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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáDesde hace ya mucho tiempo he descreído lo que señalan las estadísticas, quizás por aquel chascarrillo juvenil de que el mayor criminal de la historia ha sido Caín, porque él solo había eliminado a la cuarta parte de la humanidad.
Por eso, quizás, no he creído el argumento gubernamental de que “estadísticamente”, gracias a su gestión, ha disminuido la pobreza en nuestro país, máxime cuando día a día veo que aumenta la cantidad de personas de todas las edades revolviendo los contenedores de basura en procura de alimentos o materiales para reciclar, o “en situación de calle”. Y lo que puede haber sido simplemente una sensación subjetiva se transformó en realidad cuando me enteré que en la apreciación del índice de pobreza no se tiene en cuenta la cantidad de necesidades insatisfechas, ni la pobreza educacional e intelectual de los encuestados.
De igual manera resulta ser mi descreimiento de otro informe gubernamental donde se señala que “estadísticamente” se ha comprobado un descenso de la desocupación. En efecto, se ha informado que el índice respectivo se basa en la cantidad de gente que busca empleo. Pero se deja fuera de esa encuesta a los “ni-ni”, que no tienen ni buscan una oportunidad de trabajar, o aquellos que están subvencionados graciosamente por no hacer nada, junto a los que vegetan en interminables “seguros por desempleo”.
Otro dato “estadístico” es el referido a las repeticiones en las distintas etapas de la educación. Resulta que según declaraciones de una directora de Secundaria, estaría operando una suerte de política comprensiva que habría decretado contemplar la suerte de los alumnos evitando, precisamente, que no pasaran de grado.
¿Y el costo “estadístico” oficial del costo de vida, siempre por debajo de la apreciación real que sufren las distintas capas sociales? ¡Cómo será la cosa que en la prensa del sábado 7 se anuncia un seminario-taller sobre “cómo gestionar las palabras para mejorar los números”!
A esta altura me pregunto si hay alguien que cree en los datos “estadísticos” con que nos quieren engatusar.
Hugo Ferrari
CI 1.897.393-8