Aharonovitch dijo que para Israel será importante la actuación uruguaya en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) en el período 2016-2017. Tiene “esperanza” en que las buenas relaciones con su país se reflejen en las votaciones de Uruguay, afirmó.
—¿Qué balance hace del estado de las relaciones entre Uruguay e Israel?
—El balance es muy positivo. Uruguay es un país amigo, hay buenas relaciones. Fui enviado como miembro del gobierno para el cambio de mando. Era muy importante a los ojos del Estado de Israel que alguien del gobierno estuviera presente. Se ve a Uruguay desde Israel como un Estado amigo, con el cual se quieren fortalecer los vínculos. También hay una comunidad judía en Uruguay muy importante, fuerte, que nos apoya y con la que es muy importante mantener el vínculo.
En la ceremonia de cambio de mando pude dialogar con Vázquez. Es un presidente que aprecia al Estado de Israel, que quiere al Estado de Israel, que tuvo palabras muy cálidas. Espero que tanto el presidente, como el vicepresidente y el canciller sigan fortificando el vínculo con Israel.
Hay algo muy importante, y es que el próximo año Uruguay va a ser miembro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
—A lo largo del gobierno de Mujica hubo varios episodios que generaron malestar en la colectividad judía uruguaya. Como por ejemplo, la afirmación del presidente de que Israel estaba cometiendo un genocidio en Gaza. ¿Cuál es la opinión de su gobierno?
—Me encontré personalmente con el presidente Mujica hace cinco años. Quedé impresionado con él porque vive en un chacra y yo también vivo en una granja, en un hábitat rural. No quiero ingresar en el terreno de cuáles son los pensamientos o las medidas de otro Estado. Quisiera, desearía, que las votaciones de Uruguay o de todos los países, tanto en las Naciones Unidas como en otros organismos, sean amigables para el Estado de Israel, pero las evaluaciones son inherentes a cada país. Lo que puedo pedir es que haya un conocimiento más cabal de lo que sucede en nuestro país, de lo que sucede con nosotros.
Quiero referirme a cómo Mujica denominó a lo que pasó en la Franja de Gaza, en la operación Margen Protector, cuando se habló de “genocidio”. Lo que pediría es que haya una profundización, un mayor conocimiento de lo que sucede en la zona. En esa operación no comenzamos, no atacamos a Hamás. Nuestro objetivo era encontrar a los tres adolescentes que habían sido raptados en la zona de Judea y Samaria. Ellos empezaron. Empezaron tirando misiles a toda la zona de las poblaciones que se encuentran en el límite con la Franja. Ningún Estado soberano, incluido el Uruguay, permitirían que le tiren misiles sobre sus ciudades y su población. Si no hubiéramos tenido esa cúpula protectora, miles de misiles hubieran llegado y atacado a ciudades y poblaciones. Esa expresión de genocidio la rechazamos de plano. No tiene nada que ver con lo que hacemos. Abrimos nuestra conducta a todas las evaluaciones internacionales de acuerdo a las leyes internacionales y además, constantemente hacemos una evaluación de cómo fue hecha cualquier acción de acuerdo a lo que decide nuestro Supremo Tribunal de Justicia. ¿Por qué no se investiga lo que hacen del otro lado, lo que hace Hamás? Los túneles que tienen, los misiles que han tirado contra población civil inocente. Hay un kibutz que queda en la Franja de Gaza, del lado israelí, que se llama La Fuente de los Tres. La mayoría de su población es uruguaya. Estuve allí, donde hicieron túneles que podían entrar dentro del kibutz y podrían haber matado a cientos de personas. Me interesa saber qué es lo que haría un Estado libre e independiente si le penetran de esta forma el territorio, adentro de una granja colectiva. ¿Qué haría Uruguay? ¿Qué hubiera hecho Uruguay en ese momento donde hay una cantidad de ciudadanos uruguayos?
—Calificó a Uruguay de un “país amigo” de Israel, ¿esperaba una respuesta distinta del gobierno ante esos acontecimientos?
—El mundo no funciona de acuerdo a mis expectativas. El mundo funciona de acuerdo a intereses. Y Uruguay tiene sus propios intereses, y yo no me introduzco en ellos.
—¿Cree que la respuesta de Uruguay estuvo condicionada por intereses determinados?
—De ninguna manera. No me permito opinar de cuáles son los intereses y actitudes de cada uno de los países. Uruguay actúa de acuerdo a su criterio y su opinión. Quizás mis expectativas podían haber sido diferentes, pero no interesa aquí lo que hubiera deseado o hubiera preferido. Cada país actúa de acuerdo a su criterio. Además creo que los vínculos entre Uruguay e Israel son fuertes, amigables. No quedan perturbados.
—En el Comité Central Israelita se vio con preocupación el acercamiento de los países de la región, entre ellos Uruguay, a Irán. ¿Comparte esa preocupación?
