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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáOcurrió la semana pasada en Chile.
El nuevo embajador de Israel había sido agendado por la Cancillería para entregar sus cartas credenciales al presidente Gabriel Boric. Junto con otros cinco embajadores. Cuando llega al Palacio Presidencial de La Moneda, al embajador de Israel “diplomáticamente” se le dice por “pedido” del presidente Boric que se vaya, que su presentación de cartas credenciales queda postergada.
Una insolencia. Un desaire diplomático.
Los otros cinco embajadores fueron normalmente recibidos y pudieron entregar sus cartas credenciales como estaba previsto.
Pero el embajador israelí no.
¿Se sacó el gusto el presidente chileno?
¿Cuál fue el “argumento” para no recibir al embajador de Israel?
Que en ese mismo día había fallecido en un enfrentamiento con el ejército israelí un joven palestino de 17 años.
Resultó ser que ese joven palestino era un integrante de la brigada terrorista de los Mártires de El Aksa.
Demás está decir que los terroristas y todos quienes los apoyan no califican a estos asesinos que quieren destruir a Israel como “terroristas” sino como “combatientes” o “militantes”.
¿Qué pasó después?
La comunidad judía chilena protestó, instituciones representativas de comunidades judías del continente protestaron ante el desaire diplomático, obviamente también el Estado de Israel, personalidades chilenas también.
La Cancillería chilena sacó las castañas del fuego, pidió disculpas a Israel (no así el presidente, que ensayó una tímida y nada aclaratoria respuesta posterior) y se reprogramó la presentación de cartas credenciales del nuevo embajador israelí para dentro de unos días.
El grave incidente diplomático quedó aparentemente subsanado.
Las relaciones diplomáticas entre Israel y Chile han sido buenas, datan del año 1949 y deben continuar en beneficio de ambos países.
Lo que en lo personal me llama la atención es que el presidente Boric no tiene ningún problema en tener relaciones diplomáticas con países que niegan derecho a las mujeres, no tiene ningún problema en tener relaciones diplomáticas con países que agreden a homosexuales y/o con países dictatoriales. Pero con Israel, que no será un país perfecto (no lo hay en el mundo) pero es un país democrático...
Se le fue la mano... antiisraelí (no quiero usar otro calificativo) al actual presidente chileno...
Demás está decir, mi especial aprecio y respeto por el pueblo chileno está por encima de cualquier consideración.
Respeto que aprendí también en la querida y gran escuela pública República de Chile, a la que asistí y siempre lo digo con orgullo.
Allí aprendí su hermoso himno que comienza con las palabras “Puro Chile es tu cielo azulado”.
El presidente Boric intentó nublar ese cielo. Ojalá no lo consiga.
Lic. Rafael Winter