Ayer miércoles, esta empresa, ubicada en el tercer piso del PTI del Cerro y donde trabajan 28 operarios, sumó una nueva intimación, esta vez hecha por el Banco de Seguros del Estado. Desde junio de 2013 está intimada también por la Inspección General de Trabajo y Seguridad Social (Igtss) del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS).
Primera intimación.
La tarea de los estampadores de lana peinada consiste básicamente en el control de una máquina especializada en el estampado de la lana. Sin embargo, en Nogalina SA los trabajadores que figuran en dicha categoría realizan un proceso diferente.
Adriana Pérez, una de las trabajadoras sindicalizadas y que se dedica a esta tarea, explicó a Búsqueda su labor. “La lana viene en madejas de lana cruda que debemos poner en una olla con agua hirviendo a 100º aproximadamente. Allí se le echa la tinta y el ácido —mezcla de acético y fórmico— y ahí se tiñe. Luego se levanta la lana, se gira y se tira en otro baño y así se repite en tres baños más”, relató.
Para poder hacerlo se requiere material especializado para manipular los químicos, una silla y una mesa para poder trabajar. Pese a ello, un relevamiento hecho por la Igtss mostró que la empresa no cumplía con estos requisitos.
Tras recorrer las instalaciones de Nogalina SA el 28 de junio de 2013, como consecuencia de una denuncia hecha por los trabajadores sindicalizados de la empresa, los inspectores del MTSS notificaron 12 incumplimientos de la empresa.
“El sector de batería de ollas utilizadas para el teñido de lana, para lo cual se utiliza ácido fórmico y ácido acético, no cuenta con extracción localizada”; hay una “caída de agua desde cañería existente en el techo del sector de teñidos”; “falta asiento con respaldo lumbar para puesto de trabajo estampadores de lana peinada”; “faltan casilleros individuales en vestuario del sector”; “se carece de baranda lateral en salida de escalera y acceso a ese sector”, según dice el acta a la que accedió Búsqueda.
“Falta iluminación en área de depósito de envases vacíos de productos químicos”; “ausencia de extintor de fuego en dicha área”; “extintores de fuego en distintos sectores de planta con carga vencida”; “se constata la utilización de guantes de goma domésticos en la tarea de teñido, en la cual se manipulan productos químicos y aguas a altas temperaturas (100º aproximadamente)”, continúa.
La lista de irregularidades concluye indicando que no cuenta con “constancia de habilitación de la Dirección Nacional de Bomberos”, ni “evaluación de riesgos y plan de prevención” y que no se conformó un ámbito bipartito con el sindicato.
A partir de allí se intimó a la empresa a cumplir en 24 horas con la colocación de la baranda lateral en la salida de la escalera y entregar el material apropiado para los trabajadores (guantes, mascarillas y lentillas, entre otros). En un plazo de cinco días tendría que estar resuelta la falta de iluminación en el depósito de envases, la ausencia de extintor en esa área y el recambio de los extintores vencidos. Y se le otorgó un plazo de 20 días para corregir la falta de extracción localizada en el sector de batería de ollas, la caída de agua desde la cañería del techo del sector teñidos, la falta de asiento con respaldo para los estampadores y la falta de casilleros individuales en los vestuarios.
El control.
Los inspectores volvieron el 2 de agosto de 2013 para corroborar si la empresa había solucionado las observaciones; sin embargo, cinco de las 12 irregularidades no habían sido resueltas, según consta en el acta.
Pasado un mes desde la intimación, Nogalina SA tenía “pendiente de cumplimiento” la colocación de extracción localizada en el sector de ollas, la instalación de casilleros individuales en vestuarios, la entrega del equipamiento de seguridad, la presentación de una evaluación de riesgos y plan de prevención y la conformación de un ámbito bipartito.
