En este tema de los nuevos mercados y la apertura comercial a la región y al mundo, al gobierno lo tienen agarrado de donde más duele.
Uno reflexiona, y no lo puede entender. ¿A quién se le ocurre frenar el progreso, trancar el acceso a nuevos mercados, para comprar y vender más, y hacer nuevos negocios?
Eso se les ocurre a los que manejan un artefacto que el Cuqui Lacalle bautizó, con acierto, cuando era presidente: “la máquina de impedir”.
Este aparato cambia frecuentemente de dueño o de operador, pero nunca deja de funcionar.
En tiempos de Luis Alberto Lacalle, los usuarios eran la “fuerza política” denominada Frente Amplio, actuando en patota. Ahí no tenían “matices”, como los que alegan tener ahora, que son tan “matices” como las sutiles diferencias que existen entre Kim Jong-un y Donald Trump. Recordemos que la máquina de impedir, con Tabaré Vázquez operando el gatillo, disparó contra el gobierno de Jorge Batlle pidiendo el “default”…
Hoy, y frente a este nuevo palo en la rueda, los que manejan la máquina de impedir son el grupete que integran, entre otros, el sector Casa Grande, que comanda la senadora Constanza Moreira y que también integra la luchadora ornitóloga municipal Fabiana Goyeneche, madrina de los colibríes, el sector Ir, que dirige la diputada Macarena Gelman, el nunca suficientemente ponderado Johnny Castillo y sus PCU boys (and also girls, of course) y los chochamu del Piseneté, que nunca faltan cuando hay que trancar fuerte. No son los únicos, pero sí los más visibles, ya que todos ellos, más algunos otros fantasmas, cuando oyen, ven, leen o presienten la proximidad de la sigla TLC, o algo que suene parecido, gritan: ¡Vade retro, Satanás! Y cruzan los dedos índices de ambas manos, y claman por el fuego sagrado y la ira del supremo.
Entonces el sufrido Tabaré Vázquez, y el dignísimo luchador por la apertura que es nuestro canciller Rodolfo Nin Novoa, presionan, intentan persuadir, disuadir, convencer, sugerir lo importantes que son las ventajas de comercializar con países chicos y grandes, con bloques del Pacífico o del Atlántico, con uniones europeas o asiáticas, y hasta con China, y les muestran las fotos de los miles de chinos que vinieron a Punta del Este para intentar negociar con nosotros (las fotos, porque ellos al balneario cheto ese ni se les ocurre ir, como no sea en manifestación por la Interbalnearia para protestar contra lo que sea).
Pero ellos escuchan, ponen cara trágica y de disgusto (yo creo que Constanza se maquilla para que siempre su semblante luzca con rasgos de desesperanza y frustración) y pulsan con entusiasmo el botón rojo de la máquina de impedir… y todo va derecho al freezer, sin remedio. Igual que el TLC con los EE.UU. que el tío del Polo Gargano (o tío abuelo, no sé bien) mandó al tacho en épocas de la primera presidencia del Taba, igual que con el TISA, con el Cuchuchú y el Cachachá de Libre Comercio, qué libre ni qué comercio, ¿ta?
Tabaré y Nin Novoa se han reunido con politólogos, psicólogos, adivinadores, paes de orixá, tarotistas, y no dan con la tecla, a ver cómo hacer para sortear estos obstáculos, y por fin han optado por los consejos de un experto en semántica, que les ha recomendado un sistema para procurar reenderezar la senda de la apertura comercial.
Ya no se hablará más de tratados de libre comercio (TLC) o nada que suene parecido.
Con China retomaremos a la brevedad las conversaciones de Exploración de un Posible Acercamiento Táctico de Intercambio Ampliado de Bienes y Servicios, (Epatiabs). ¿En qué se parecen un TLC y un Epatiabs? En nada. Vamos bien.
Con Chile vamos por el Cicdab, que es el Consenso Integratorio Comercial De Alcance Bilateral. Que Piñera sea el que mande en Chile va a complicar un poco más las cosas, pero ya de TLC, ni hablamos. Esta también es buena.
Con la Alianza del Pacífico ahora iremos por la PAELPVCRDIM, sencilla sigla que significa Participación Activa En Las Posibles Visiones Comercializadoras Recíprocas De Interés Mutuo, con lo que alejamos así cualquier sospecha de asociación comercial con estos cajetillas del océano, desde Chile hasta Singapur.
Pero los operadores de la máquina de impedir vieron el juego. Mirá si a Juan Castillo se la vas a jopear así de fácil.
El secretario de la Ortodoxia Marxista del PCU, Lic. Braulio Delahoz, declaró a la prensa que “estas maniobras de los entreguistas de siempre se ve a la legua, y no permitiremos que nos encierren en un corral de ramas, el canciller que vaya pidiéndole a Almagro que le deje el escritorio limpio cuando se tenga que ir para la OEA a seguir bombardeando los planes progresistas del Frente Amplio”.
Asimismo, la supervisora de Trancas y Obstáculos del sector Casa Grande, Esc. Nubia Lazán Cadilla, y el superintendente regional de Frenos y Contrapesos del sector Ir, técnico electricista Lauro Desen Chufen, dijeron en conferencia de prensa que los grupos que resisten la apertura comercial convocarán a un Cabildo Abierto por la Soberanía Excluyente del Uruguay, con una plataforma basada en el rechazo a todo intento de establecer relaciones comerciales con mercados capitalistas conducidos por gobernantes neoliberales.
Preguntados los dirigentes por cuáles serían los países con los que ellos preferirían comerciar, ya sea ampliando los volúmenes existentes o incorporando nuevos mercados, mencionaron a Cuba, Nicaragua, Corea del Norte y Venezuela.
Un periodista señaló las dificultades de encontrar una moneda capaz de servir para los intercambios con esos países, muchos de los cuales enfrentan dificultades de liquidez.
Los dirigentes respondieron que ese tema no era ningún obstáculo, ya que las exportaciones y las importaciones se harían utilizando el último gran invento de Nicolás Maduro.
Se pagará y se cobrará en petros.
Qué maravilla.
