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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáHace unas semanas me llama el delivery y me dice que no encuentra en su app la dirección que dejé en la pizzería.
Después, otro y otro (no sé cocinar y compro mucha comida de bar). Me fijé en el Google Earth de mi PC y efectivamente ya no vivía en la dirección donde viví desde hace 30 años. ¡Me habían cambiado el nombre de mi calle y la de la esquina y la de la otra esquina!
Se complicó cuando llamé a la emergencia por primera vez en mi vida por dolor precordial (¿la comida comprada tendrá que ver?) y tampoco encontraban mi dirección en su GPS. Por suerte les envié mi posición gracias al WhatsApp y llegaron bien.
Me puse a ver el mapa con los nuevos nombres de la Ciudad de la Costa, donde vivo desde 1974, y nunca había visto un cambio tan grande. Volaron las gaviotas, los colibríes, los sauces, los pinos, los eucaliptus, precursores de El Pinar, fechas patrias y tantos nombres históricos, algunos tontos, sí, pero eran parte de nuestros barrios, para transformarse en otro frente de combate para lograr la hegemonía de Gramsci, que el intendente Orsi la lleva a la realidad en las calles de la comuna canaria.
Y así, sin saberlo, un día amanecimos con los Pepe D’Elía, Óscar Tassino, Vivian Trías, Jorge Lazaroff, Germán Araújo, Elena Quinteros y muchos muchos más desaparecidos, sindicalistas e ilustres frenteamplistas como el Gral. Seregni, quien rodea la Ciudad de la Costa por su límite norte con la ex-Interbalnearia y por el sur con la antigua rambla República Argentina, como si apretara con sus brazos a esta ciudad compañera.
No, Sr. intendente Orsi, le recuerdo que no todos los canarios votamos al FA y no nos gusta que nos robe los nombres de nuestras calles para su imposición del relato de izquierda, y si eso es lo que le espera al país bajo su presidencia, espero recapacite sobre la pluralidad, el respeto y otras cositas que aún no entran en su ideología.
¿Será prepotencia totalitaria o simple mala gestión por la cual ningún vecino se enteró de estos cambios del nuevo nomenclátor frenteamplista por usted promovido?
Pero sí nos enteramos de los permisos de apropiación de espacios públicos convertidos en canchas de fútbol del elitista Club de Tenis El Pinar o del parque Olimar Kiyú para la Federación Uruguaya de Basketball, donde van a desaparecer casi tres hectáreas de terreno con árboles autóctonos y pajaritos como los que daban nombres a las calles que usted borró. Típico doble discurso de la izquierda caviar que ya conocemos al favorecer a poderosos en perjuicio de los simples contribuyentes.
¡Vamos, don Orsi! Marque la diferencia, gobierne para todos y, si quiere, para todas y todes, pero póngase del lado de la naturaleza, del espacio verde realmente para todos, de calles sin politiquería, de obras racionales y duraderas, del lado de quien paga impuestos y quiere servicios acordes y que, si le cambian el nombre de la calle donde vive, ya no digo preguntarle si está de acuerdo, sería demasiado quizás, pero al menos avisarle.
Y gracias WhatsApp por poder mandar mi ubicación a los deliveries sin mencionar las calles.
Un vecino más, de esos que pagan impuestos