Por su parte, en el acta se indica que la caída de agua desde la cañería en el techo del sector teñidos, la falta de asiento con respaldo para los estampadores, la baranda lateral en salida de escalera, la falta de iluminación en el depósito de envases, la ausencia de extintor de fuego en dicha área, los extintores vencidos, y la falta de habilitación de la Dirección Nacional de Bomberos fueron resueltas por la empresa.
Pese a esto, Pérez denunció que en su labor como trabajadora estampadora “si bien las sillas las trajeron, las mesas no llegaron”.
“Nos sentamos en almohadones, así atamos la lana y no tenemos en qué apoyarlas porque nos faltan las mesas”, ilustró.
Accidente.
Claudio Pérez es otro de los trabajadores integrantes del sindicato que ha denunciado las condiciones de trabajo en Nogalina SA. El 2 de diciembre de 2013, mientras pasaba ácido fórmico desde un bidón de 36 litros a uno más chico, se quemó.
“Tenía puestos unos guantes domésticos que no son los adecuados para el ácido y el calor, no tenía las lentillas ni mascarilla porque solo hay una para tres trabajadores”, recordó.
Luego de reintegrarse, el 10 de diciembre de 2013 sufrió otro accidente quemándose con agua hirviendo mientras utilizaba una manguera para llenar los latones donde se tiñe la lana. “Cerraron el agua desde abajo, subió la presión arriba y con el agua saliendo a casi 100º grados me quemó todo el antebrazo. Lo peor fue que no había botiquín de primeros auxilios y solo me pude poner hielo en el momento”, indicó.
El trabajador, a través del Congreso Obrero Textil, hizo la denuncia ante el Banco de Seguros del Estado (BSE), la cual fue retomada por la Igtss y culminó con una tercera visita de los inspectores a la planta de Nogalina SA.
En dicha recorrida, hecha el 19 de diciembre de 2013, “se constata que siguen pendientes de cumplimiento” las observaciones de la inspección anterior y “se solicita información a la empresa sobre accidente laboral”, según consta en el acta.
Consultadas por Búsqueda, fuentes de la Igtss indicaron que “existen actuaciones varias” sobre esta empresa y que “se vienen llevando adelante actualmente”.
Otra intimación.
Durante este año la empresa continuó recibiendo inspecciones de diferentes organismos. Ayer miércoles por la mañana, acompañados del encargado de planta de la empresa, dos funcionarios del BSE recorrieron las instalaciones de Nogalina SA.
Mientras inspeccionaban el lugar iban tomando nota a mano de las observaciones que luego quedarían reflejadas en la intimación de 12 puntos entregada a las autoridades de la empresa, a la cual tuvo acceso Búsqueda.
Entre las observaciones hechas se incluyen: “señalizar zona de exclusión de depósito frente a mangueras y extintores”, “colocar cableado vía aérea (construir tableros portátiles sobre estructura de modo que no queden en el piso)”, “presentar habilitación de calderas”, “conectar el sistema de extracción de las ollas al sistema de encendido de las mismas de modo tal que las extracciones se enciendan automáticamente al comienzo del proceso”, “colocar protección de transmisiones en devanadora y ovilladora (una colocada incompleta y una existente sin colocar)” y “colocar extracción similar al de olla en trasvase de productos químicos”, entre otras.
Al finalizar el acta los técnicos del BSE le otorgaron “un plazo de 30 días para la regularización total de las observaciones afectadas”.
Sueldos en negro.
Nogalina SA también deberá afrontar una denuncia hecha por el sindicato de trabajadores de la empresa ante el Banco de Previsión Social (BPS) por incumplimientos en los aportes salariales.
El viernes 14 los trabajadores presentaron la denuncia, en la que se afirma que hasta 2012 “la empresa hizo subdeclaración pagando parte del sueldo en negro”, por lo que reclaman “el pago de aportes desde la afiliación hasta 2012”.
En este sentido, el presidente del BPS, Ernesto Murro, indicó a Búsqueda que “toda denuncia ingresada de forma fundada, sea quien sea el que lo haga, se ejecuta” y que “el BPS ya ha actuado en el PTI”.
