La DGI lleva sin pagarle al BHU casi dos años de alquiler por su edificio sede
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La Dirección General Impositiva (DGI) dejó de pagar hace cerca de dos años el arrendamiento del edificio que utiliza como sede central y que pertenece al Banco Hipotecario (BHU).
Álvaro Carella, gerente general del Hipotecario, dijo a Búsqueda que la Impositiva está debiendo “en torno a dos años” de alquiler, que ronda el $ 1 millón al mes. El impago acumulado sería de unos $ 20 millones.
El BHU y la DGI comparten un edificio ubicado sobre la Av. Daniel Fernández Crespo —entre 18 de Julio y Colonia—, propiedad del primero. La Impositiva, como inquilino, ocupa gran parte de la superficie.
“Hay una deuda con el BHU que se está negociando por concepto de arrendamiento”, reconoció a Búsqueda una fuente del Ministerio de Economía, del que depende la DGI.
“No es una tragedia”, dijo a Búsqueda la presidenta del BHU, Casilda Echevarría, y explicó que el banco le tiene que pagar impuestos a la DGI (por ejemplo, al Patrimonio) por lo que “lo más normal es que se compensen las deudas sin ningún problema”. Apuntó que lo más razonable sería pensar en ese mecanismo, aunque comentó: “Lo que pasa que en un país que precisa financiarse no gusta mucho compensar deudas”.
Agregó que la relación entre ambas instituciones es “muy buena” y descartó que se fuera a iniciar una “acción judicial” de cobro.
Una fuente al tanto del problema apuntó que “por ahora no hay ninguna negociación formal” de la deuda y estimó que “el primer camino que se va a recorrer es de conversación entre las autoridades”.
Sobre la posibilidad de una compensación, ese informante comentó que “jurídicamente no es imposible”, si bien consideró que se “requiere de voluntad jurídica y política a un nivel más alto que el de la DGI” por no tratarse de un ente autónomo, como en el caso del BHU.
La DGI aspira a cancelar la deuda pagando $ 11,5 millones, un poco más de la mitad del monto impago.
La deuda tiene “repercusiones mínimas” para las finanzas del Hipotecario, dijo una de las fuentes, aunque estimó que para la DGI en la “reputación como acreedor” podría tener algún impacto. “Cualquier empresa que se dedique a exigir deudas vive en buena medida de su credibilidad”, comentó.
karen@magnolio.uy
Pablo de María 1015
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