• Cotizaciones
    miércoles 05 de febrero de 2025

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
    $ Al año*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
    $ por 3 meses*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
    stopper description + stopper description

    Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

    Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

    Suscribite a Búsqueda
    DESDE

    UYU

    299

    /mes*

    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

    Facultad de Veterinaria discute crear un Comité de Ética tras “irregularidades” en el Instituto de Investigación Agropecuaria

    El ministro de Ganadería dio un plazo de 30 días al INIA para corregir las observaciones de la Auditoría Interna de la Nación sobre el manejo de dinero, proyectos y contratos

    El tema entró a consideración del Consejo de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de la República (Udelar) en su última sesión del año, el 19 de diciembre. A iniciativa del orden de egresados (Autoconvocados) y de otros consejeros se planteó la necesidad de crear una Comisión de Ética ad hoc para tratar los “ineludibles acontecimientos” registrados en el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), contenidos en un reciente dictamen de la Auditoría Interna de la Nación (AIN), tras una investigación solicitada por el ministro de Ganadería, Enzo Benech. 

    , regenerado3

    Los consejeros advirtieron al decano José Piaggio y a sus pares que las “irregularidades” observadas por la Auditoría en el INIA “ponen en juego el prestigio e imagen de la institución” y de “todos” los veterinarios. En una nota a la que accedió Búsqueda, solicitaron la creación de un Comité de Ética “permanente”, integrado por un delegado de cada orden con representación en el Consejo, como tienen otras profesiones universitarias y facultades del país.

    El planteo de crear una comisión ética específica sobre el caso del INIA finalmente no prosperó, aunque hubo voluntad entre los consejeros de continuar el debate en febrero para crear un Comité de Ética permanente, con independencia de cualquier hecho puntual, precisó el decano Piaggio.

    Las tensiones entre el docente veterinario grado cinco José Luis Repetto, presidente del INIA, designado en el cargo por el Poder Ejecutivo en 2017, y personal técnico del instituto cobraron impacto público después de conocerse el informe de la Auditoría de la Nación, a fines de 2019. 

    El dictamen de la AIN incluye una serie de observaciones y recomendaciones en el manejo de fondos y recursos materiales, en proyectos de investigación y en la decisión de contrataciones y promoción de profesionales en el INIA, lo cual explica en parte el origen del conflicto.

    Según el informe de más de 200 páginas de la Auditoría, fechado el 22 noviembre, se comprobó “falta de objetividad y transparencia en (la) selección y aprobación de proyectos” y “en los procedimientos de selección de recursos humanos” del instituto de investigación agropecuaria. La Auditoría también observó “el manejo de fondos” del instituto, el cumplimiento de acuerdos y el financiamiento de “posibles gastos que no corresponden” a los proyectos del INIA. 

    Por ejemplo, en relación al Fondo de Promoción de Tecnologías Agropecuarias, la Auditoría de la Nación concluyó: “Esta situación no permite asegurar que el fondo sea utilizado eficientemente con el fin para el cual fue inicialmente concebido, ni que los proyectos financiados se cumplan en tiempo y forma. Asimismo, las debilidades de control interno llevan a que el organismo incurra en apartamientos a la normativa”.

    Ante al dictamen de la AIN, el ministro Benech requirió por nota al presidente del instituto y a su Junta Directiva la adopción de medidas correctivas acompañadas de un plan de acción a presentar en un plazo de 30 días. Benech también reclamó la creación de una auditoría interna del INIA para evitar estos casos.

    El INIA es el principal instituto de investigaciones agropecuarias del Uruguay —un organismo dependiente del Ministerio de Ganadería, de derecho público no estatal, cuya ley fundacional cumplió 30 años en 2019— y en su orientación de programas suele destacar la participación de la academia representada en gran medida por investigadores vinculados a la Udelar. De hecho, desde 2005 la presidencia del instituto fue confiada por los gobierno del Frente Amplio a académicos vinculados a la universidad —y no a referentes de la producción agropecuaria—, con excepción del período en que el actual ministro de Ganadería presidió el INIA.

    Los dictámenes de la Auditoría no son vinculantes, por lo que sus observaciones o recomendaciones no obligan al organismo observado a rectificar su conducta.

    “Versiones parciales”

    Varias “irregularidades” señaladas sobre la gestión del INIA habían sido planteadas hace ya tiempo por el gremio de la Asociación de Profesores Universitarios del Instituto de Investigación Agropecuaria (Apuinia), que en mayo pasado realizó un paro de actividades en protesta por la situación. 

    El malestar gremial se centró entonces en el “abuso de poder” de Repetto al frente del instituto, “por apartarse de los procedimientos de funcionamiento” y de “los principios de buen comportamiento en la función pública”. 

    Apuinia llegó a pedir la renuncia de Repetto por “la falta de transparencia” en su gestión y porque “no se puede atender en dos mostradores a la vez”, según expresó en un comunicado público. También denunció el uso de los recursos del instituto “en beneficio de su propia carrera de investigador y de la de su esposa, que también es investigadora” e integra el Consejo de la Facultad de Veterinaria. 