—Sí, estoy de acuerdo con esa posición. Por supuesto que hay distintas posiciones de los países. A raíz de lo que pasó en la operación Margen Protector las posiciones han cambiado. Hubo algunos países que incluso han retirado a los embajadores de Israel. Cada país actúa y acciona de acuerdo a sus intereses. Que no nos guste no quiere decir que cada país no es dueño y señor de actuar como corresponde. Se puede seguir preservando el vínculo amigable a pesar de que a veces hay posiciones contrapuestas, de que hay votaciones que no son a favor. Por ejemplo, ayer en el cambio de mando me encontré con el ministro saliente de Relaciones Exteriores, Luis Almagro. La postura de Almagro fue la misma de Mujica cuando la operación Margen Protector. Obviamente no nos gustó la postura. Pero a pesar de eso sigue habiendo una amistad, un vínculo y eso es lo que hay que preservar.
—¿Conversó con Almagro sobre la posición de la Cancillería uruguaya respecto a esos acontecimientos?
—No era el momento oportuno. Lo que hay que entender es que en América Latina hay países más grandes y países más pequeños. Por lo general los países más pequeños se suman a la postura de los más grandes. Comprendemos que las naciones tienen intereses, y de acuerdo a esos intereses se mueve su política.
—En la colectividad judía uruguaya consideran que Tabaré Vázquez está dando señales de cambio respecto a la relación con Israel. Por ejemplo la designación en un cargo de relevancia en la Cancillería del embajador uruguayo en Israel, Bernardo Greiver. ¿Cree que las relaciones van a mejorar con el nuevo gobierno?
—Ciertamente. El camino es el correcto. El presidente Vázquez estudió en Israel, comprende la realidad israelí, durante los años que él fue gobierno su postura fue amigable. El hecho de traer al embajador Greiver y darle el cargo que se le da, por supuesto que es una señal. El ministro de Relaciones Exteriores entrante tiene una postura amigable... En el correr de los tiempos los hechos dirán.
—Usted destacó que Uruguay va a ocupar un sitio en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. ¿En ese ámbito se podría reflejar la buena relación con el gobierno uruguayo?
—Cien por ciento. Totalmente de acuerdo. Hay esperanza, hay voluntad, pero las cosas se van a desenvolver en el año próximo.
—En los últimos meses hubo dos episodios vinculados a la seguridad de la Embajada israelí. ¿Cuál es la versión de los incidentes que maneja el gobierno de Israel?
—Hubo dos acontecimientos muy serios que no podemos no verlos. Hablé con el ministro del Interior y el director del Ministerio con relación a este tema, y la respuesta que tuve es que los temas están en investigación, que todavía no hay resultados concretos. Tengo la esperanza de que al final logren descubrir qué fue lo que pasó realmente. Los vamos a ayudar todo lo posible.
Por otra parte, está el gobierno de Irán, que recaba información, que tiene la capacidad de hacer todo tipo de acciones en distintas partes del mundo. Ya lo vimos aquí al lado con lo que pasó en Argentina hace veinte años. Hay que estar atentos a que pueda ocurrir algún tipo de acontecimiento en alguna parte del mundo.
—Algunos analistas ven que con estos episodios, Uruguay es otro teatro del enfrentamiento entre Irán e Israel.
—No puedo decir que Uruguay sea un objetivo, no está claro que lo sea. Hay que estar alerta a lo que pueda suceder, porque lo que sí sabemos es que Irán tiene todo tipo de células dispersas que pueden actuar. Nuevamente, hay que estar alerta a lo que pueda suceder.
—¿El gobierno de Israel piensa fortalecer la seguridad en su Embajada en Uruguay y en otros edificios de referencia de la colectividad judía?
—Hay cosas de las cuales no se habla. Hay actividades conjuntas y colaboración entre los países y entre sus servicios de seguridad. El personal encargado de seguridad en las embajadas sabe lo que tiene que hacer, recibe las instrucciones desde Israel. También aquí en el gobierno son sensibles al tema, hacen todas las acciones que tienen que hacer y saben lo que hay que hacer.
—¿Considera que hubo un deterioro en la seguridad de la colectividad judía uruguaya?
—No siento que haya un deterioro en la situación de la comunidad, porque no hay situaciones fuera de la rutina, de lo normal. Todo lo que hay que hacer de manera ordenada entre los países, se hace. Sí hay que tener cuidado, hay que ser más cautos en lo que se hace.
—¿El hecho de que usted haya sido el representante guarda algún tipo de relación con los episodios?
—Fui yo, pero podría haber sido otro ministro. Estuve aquí hace cinco años así que soy conocido y también conozco. El hecho de que esté abocado a temas de seguridad puede ser que tenga algo que ver, pero podría haber sido cualquier otro ministro. No quiere decir que sea una casualidad. Me lo pidió el Ministerio de Relaciones Exteriores, dado el conocimiento que tengo.
—¿Israel tiene una posición sobre la llegada de los ex presos de Guantánamo a Uruguay?
—Son evaluaciones internas del Uruguay junto con Estados Unidos. Como representante del Estado de Israel no estoy involucrado en esto y ni siquiera quiero estar involucrado en este tema.
Información Nacional
2015-03-05T00:00:00
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