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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáLa verdadera liberación y no la hoz y el martillo. Con verdadero estupor las imágenes recorrieron los portales de noticias de todo el mundo. El presidente marxista de Bolivia, el indígena Evo Morales, entre los regalos que entregó al Santo Padre Francisco, en oportunidad de su visita pastoral al país del altiplano, estuvo una supuesta escultura con la hoz y el martillo, símbolo comunista, el que tenía clavado en el martillo un crucifijo.
El rostro del Papa no disimuló para nada y por lo bajo, al verlo, dijo: “esto no está bien”.La desubicación de Morales no pudo ser mayor. A partir de ahora, el secretario del pontífice, seguramente en las visitas papales, coordinará con los gobiernos qué regalos se le habrán de entregar al romano Pontífice, a fin de evitar situaciones como la narrada.
Si bien el Vicario de Cristo en su periplo habló contra las exclusiones y los descartes, en tono bastante genérico, en nuestro criterio no se refirió específicamente a la falta de libertad de prensa y las persecuciones contra los dirigentes de la oposición, en Ecuador y en Bolivia, como lo han denunciado reiteradamente diversas organizaciones y la SIP.
Volviendo al tema del obsequio, y para despejar toda confusión, debemos recordar que mientras que Cristo da su vida en rescate por muchos y enseña a entregarla en forma pacífica, y por ello es única fuente de verdadera liberación, los comunistas a lo largo de la historia, inversamente, han matado a millones de personas, sumiéndolos bajo una dictadura, y si no pregúntenle a José Stalin, el máximo dictador sanguinario y déspota que el marxismo ha tenido entre sus filas.
La teología de la liberación marxista, gracias a Dios, está muerta y sepultada y esperamos que no resucite, por el bien de la Iglesia y de la Humanidad. Gestos como el comentado, lamentablemente, nos la volvieron a evocar.
Por eso lo del título: la verdadera liberación que nos trajo Jesucristo no es la del odio de la hoz y el martillo. El “hombre nuevo” no surge de una ideología materialista y atea sino de la configuración con el primero de los hombres nuevos.
Dr. Carlos Álvarez Cozzi
CI 1.595.891-7