    La gremial de los funcionarios investigadores del INIA denunció una serie de “irregularidades”, como la intervención directa de Repetto y su esposa (también grado 5) en proyectos de investigación gestionados por el instituto, la participación del presidente en tribunales de concursos de técnicos y el haber promovido contratos profesionales de forma irregular. 

    Apuinia señaló además la participación de Repetto como tutor de posgrados en el INIA sin ocupar un cargo de técnico, así como el uso discrecional de recursos en favor de proyectos promovidos por la academia, no necesariamente para atender las necesidades de la producción.

    Varias de las denuncias gremiales fueron presentadas ante la Junta de Transparencia y Ética Pública (Jutep) en 2019.

    Tras la divulgación del dictamen de la Auditoría, Repetto salió a defender su gestión en el INIA a través de una carta dirigida a la opinión pública, donde relativizó las observaciones y atacó al gremio por manipular la información en los medios y difundir “versiones parciales” sobre el informe. 

    En su carta, fechada el 9 de diciembre y que hizo circular por WhatsApp, Repetto negó que él se haya beneficiado económicamente durante su gestión y rechazó cualquier tipo de corrupción en el INIA, aunque reconoció que “el diagnóstico de la AIN es más grave que lo que esperaba la Junta Directiva”, cuyos miembros son designados por el Poder Ejecutivo.

    Repetto reconoció algunos “aspectos a corregir” de su actuación, sobre todo en relación con llamados para cargos en Salud Animal en los que la Auditoría consideró que podría haber conflicto de interés. 

    Según el jerarca, el criterio de la Auditoría “es respetable y será acatado”, aunque precisó que difiere del que suele aplicarse en “todas” las instituciones académicas del mundo.

    La AIN también observó su participación en la dirección de estudiantes de Maestría o Doctorado, que cumplen tareas con investigadores del INIA o en proyectos del instituto. Repetto explicó que en esos casos participó como profesor titular de la Udelar y aportó trabajos al instituto pese a no ocupar un cargo de investigación en el INIA, puesto que su cargo es político.

    El jerarca insistió, no obstante, en que “ninguna de las situaciones” señaladas implicó un “beneficio personal”, y menos, como fue mencionado en medios y redes sociales, “actos de corrupción”. De hecho, apuntó, “las objeciones más graves que presenta la AIN se refieren a algunos temas de gestión de recursos que involucran a la Unidad de Planificación, a la Secretaría Ejecutiva y al Área de Administración y Finanzas, que en muchos casos beneficiaron a integrantes de Apuinia”.

    Asimismo, explicó que la Junta Directiva restauró hace dos años la auditoría interna del INIA, lo que permitió corregir “irregularidades” vinculadas a una serie de “gastos y estipendios indebidos, abusos en el uso de los bienes del instituto (vehículos), cobro indebido de licencias”, entre otras situaciones que “ocurrían históricamente” y “nunca fueron cuestionadas” por el gremio. 

    Por otra parte, Repetto informó que la Directiva del instituto continúa con su llamado a concurso para proveer el cargo de director nacional y el de gerente de Operaciones, que está en etapa de evaluación de candidatos.

    La recomposición institucional del INIA es uno de los desafíos que deberán asumir las autoridades de gobierno que asuman el 1º de marzo.

    “No es asunto nuestro”

    Al comenzar el tratamiento del caso en la última sesión del Consejo de la Facultad de Veterinaria, la pareja de Repetto se retiró de sala “por razones de implicancia familiar” y lamentó que el tema no se haya presentado antes. Enseguida, la consejera del orden de egresados Mónica Bessio planteó la necesidad de que la facultad cuente con una comisión de ética integrada por figuras de trayectoria del área veterinaria y externas a la institución. La nota presentada al Consejo sugiere algunos nombres de referencia local.

    “Yo si estuviera en el lugar del doctor Repetto, que además es docente de acá, a mí me gustaría que de alguna forma se hiciera una investigación o un comité de ética”, afirmó Alejandro Benech (del orden docente), por lo que entendió “lógico” instaurar un comité para evaluar específicamente el caso.

    Su colega, Cristina Ríos, precisó que el caso es de interés de la facultad porque, entre otras razones, involucra un docente grado 5 de Veterinaria. Dijo que la idea es “aclarar” la situación y “no enjuiciar” a Repetto.

    En cambio, el consejero Daniel Cavestany (CGU-Egresados Veterinaria) mostró sorpresa. Dijo que la nota de sus colegas le resultó “exagerada”, “fuera de lugar” y “atrevida”, y arguyó que “no corresponde” tratar el tema en la facultad. María Celia Rodríguez (FEUU) coincidió: “Esto va más allá de un problema puntual, es un problema político y no político-universitario: es un problema político a nivel de Estado”.

    La mayoría de los consejeros entendieron que no debían tratar el asunto bajo el entendido de que el INIA es una institución independiente de la facultad, con una “interna complicada” por “celos profesionales” que resulta “muy difícil de analizar con objetividad” desde el ámbito académico, que es “un lío ajeno”. 

    El decano coincidió en que la facultad no tiene injerencia sobre el asunto. Y argumentó que la presidencia del INIA no es un cargo que Repetto ocupe como docente ni como representante de la facultad. “No es un asunto nuestro”, cerró Piaggio.