La cena de Nochebuena había sido copiosa y bien regada.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáDel Quincho de Varela habían mandado lechón, cordero y achuras varias, y todo había sido acompañado por una damajuana de vino casero hecho con una chinche, obsequio del vecino al que el Pepe le había ayudado a recolocar la chapa que se le había volado del galpón el día del tornado, cuando se lastimó la nariz en la heroica gestión solidaria.
—Mi viá shentá a mirá un rato la tele porque, shi me viá dormí con la zapán enyenada como la tengo, capá que reviento en la mitá del shuenio, ¿shabé? —le dijo el Pepe a Lucía, que estaba en la cocina lavando los platos.
—Por mí hacé lo que quieras pero, si seguís chupando así, vas a reventar antes de irte a la catrera —le contestó ella, sin sacar los ojos de los platos pegoteados, a los que no había cómo arrancarles la grasa de los chinchulines y de los chotos.
—¡Jatejodé vo también! —replicó el Pepe con su habitual tono afectuoso—, ¡viasher lo que she me cante, te gute o no te gute, vieja botona! —agregó con delicado acento, sirviéndose otro vaso de tinto directamente de la damajuana de cinco litros que ya estaba por debajo de la mitad de su contenido.
Y prendió la tele, que demoró un ratito en calentar las lámparas y mostrar la imagen llena de sombras y de fantasmas, ya que se trata de un modelo Motorola 1982, de 14 pulgadas, comprado en la feria de Piedras Blancas algunos años después, en el puesto de Braulio Elrecep Tador, un viejo conocido de los años compartidos en la zona de Libertad, precisamente cuando estaban ambos privados de esta, aunque por diferentes razones.
Como el aparato no tiene control remoto, tuvo que levantarse a girar la perilla varias veces para cambiar de canal tratar de encontrar algo que no fuera un show navideño lleno de nieve, luces de colores y cantantes insoportables que entonaban Noche de paz en 17 idiomas distintos o tandas interminables que promovían descuentos del 18,03%, a los que se sumaban planes de financiación en 34 meses sin intereses para comprar planchas, soleras, motocicletas, musculosas o bombachas estampadas. Por fin dio con un informativo de cierre, en el que se reportaban los más recientes sucesos acaecidos en las últimas horas. Se sirvió otro vaso más de vino y se desplomó en el sillón desvencijado, acomodando el trasero entre los resortes que hacían fuerza por salir a la superficie cada vez con más posibilidades de éxito.
“Lo más notorio en las recientes horas transcurridas ha sido la llegada de relevantes personalidades que vienen a nuestras playas en procura de descanso y posiblemente también de realizar importantes inversiones en nuestro país”, arrancó diciendo el informativista. “Se trata de algunos multimillonarios que llegan estimulados por el ambiente VIP de Punta del Este, entre los cuales se destaca el inversor inmobiliario Donald Trump, quien se estima vendría dispuesto a invertir fuerte en el Uruguay”, continuó.
“Mirá vo”, se dijo el Pepe para sus adentros, ya que no tenía interlocutor (ni interlocutora) a mano, “el Donal Trán viene pacá, con la mosca que tiene el pinta ese, papá, hay que ver cómo le colocamo alguno de lojclavo que tenemo en oferta, pa que puédamo al meno shacarnoshuno denshima…”, y se sirvió otro vasito de vino.
Y el informativista le dio respuesta antes de que él pudiera imaginarlo.
“De fuentes muy bien informadas, se ha podido saber que Donald Trump le comprará las empresas Los Cipreses, Buquebus y BQB a Juan Carlos López Mena, tras haber adquirido la semana pasada el paquete accionario de Cosmo Airlines en España”.
“¡Mirá vo!”, se dijo por lo bajo el Pepe. “¡Ni que she lo hubiéramo pedido a Papá Noel!”, y se sirvió otro vaso, este para festejar por la buena noticia.
“Donald Trump ya le ofreció a Fernando Calloia la Gerencia General de la nueva empresa, que se formará con todas las que le comprará a López Mena, con lo que el discutido jerarca del BROU dejaría su cargo en fecha próxima”, dijo el informativista, quien prosiguió con otras noticias igualmente auspiciosas. “Por su parte el ministro Fernando Lorenzo asumirá la presidencia de Cosmo Airlines en España, lugar al que viajó esta misma noche, en previsión de que se dictara una sentencia condenatoria en su contra a pesar de la feria judicial. El exjerarca renunció a su cargo en el Ministerio de Economía a través de una carta que le envió al presidente Mujica en las últimas horas, pero no ha sido posible confirmar este dato, ya que el teléfono de la chacra presidencial se encuentra momentáneamente fuera de servicio, según indica una grabación que salta cuando se llama al teléfono de línea, a lo que se agrega que el primer mandatario tiene apagado su celular”, indicó el periodista.
“¿Tendré apagaos los dos teléfono?”, se preguntó el Pepe, mirando hacia el aparato de línea, que estaba notoriamente descolgado, y buscando su celular en los bolsillos del piyama a rayas que tenía puesto, sin encontrarlo en ninguno de ellos. “Bueno, que she joda shi no me encontró, y que tenga buen viaje, ejte loquito, cuanti ma lejo, mejó”, razonó para su fuero íntimo, fuertemente invadido por el vino suelto de uva chinche obsequiado por su vecino.
Pero las buenas noticias no paraban de fluir, al igual que el vinacho.
“Entre los multimillonarios que llegaron en las últimas horas al Uruguay se encuentra también el argentino Eduardo Costantini, quien como se recuerda había comprometido la financiación del puente sobre la laguna Garzón”, prosiguió el informativista, agregando otra buena nueva: “Al descender de su jet privado en el Aeropuerto de Laguna del Sauce, Constantini dijo a los periodistas que lo rodeaban que acababa de comprar una draga holandesa, la que donará al Estado uruguayo, para que pueda profundizar el canal Martín García con total prescindencia de la participación argentina. Esto determina que, en pocos meses, se retomará la navegación por dicho canal, destrabándose así el problema que tanto ha afectado al Uruguay en los últimos años”.
—¡Bo, Lushía, vení a verejto, bo! —gritó el Pepe desde su desvencijado sillón—. ¡El Donal Trán le compró toda lashempresha a Lope Mena, y el Costantini noj regaló una draga pa dragá el canal Martín Garshía! ¡Tamo shalvado, Calloia dejó el banco, Lorenzo el minijterio, el dojmiltreshe vasher un gran anio, vasher! —aulló con entusiasmo el Pepe.
—Venite a la cama a dormir, si te podés levantar, o si no dormite ahí, pero no divagues más, te tomaste casi toda la damajuana vos solo, mañana vas a estar con una resaca que no te banca ni Cánepa —le aconsejó su esposa desde el dormitorio.