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    La lechería vive un “momento de recuperación”, pero debe resolver el “importante endeudamiento”, señaló el gerente del Inale

    Las actividades del agro uruguayo están atadas al escenario internacional, debido al peso que tienen las exportaciones en cada uno de los diferentes rubros agropecuarios. Pero el mercado local suele desempeñar un rol de salvavidas cuando las cosas se complican afuera, por caída de la demanda o de los precios.

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    En el caso de la lechería, el mercado interno “fue clave durante el momento más crítico del sector y hoy lo sigue siendo, específicamente en la crisis que permitió que algunas industrias puedan continuar operando”, dijo a Búsqueda el gerente general del Instituto Nacional de la Leche (Inale), Gabriel Bagnato.

    Reconoció la dificultad que implica el “importante endeudamiento” acumulado por los tamberos y las industrias en los años recientes y destacó que el “gran desafío” es “cómo resolver” esa situación. De hecho, varias industrias redujeron su actividad y enviaron trabajadores al seguro de paro en los últimos tiempos.

    Pese a ello, Bagnato valoró que hoy es “un momento de recuperación” para la lechería, ya que aumentaron la producción de leche, los precios al tambero y los de exportación.

    Respecto al acuerdo comercial que negocian el Mercosur y la Unión Europea, el técnico advirtió que “lo más complejo” es el tema de las indicaciones geográficas, porque algunos nombres no se podrían utilizar más. Uruguay planteó que esos temas “no son negociables”, como el queso tipo parmesano, contó Bagnato.

    A continuación un resumen de la entrevista.

    ¿Cuál es la situación actual de la lechería y qué perspectivas tiene para el futuro?

    —Es un momento de recuperación, luego de la caída de la remisión de leche a las plantas industriales en otros años.

    En 2017 ya hubo un crecimiento y este año comenzó con un incremento, aunque la sequía afectó en los costos de producción.

    El aumento de la remisión es mayor al esperable, ya que el otoño acompañó en cuanto a la situación climática, con temperaturas no tan bajas y lluvias moderadas.

    Hoy al comparar la situación con los años recientes, la producción de leche creció, los precios que reciben los productores son mejores que en años anteriores y los valores internacionales de los lácteos están más estabilizados.

    Además, en algunos indicadores vinculados a las relaciones entre los precios y los costos, hay una pequeña recuperación.

    En años anteriores el desfasaje entre costos y precios generó un importante endeudamiento de los tamberos y de las industrias. Pero hoy la rentabilidad es mejor que en el pasado.

    Y hacia adelante el gran desafío es ver cómo resolver ese endeudamiento. La idea es reestructurar la deuda de corto plazo para que el productor pueda invertir en su producción, considerando la mejor relación entre precios y costos.

    La lechería vuelve a tener números positivos y es apropiado apoyar desde el sector público para esa recuperación con el objetivo de tener menos capacidad ociosa en las industrias y generar un círculo virtuoso en la actividad.

    Hasta fines de 2016 los tamberos recibían un precio de US$ 0,30, entre $ 8 y $ 9, por cada litro de leche que remitían a las industrias. En 2017 el precio promedio del año fue de US$ 0,34. Actualmente el precio mejoró, el registro de marzo marcó US$ 0,36 por litro, que son $ 10,11, y en abril el valor se mantuvo prácticamente similar.

    Luego de tres años de caída, la remisión de leche a las industrias que acumuló un bajón de algo más de 12% entre 2014 y 2016, mostró una recuperación en 2017 con un incremento de 6% y en los primeros tres meses de 2018 creció 4%, respecto a igual período del año pasado.

    ¿Qué evolución muestran las exportaciones de los lácteos uruguayos?

    —Durante los primeros cuatro meses del año el monto de las exportaciones de lácteos aumentó 6% en comparación al mismo período de 2017, debido a un incremento en los volúmenes de exportación de leche en polvo entera, según Inale.

    A diferencia de 2016 y 2017 cuando Brasil acaparó más del 50% de las exportaciones de lácteos uruguayos, en este año el ránking de los principales mercados es liderado por Argelia con la compra de grandes volúmenes de leche en polvo entera, y el mercado brasileño quedó en segundo lugar, con la colocación de varios productos, leche en polvo entera, queso y manteca. Argelia representa el 35% de las exportaciones y Brasil el 30%. Luego aparecen otros mercados como Cuba, Rusia, China y México.

    Los rusos adquieren manteca y queso de Uruguay, mientras que China compra leche en polvo entera al igual que los cubanos. Se destaca una mayor diversificación de los destinos de exportación.

    La facturación por exportaciones al cierre de abril marcó un incremento de 6%, respecto a igual período de 2017, al acumular US$ 194 millones. Eso se explica por una mayor facturación por exportaciones de manteca y leche en polvo entera.

    En comparación con 2017 el precio promedio de exportación de manteca aumentó 19%, llegando a US$ 5.465 por tonelada, y el de los quesos 6%, cotizando US$ 4.210 la tonelada, según datos de Inale. En contraste con eso, el valor de la leche en polvo entera bajó 7%, con US$ 3.113, y el de la leche en polvo descremada disminuyó 12%, con US$ 2.288.

    ¿Qué rol jugó el mercado interno en la crisis del sector?

    —El mercado interno fue clave durante el momento más crítico del sector y hoy lo sigue siendo. Específicamente en la crisis permitió que algunas industrias puedan continuar operando.

    Comprende además la posibilidad de volcar productos con mayor valor agregado y a precios más favorables que los de exportación.

    La situación hubiese sido mucho más crítica si las industrias no hubiesen tenido la posibilidad de generar canales de comercialización en el mercado local.

    ¿Cuáles son los puntos más relevantes de las negociaciones del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur para la lechería uruguaya?

    —En el capítulo de las indicaciones geográficas estaría lo más complejo para el sector lácteo uruguayo y del Mercosur, considerando que la Unión Europea planteó la demanda de que ciertas indicaciones sean tomadas en cuenta en un eventual acuerdo.

    Eso significaría para Uruguay que no podría utilizarlas más, no solo para la exportación sino también para el mercado interno. Eso implica ceder hacia adelante algunos nombres que se utilizan hace mucho tiempo. Ahí es donde quizás esté el foco mayor de trabajo.

    Algunos nombres se negocian y en otros se tuvo una postura fuerte y no son negociables, porque Uruguay los utiliza muy normalmente, como por ejemplo, el queso tipo parmesano.

    Se trabajó con industrias, queseros artesanales y productores para marcar la posición de la lechería uruguaya y apoyar en las negociaciones.