En los últimos años es algo recurrente de una parte de los dirigentes políticos: que los partidos de la oposición se unan para enfrentar al Frente Amplio en las elecciones de 2019 para tener chances reales de sacarlo del gobierno.
En los últimos años es algo recurrente de una parte de los dirigentes políticos: que los partidos de la oposición se unan para enfrentar al Frente Amplio en las elecciones de 2019 para tener chances reales de sacarlo del gobierno.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEn los últimos días, el senador colorado Pedro Bordaberry pidió “generosidad y responsabilidad” a los opositores de cara a las elecciones y su colega blanco Javier García reclamó llegar a acuerdos previo a las elecciones porque se está en un “punto de inflexión” donde se juega el “cambio” o la “continuidad”.
Sin embargo, no todos dentro de la oposición tienen una visión similar, por lo que no será sencillo que los partidos lleguen a un acuerdo en el próximo ciclo electoral.
“Hay un futuro mejor que depende de la generosidad e inteligencia de nuestros dirigentes políticos”, escribió Bordaberry el domingo 11 en el portal El Telescopio.
El senador colorado, que no será candidato en las próximas elecciones, dijo que ante el “agotamiento del modelo” del Frente Amplio, se “impone” que los partidos de la oposición sean “claros” en sus propuestas y los cambios que quieren proponer.
Bordaberry reconoció que ese camino “no es fácil” porque las colectividades políticas opositoras tienen “naturales diferencias”.
“Sin embargo, esas diferencias son menores que las que existen entre partidos y sectores integrantes del Frente Amplio”, afirmó.
El legislador planteó “explorar y lograr acuerdos” en algunos temas como inserción internacional, educación, empresas públicas y medidas para mejorar la eficiencia y costos del Estado.
“En otras áreas será un poco más complejo lograr acuerdos. Para lograrlos habrá que actuar con inteligencia y generosidad. Tendremos diferencias y habrá que marcarlas claramente en la campaña electoral. Con el mismo énfasis habrá que ser claro acerca de que esas diferencias no serán obstáculo para concretar coincidencias y buscar acuerdos con madurez que beneficien a la ciudadanía”.
A comienzos de marzo, en una nota de opinión en El País, el senador García se refirió a una coalición de partidos de la oposición. García escribió que la elección de 2019 será “pareja y muy dura”.
El Frente Amplio será desafiado por los distintos partidos opositores, “cada uno” por su lado. “La pregunta es si tomando en cuenta la realidad actual (y si) gana el Partido Nacional en el balotaje, ¿es posible gobernar juntos después? Y la respuesta es simple: la única forma de gobernar es mediante una coalición, acuerdo o como se llame”. Eso supondrá que los partidos que acuerden deberán estar representados todos en los ministerios y en los entes y servicios descentralizados, puntualizó.
“Estamos en un punto de inflexión. Será la primera elección desde 1984 en que arriba de la mesa estarán temas de corte ideológico profundos”, escribió el senador. Para García, el tema económico “no será el central” sino un combo de “cosas aparentemente distintas” como la seguridad, el costo del Estado, la producción o la situación en Venezuela. “Hay hartazgo social. La gente está harta de trabajar y que no rinda, de pagar impuestos de Suecia y recibir servicios de quinta, de ir al almacén y pagar carísimo”, planteó.
Para García no es necesario votar bajo un mismo lema porque habrá segunda vuelta, pero propuso que previo a las elecciones de octubre los partidos presenten en qué puntos están de acuerdo. “Y es bueno que el ciudadano lo exija saber antes de decidir. Es cambio o continuidad”, concluyó.
La visión en la oposición no es homogénea. Por ejemplo, el senador colorado José Amorín dijo a Búsqueda que es partidario de repetir la experiencia de 1999. Ese año, la segunda vuelta fue disputada por el Partido Colorado y el Frente Amplio. Poco después de la primera vuelta, blancos y colorados se juntaron para presentar una serie de puntos en común. “Acá hay dos partidos y el primero es la elección legislativa de octubre, donde es muy importante el resultado. Ahí cada uno tiene que presentarse por su lado. Y si hay balotaje ahí hay que ver si hay un programa en común”.
Amorín dijo que lo “primero” que se buscará en la próxima elección será que el Frente Amplio no tenga la mayoría parlamentaria y por eso asignó una gran importancia a la elección de octubre.
Pablo Mieres, líder del Partido Independiente, dijo que hay distintas “oposiciones” y que no cree en “un frente” opositor. “Tenemos una mirada muy crítica del gobierno; hay señales de agotamiento”, dijo. Para enfrentar al oficialismo, Mieres quiere crear una “alternativa” con una mirada “socialdemócrata”. Por eso es que no cree que todos los partidos puedan acordar.
Jorge Larrañaga, en tanto, trabaja en su propuesta para encontrar puntos de acuerdo entre todos los opositores. A fines de febrero presentó en el Directorio del Partido Nacional su propuesta Agenda para el Progreso, con la que busca “generar una conciliación programática sobre temas clave para el país”.