La cercana humanidad de los desconocidos

escribe Fernando Santullo 

Algunas series son promovidas con fervor por sus productores o, en tiempos más recientes, por las plataformas que las distribuyen. Otras en cambio no alcanzan a asomarse al radar selectivo de esas plataformas y su existencia transcurre en un opaco segundo plano. A veces esas series logran imponerse por encima de la gestión de sus promotores, gracias al interés del público o a la perseverancia de sus creadores. Ahí está el caso de Law And Order, que en su arranque fue renovada a pesar de sus bajas mediciones de audiencia y que terminó siendo uno de los shows televisivos de más larga duración gracias a la constancia que ese público, inicialmente reacio, finalmente le prodigó. O el de Cagney And Lacey, cancelada luego de su primera temporada y renovada tras el aluvión de cartas (eran los 80, era predigital) que enviaron sus fans a la cadena productora, la estadounidense CBS.

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