instaló en esa zona de Montevideo. Fue así que los directivos de dicha empresa impulsaron la construcción de una cancha de golf (primero fue de 9 hoyos) cercana a la planta, en una costumbre que repetía la empresa frigorífica en casi todas sus filiales alrededor del mundo.
Desde Chicago, sede del Swift, se importó la estructura del hermoso club house de estilo canadiense, una verdadera joya que aún se mantiene hoy en día como en sus orígenes. Así se fundó el ChiMont Golf Club, en abreviación a los nombres de las ciudades de Chicago y Montevideo.
No hay registros de quién construyó esa cancha original, pero sí hay constancia de que a principios de la década de los 40 el club contrató al diseñador Luther Koontz, el mismo que proyectó más tarde el campo del Cantegril Country Club de Punta del Este, para que rediseñara la cancha llevándola a 18 hoyos. Por entonces el club pasó a denominarse Swift Golf Club, mientras que a mediados de la década de los años 50, al retirarse el frigorífico Swift del Uruguay, la institución recibió el nombre de Club de Golf del Cerro, denominación con la que se le conoce actualmente.
La voz del presidente.
Una vez finalizada la entrega de premios del Abierto de la República, Búsqueda conversó con Nelson Pérez, presidente del Club de Golf del Cerro desde el año 2013.
Luego de cuatro años en el ejercicio del cargo, Pérez muestra los rastros de esta batalla que lo tiene al frente de una de las instituciones de mayor tradición en el deporte de nuestro país. “Casi en el final de nuestra gestión puedo asegurar que el club se encuentra en términos generales equilibrado. Hemos pagado deudas que venían de larga data y hoy los ingresos contra los egresos están muy parecidos. El gran inconveniente que enfrentamos es que no tenemos rubros para las mejoras y mantenimiento de la cancha. Nos vimos obligados a realizar una reestructura en cuanto al personal y hoy en día contamos solamente con un capataz y tres funcionarios, con lo cual es imposible mantener las 60 hectáreas que comprenden el club”, afirmó el dirigente.
“En el 2014 el club recibió una donación de maquinaria especializada por parte del Royal & Ancient Golf Club de Saint Andrews. Son máquinas de primera línea que naturalmente necesitan mantenimiento, además de repuestos que no son fáciles de conseguir, por lo cual ahí tenemos otro serio problema”, añadió.
Pero no todo es negro para el presidente Pérez, quien destacó, por ejemplo, el gran trabajo social que está realizando la Escuela de Golf de Menores del Cerro, Chimont, a cargo desde el 2013 de Nelson Olivera y Ney Escandón. “Es una obra social imponente, que trabaja con 60 chicos del barrio, asistidos por dos profesores y un psicólogo”, aseguró Pérez.
La seguridad en la zona fue otro de los temas abordados por el presidente, quien manifestó en ese sentido que se llegó el año pasado a un acuerdo con la Prefectura Naval instalada en la zona, la cual realiza una vigilancia diaria con recorridas del predio, que se intensifica durante los fines de semana. “Gracias a Dios no hemos tenido ningún episodio que lamentar en los últimos tiempos, lo cual para nosotros es fundamental. Estamos trabajando en una campaña para atraer socios, pero no es una tarea fácil por el tema de la seguridad, del entorno, pero igual seguimos trabajando”.
“Este Abierto de la República que acaba de terminar para nosotros fue muy importante porque pudimos, pese a todo, mantener la tradición de nuestro campeonato insignia. Quisiera destacar el apoyo una vez más del Club de Golf del Uruguay, el cual colaboró con personal especializado en la semana previa al torneo, buscando presentar la cancha en las mejores condiciones. En cuanto a los golfistas, tuvimos representantes de Punta Carretas, La Tahona y Fray Bentos, a los cuales también agradecemos su apoyo”, dijo Pérez.
El Club de Golf del Cerro atraviesa desde hace varios años una situación de crisis que se ha agudizado en los últimos tiempos. Actualmente, solo 70 socios pagan la cuota mensual, muchos de los cuales colaboran de diferentes maneras buscando mantener de pie al club.
El club de golf más antiguo de nuestro país necesita ayuda en forma urgente. La misma no es fácil de canalizar por la complejidad de la situación, pero perfectamente puede llegar desde el ámbito gubernamental o de la propia Asociación Uruguaya de Golf. La gran meta es lograr que el Club de Golf del Cerro continúe siendo un lugar maravilloso para la ciudad de Montevideo.