Después de años de confrontación y de una especie de guerra que hasta llegó a dividir a los jugadores profesionales, el PGA Tour y los fondos saudíes que sostienen el circuito LIV llegaron a un acuerdo. La noticia se conoció el miércoles 7 a través de un breve comunicado que sacudió al mundo del golf.
El texto —firmado por el comisionado del circuito estadounidense, Jay Monahan, y por el presidente del Public Investment de Arabia Saudí (PIF), Al-Rumayyan— anunciaba la creación de una nueva institución para consolidar “la combinación de los negocios y derechos comerciales de los tres circuitos profesionales del mundo”. A los dos circuitos citados se suma el europeo DP World Tour. Con la firma del acuerdo quedaron suspendidos los juicios entre el PGA y el LIV.
“Después de dos años de interrupciones y discusiones, este es un día histórico para el golf. Esta nueva asociación reconoce la fuerza inconmensurable, la historia, el legado y el modelo competitivo del PGA Tour, así como el aporte del DP World Tour (Tour Europeo) y el LIV Golf”, manifestó en conferencia de prensa Monahan.
Entre la escasa información proporcionada, se anunció que los fondos de inversión de Arabia Saudí se comprometen a realizar una fuerte inversión de capital para ayudar al crecimiento de la nueva entidad que comenzará a funcionar en 2024. El circuito estadounidense conservará la supervisión administrativa de los campeonatos, mientras que Al - Rumayyan será el presidente de la institución y Monahan, el director ejecutivo.
Las controversias no demoraron en llegar. En los días siguientes se informó sobre reuniones de Monahan con algunos jugadores que en su momento recibieron multimillonarias propuestas para sumarse al LIV, a lo cual se negaron, y dicen ahora sentirse “traicionados y manipulados”.
El norirlandés Rory McIlroy, cara visible del PGA Tour en este enfrentamiento con el LIV, fue contundente en una conferencia de prensa previa al comienzo del Abierto de Canadá. “Me siento como un cordero sacrificado”, dijo McIlroy. Si bien reconoció como algo positivo que se ponga fin a los litigios, señaló que hay “mucha ambigüedad” en el acuerdo y detalles sin resolver.
McIlroy junto con Tiger Woods fue demandado por su colega Patrick Reed como conspirador del sistema antimonopolio del PGA Tour, con el objetivo de destruir al circuito saudí. “Odio al LIV y espero que desaparezca, evidentemente el dinero manda. Lo que he buscado en todo este tiempo fue proteger el futuro del PGA Tour, proteger su naturaleza y todo lo que representa”, dijo el norirlandés.
Para McIlroy el acuerdo firmado traerá consecuencias. Opinó que los jugadores que abandonaron en su momento el PGA Tour “dañaron irreparablemente” el circuito y que además iniciaron juicios en su contra. El golfista sostiene que no se pude hacer de cuenta que nada ocurrió.
“Le dije al comisionado Monahan que había guiado este tiempo a todos contra el LIV… ‘y ahora te asocias con ellos’. ¿Cómo no entender a los aficionados? Es totalmente hipócrita”, finalizó.
En medio de este contexto de crispación, empezó la disputa esta semana del US Open, el tercer Major de la temporada.
Palabra autorizada
El argentino Francisco Aleman, reconocido periodista de golf que trabaja actualmente en Golf Channel, considera que si bien todavía falta mucha información, ya sobresale una conclusión. “Lo que sí está claro es que la nueva asociación tiene fines de lucro, a diferencia del PGA Tour, por lo cual estamos hablando de un gran cambio”, dijo consultado por Búsqueda.
Según expresó, la decisión adoptada genera diferencias en la interna del PGA Tour. Su comisión directiva, explicó, está conformada por Monahan, cinco miembros en representación de los jugadores y cuatro asesores en materia económica y legal. “Al parecer, el acuerdo lo manejó Monahan junto con dos directivos más, por lo cual no habría mayorías. Actuó de espaldas del resto de la directiva”, analizó.
Para Aleman, “el dinero es la única explicación de este circuito”. El periodista recordó que en el LIV Golf los jugadores no juegan por la plata, ya que no existe el corte clasificatorio. “Todos reciben su cheque sin importar la posición en el torneo. Solamente los fondos árabes pueden destinar US$ 1.000 millones para crear un circuito profesional de golf”, dijo.
Según su visión, el acuerdo difícilmente implique cambios para la temporada 2023-2024. “Dicen que la nueva institución comenzará a funcionar el año próximo pero el PGA Tour anuncia esta semana en el US Open su calendario de campeonatos y nada se ve de la nueva organización. También habrá que observar cuando falle el Departamento de Justicia, donde varios abogados especializados ya han adelantado que se van a oponer a cualquier tipo de monopolio en el golf”, señaló.
Aleman consideró que el arreglo, sellado “entre gallos y medianoche”, ya se enfrenta a “grandes dificultades” antes de comenzar a funcionar. “Se sabía en el ambiente que estaban manteniendo conversaciones pero todo fue muy rápido, va a correr bastante agua bajo el puente”, aseguró.
El hecho de que las competencias del LIV no otorguen puntos para el ranking mundial, según Aleman, influyó en que las organizaciones llegaran a un rápido acuerdo. “Varios jugadores estaban perdiendo posiciones en el escalafón y varios ya no podrían jugar los Majors en la próxima temporada, de ahí el apuro”, dijo.
El periodista argentino apuntó que su compatriota Emiliano Grillo es otro de los golfistas a los que el acuerdo les cayó mal. En su opinión tienen motivos para estar molestos. En ese sentido, mencionó el caso de Hideki Matsuyama, que le dijo que no a US$ 150 millones. “¿Estará conforme?”, pregunta Aleman.
Ante las abultadas ofertas económicas del circuito saudí, en el último tiempo el PGA Tour fue incrementando las bolsas de premios hasta niveles insostenibles. “Se habían disparado a las nubes, una verdadera locura. Es algo que no se podía sostener. Por ejemplo, Honda, un sponsor del PGA Tour por más de 40 años, retiró el auspicio. Ya no se juega más el Honda Classic”, señaló.
Así como el ranking era un incentivo para el circuito saudí para llegar a un acuerdo, la suspensión de los juicios era una noticia alentadora para el circuito norteamericano. “Los juicios le estaban costando mucho dinero al PGA. En cambio, a los saudíes no les mueve la aguja. Como ve, volvemos siempre al tema dinero”, insistió.
Los atentados del 9 de setiembre de 2001 son un punto muy sensible para la sociedad norteamericana, lo que también afecta a la fusión. Familiares de personas fallecidas en esos atentados ya se han manifestado contra Monahan y el PGA Tour.
“En definitiva, nada es tan sencillo como lo quieren mostrar. Hay varios temas por demás importantes que van a llevar tiempo que se resuelvan”, finalizó Aleman.