La industria frigorífica busca nuevos nichos de mercado a través de cortes cárnicos “porcionados” prontos para el consumo

Se trata de porciones de entre 250 y 300 gramos de cortes especiales congelados, como churrascos, prontos para el consumo, que en esta primera etapa experimental son enviados vía aérea porque los volúmenes lo habilitan. Se trata de partidas de unos 300 a 500 kilogramos de cortes clásicos de ganado criado a pasto, como bife angosto y bife ancho, pero también algunos cortes del delantero como aguja y otros, para acceder a diferentes sectores del público.

Este tipo de producto “porcionado” es colocado por fuera de cualquier tipo de cuota y pagando aranceles. González desconoce todavía cuál puede ser su valor final de comercialización, pero sostuvo que al menos esperan que se correlacione con el precio del producto tradicional. “Si un producto anatómico vale 10 y el trabajo de porcionarlo vale dos, por lo menos pretendemos venderlo a 12, y así al menos le agregamos valor”, señaló.

Para Matadero Solís será una primera experiencia, especialmente en China, un mercado que el empresario considera de un potencial extraordinario, con “muchísima gente de poder adquisitivo muy alto” y donde al producto deben “encontrarle una novia”, en referencia al cliente adecuado para canalizar las ventas que permitan desarrollarlo.

González contó que en su reciente viaje vio el mismo producto “de primera calidad” en restaurantes de Shanghai procedente de Australia y consideró que ese es el segmento donde pretende competir.

Dijo que “nunca debemos ir atrás de lo que no podemos hacer” y que este es un nicho de mercado en el que Uruguay puede competir. Como ejemplo de esto señaló además que la trazabilidad individual de los ganados también podrá ser un elemento de diferenciación para mejorar el acceso de nuestras carnes en Estados Unidos.

Respecto a si el mercado de los cortes “porcionados” puede ser de volúmenes interesantes, el director del frigorífico Solis señaló: “Todo puede ser, pero primero hay que arrancar”, y dijo que es claro que Uruguay no tiene volumen para satisfacer por sí solo la demanda de ningún país del mundo, pero que la idea es ir “buscando los pequeños nichos”.

Consideró que este tipo de negocios se irá incrementando y que la industria uruguaya va a poder generar ciertos volúmenes para determinado tipo de mercadería. “Lo que buscamos es hacer más, con lo mismo”.

Clima de negocios

Sobre el clima de negocios observado en la feria del Sial, González señaló que lo percibió “firme y creciente”, pero aclaró que este está en niveles de valores condicionados por la competencia fundamentalmente de Australia, India y Brasil. Reiteró la necesidad de que Uruguay avance en las negociaciones por mejores condiciones de accesos arancelarios a los principales mercados, sobre lo cual consideró que observa “gran receptividad” en las autoridades de gobierno. “Se ha conseguido mucho, pero ahora queda la parte de política comercial para mejorar el acceso en dinero”.

El empresario sostuvo que Uruguay “no tiene tanto que discutir en precios, pero sí puede presionar para recibir lo que el cliente está pagando. El cliente nuestro paga mucho más de lo que nosotros recibimos”. Se refiere a los aranceles pagados para el acceso en los diferentes destinos que la Cámara de la Industria Frigorífica cuantificó en más de U$S 200 millones en un documento entregado a las autoridades y candidatos durante la pasada campaña electoral (ver Campo N° 26). González señaló que “en números gruesos”, en una faena de 2 millones de cabezas, esa cifra representa unos U$S 100 por animal. “A veces nos ponemos a discutir acá en la chacrita y no vemos dónde realmente está la diferencia”, señaló.

Oferta de ganado

En relación con la oferta local de ganado para faena, dijo que esta “va a ser una poszafra larga” y que si bien por ahora existe todavía una oferta de haciendas, el problema se da en la calidad que estas presentan.

“Creo que en general la industria, aunque yo puedo hablar por nosotros, estamos muy cuidadosos en las ventas porque sabemos que desgraciadamente la calidad de los ganados por la seca que se está viviendo, tiene un nivel de rechazos muy importante”, sostuvo, y dijo que actualmente hay por lo menos un 40 % de rechazos derivados de distintos problemas como los índices de PH (grado de acidez), o por el color de la carne o por falta de terminación. “Si compro 100 animales pero en el mercado de punta puedo colocar 60, eso en plata puede llegar a representar U$S 100 por animal”, señaló.

No aventuró un precio de poszafra, pero afirmó que “la industria se va a adecuar a la oferta. No puedo vender lo que no tengo. La demanda está, pero no puedo generar un compromiso y después tener que pagar un valor ajeno al negocio por cumplir un contrato”, aunque admitió que lo normal es que durante el período los precios tiendan a subir y que la industria direccionará la carne hacia otros destinos menos exigentes.

Jorge González se mostró optimista en relación con el comportamiento del negocio durante este año porque sostuvo que la demanda estará presente y con clientes que pagan incluso más que lo que la industria recibe. “No tenemos problemas de precios, pero tenemos que ver cómo hacer para recibirlo”, dijo en relación al pago de aranceles de acceso.