Final de partida

“Solíamos ir mucho a los casinos con mis amigos. En Las Vegas, rápidamente descubrí que no podía ganar lo suficiente como para entusiasmarme con eso, ni perder lo suficiente como para deprimirme. Entonces abandoné las apuestas. Por eso tiene sentido la frase Know when to hold ‘em, know when to fold ‘em, Know when to walk away, know when to run”, dijo Kenny Rogers a Búsqueda el jueves 19 de mayo de 2011 en el entonces Hotel Conrad de Punta del Este. El icónico cantante country estadounidense, que murió el viernes 20 en Georgia, EE.UU. a los 81 años de edad, brindó esa respuesta a la pregunta sobre The Gambler, su canción más exitosa en su medio siglo de carrera. A pesar de que no es suya —fue compuesta por el mucho menos popular Don Schlitz— esa hermosa tonada country se transformó casi en un sinónimo de Rogers, a quien incluso se lo llegó a apodar con el título de ese tema que relata el encuentro entre un joven inexperiente y un viejo lobo de los caminos, quien a cambio de un trago de whisky y un cigarro le da un consejo clave, para las mesas de ruleta y para la vida: “hay que saber cuándo mantenerse en el juego, cuándo redoblar la apuesta, cuándo retirarse de la mesa y cuándo salir corriendo”. Basta oír las versiones de Schlitz y la de Johnny Cash para comprobar que esta canción brilla con más luminosidad en la voz de muchachito de la película que Rogers le imprimió a esa inmejorable interpretación.