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    En menos de dos décadas, los remates virtuales de ganado sumaron negocios por U$S 2.200 millones, indica estudio del Inia

    Desde el primer remate ganadero por pantalla, realizado hace 17 años, hasta diciembre de 2015, en Uruguay se transaron 5,4 millones de reses por un valor monetario de U$S 2.200 millones en algo más de 400 jornadas de comercialización electrónica, según un estudio del impacto económico de las ventas virtuales de ganado que elaboró el investigador principal del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Bruno Lanfranco, y al que accedió Campo.

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    Ese técnico del área de economía agraria y aplicada presentó dicho trabajo ayer miércoles 20 en el marco de la 17ª Conferencia Mundial Hereford, que se realiza desde el lunes 18 hasta el lunes 25 en territorio uruguayo y que congrega un muy importante número de referentes del mundo de la carne a escala global.

    Los vacunos son comercializados de acuerdo con el destino para el que se pretende utilizarlos. Las transacciones finales o a faena son las que ocurren cuando el productor vende su hacienda a los frigoríficos. Las intermedias son las que se dan entre productores. La exportación en pie refiere a transacciones en las que el ganadero coloca sus animales vivos en mercados externos, explicó Lanfranco.

    Hay distintos canales de comercialización para los tres tipos de transacción de ganado registrados en el mercado local. Dijo que en términos históricos, en los últimos 15 años poco más de la mitad del total de transacciones de ganado vacuno concretadas en el mercado de haciendas corresponde a las intermedias (52%). Esta suma incluye transacciones directas de productor a productor (30%), a través de mercados organizados (20%) incluyendo ferias tradicionales y pantallas, y venta a través de consignatarios (2%), detalló.

    Según el informe, casi la otra mitad, algo menos, corresponde a transacciones finales o a faena (46%), e históricamente, la mitad de las ventas a faena son transacciones directas de productor a frigorífico o matadero (23%). Casi la otra mitad fluye a través de consignatarios (22%), en tanto que la venta a través de remates y ferias (1%) representa un volumen “muy bajo”, consideró.

    Indicó que la exportación en pie (2%) no ha representado un volumen de “gran significación” sino “en momentos muy puntuales”.

    En lo que va del siglo XXI, la faena promedio anual de vacunos en establecimientos habilitados se ubica en 2,16 millones de cabezas considerando todas las categorías, mientras que, en tanto, el de las transacciones intermedias alcanza un total de 2,53 millones de cabezas, señaló.

    Desarrollo máximo

    Al analizar la importancia de las ventas virtuales de haciendas, el investigador del INIA valoró que “el desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación revolucionaron las formas de comercialización de bienes” y que “el sector agropecuario y específicamente el mercado de haciendas no fueron ajenos a estos cambios”. Los “avances de la computación y las redes informáticas permitieron la eclosión de los mercados electrónicos, plataformas en línea para poner en contacto a compradores y vendedores”, añadió. Destacó que ese es “un concepto utilizado desde la aparición del telégrafo” y que “alcanzó su desarrollo máximo en la era de la digitalización”.

    Para Lanfranco, “la ventaja más importante” de esta modalidad de negocios está en “la concentración de los volúmenes de transacción, favoreciendo la liquidez del mercado, y en el acortamiento de las distancias y la reducción de los tiempos”.

    Los remates por pantalla significaron un “nuevo paso adelante” en los procesos de comercialización, con la transmisión de imágenes de video por circuito cerrado, televisión abierta o por cable, vía satélite o a través de Internet, explicó.

    Al repasar la evolución histórica de esa forma de comercio de vacunos, el técnico recordó que el uso de imágenes filmadas en los mercados de haciendas ya tiene medio siglo de existencia. En Estados Unidos, la Northern Livestock Video Auctions(NLVA), localizada en Billings, Montana, comenzó a utilizar esta tecnología en los remates de haciendas hacia mitad de la década de los setenta, contó. Agregó que años más tarde, en 1987, la Superior Livestock Auction (SLA) empezó a transmitir los remates por video vía satélite hacia todo el territorio estadounidense. Actualmente, la SLA es la empresa líder en remates ganaderos por pantalla a través de televisión por cable e Internet, con más de 2 millones de cabezas anuales, puntualizó.

    Otros antecedentes del estudio indican que en 1999 la firma DVAuction comenzó a brindar servicios de comercialización de haciendas por Internet. Establecida en 1939 en Hanford, California, la Overland Stockyards es líder en remates de ganado lechero en EEUU. El primer remate por pantalla de ganado de la raza Holando se realizó recién en 2010, comentó.

    Consideró “interesante constatar que en la utilización de estas herramientas, Uruguay no le fue en zaga”. “Aunque el despegue definitivo se dio en los primeros años ya de este siglo, muchas de estas ideas fueron concebidas ya a finales del anterior”, dijo.

    Indicó que la creación de ruedas de comercio electrónico de haciendas vía Internet fue una idea que comenzó a rondar hacia 1998. “Pero quiso el destino o más bien el esfuerzo de visionarios, el que la raza Hereford fuera la pionera en el uso de los remates por pantalla en Uruguay”, resaltó Lanfranco.

    En su presentación, realizada en el predio de la Asociación Rural en el Prado de Montevideo, ese investigador relató que en abril de 1999 se realizó la primera Ganadera Hereford en la Central Kiyú, con un remate de algo más de 12.300 cabezas, y que ese mismo año, en noviembre, se desarrolló en Durazno la segunda Ganadera Hereford con la venta de cerca de 3.000 cabezas. Entre 2000 y 2001 se celebraron tres nuevas ganaderas Hereford, además de varias denominadas “pantallas”, señaló. A lo que agregó que además se realizaron tres remates regionales (Artigas, Minas y Young); estas incluyeron las primeras Pantalla Holando y Pantalla Corriedale.

    Oportuna y desafiante

    En abril de 2001 la epidemia de fiebre aftosa paralizó al país y en ese contexto de restricciones al movimiento de ganado, los remates por pantalla aparecieron como “una alternativa oportuna y desafiante”, destacó. Recordó que en junio de ese año se llevó a cabo el primer remate Plaza Rural y en setiembre se lanzó la primera Pantalla Uruguay.

    En marzo de 2005 abrió sus puertas el tercer gran consorcio de remates por pantalla con el primer remate de Lote 21, continuó. Desde entonces, Uruguay cuenta con un promedio de tres remates mensuales por pantalla, uno por cada consorcio, con la excepción de enero, en que se realiza uno como máximo, informó.

    Como canal de comercialización, según el técnico, “la relevancia de los mercados por pantalla en Uruguay se concentra en el mercado de reposición (transacciones intermedias), siendo muy baja su participación en el segmento de ganado para faena”.

    Respecto al total de cabezas vacunas transadas en el mercado de haciendas (faena y reposición), los mercados por pantalla representan, en promedio, casi un 9%, apuntó. Y dijo que considerando solamente las transacciones intermedias, su peso promedio, en términos de cabezas, se ubica en algo menos del 20%.