“Aguas tóxicas”.
“Caños donde evacúan miles de litros de aguas con desechos tóxicos, ácidos y diversos elementos químicos que llegan hasta la planta baja, aparte de estas aguas tóxicas que atentan contra la salud de los empleados, existen escombros de maderas podridas, hierros herrumbrados y a escasos metros están ubicadas tres empresas que producen alimentos”.
Así narró el edil del Partido Nacional, Enrique Arezo, su visita al edificio “Azul” del PTI, donde se ubica Nogalina SA. La visita de Arezo se concretó el martes 25.
El PTI es una iniciativa de la Intendencia de Montevideo (IM), que recuperó las instalaciones del Establecimiento Frigorífico del Cerro. Un estudio realizado por la comuna en 1995 fundamentó que el edificio y su ubicación eran adecuados para instalar el emprendimiento del parque tecnológico municipal, que busca fomentar el desarrollo industrial de pequeñas y medianas empresas, y promover la diversificación y creación de sectores industriales.
Una Comisión Administradora del PTI, presidida por un representante de la IM, recibe proyectos de empresas que se postulan y decide a cuál darle espacio en función de sus propias normas. La IM gasta un millón de pesos mensuales para mantener en funcionamiento el PTI y paga salarios de funcionarios municipales, entre ellos el presidente de la Comisión, Guillermo Gonsalves. A su vez, las empresas seleccionadas se hacen cargo de los gastos comunes (seguridad, limpieza, luz, etc.), lo cual la IM estima que cubre sus propios gastos.
El 19 de julio de 2007 ocurrió un incendio en la zona de galpones. Poco menos de un año después, el 29 de mayo de 2008, se generó otro incendio en el edificio “Azul”, que generó en su momento el pedido de clausura de los ediles de la oposición pero no se concretó.
En la actualidad, las condiciones del edificio siguen siendo motivo de preocupación. Tras su recorrida, el edil Arezo —que respalda la precandidatura presidencial del diputado Luis Lacalle Pou— le envió a la intendenta de Montevideo, Ana Olivera, una moción para que la jefa municipal “ordene una inspección edilicia del PTI”, la “inspección a las empresas ubicadas dentro del predio”, “solicitar al Ministerio de Salud Pública que realice las inspecciones correspondientes para evaluar el daño que puedan sufrir las personas que a diario concurren a dicho establecimiento” y pedir “a los organismos de recaudación que realicen las inspecciones correspondientes (BPS, DGI y BSE) para obtener la información exacta acerca de la situación de las distintas empresas y el estado de sus empleados”.
Asimismo, en un documento elaborado el martes 25 el edil Arezo hizo referencia “a la empresa que evacúa los desechos tóxicos a través del caño”, que “es la empresa Nogalina SA, que ya ha tenido diversas observaciones ante negligencias ambientales”.
En diálogo con Búsqueda, el orientador de la lista 4004 ejemplificó que “no puede ser que los extintores tengan cuatro años de antigüedad y mucho menos que la IM permita que se instale en un predio suyo una empresa con este tipo de irregularidades”.
“Eso no puede estar habilitado. Hay contaminación para los empleados y para las empresas alrededor”, agregó el edil.
Priorizar el trabajo.
Gonsalves, que preside la Comisión Administradora del PTI en nombre de la IM, indicó a Búsqueda que “desde el año pasado se viene trabajando” el caso de Nogalina SA y que “la intención es preservar las fuentes de trabajo ante todo”.
El jueves 13 se reunieron los representantes de la comisión con Antonio González, representante de la empresa, donde se acordó, según Gonsalves, que Nogalina SA “irá levantando las diferentes observaciones mientras se busca una solución de fondo”.
Las empresas que están en el PTI tienen el beneficio del predio concedido por la IM y acceden a facilidades fiscales a partir de la aprobación de la ley de parques industriales.
Información Nacional
2014-02-27T00:00:00
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