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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáA un año de una mentira soberana. El 17 de agosto de 2014, el diario “La República” titulaba “Uruguay extiende a 350 millas su plataforma continental”. Recogía las declaraciones del director de Derecho Internacional del Ministerio de Relaciones Exteriores, Dr. Carlos Mata, que fue quien realizó la presentación en Naciones Unidas ante la Comisión de Límites de la Plataforma Continental, encabezando la delegación que seguía las directivas del canciller Almagro.
El fallo obtenido “quedará firme en febrero”, con lo que el país asume así “el control de la riqueza ictícola de esa área, así como del subsuelo donde se supone hay yacimientos de gas”. “Se trata de una negociación exitosa, que se contrapone claramente y a su vez viene a reparar, naturalmente en alguna medida, la realizada por Andrés Lamas en tiempos idos, pues conlleva la presente un incremento territorial sustantivo para el país”. “Subrayó que se trató de una exitosa negociación en democracia, teniendo en cuenta que anteriores negociaciones, límites del Río Uruguay, etc., se realizaron bajo gobierno de facto”.
Hasta aquí lo recogido de aquel 17 de agosto de 2014. Todo falso.
“Las cuestiones del honor, como las de la soberanía, son las que más mueven el celo de los pueblos, llevándolos incluso hasta la guerra”. Palabras de un eminente erudito brasilero, Rui Barboza.
Esta farsa, plena de incompetencia y desconocimientos, se convierte en una mentira soberana, que indigna y mueve el celo de los orientales.
La gestión realizada fue sin éxito pues no ha habido ningún pronunciamiento de Naciones Unidas, ni Uruguay extendió nada, y no fue una negociación, sólo un trámite, y lo peor mal realizado.
En efecto, la Convención del Mar de 1982 establece un procedimiento para procurar justificar una extensión de plataforma, siguiendo determinadas exigencias que se establecen. Es decir, lo negociado fue la Convención, lo allí establecido ya es un derecho, que se debe en este caso justificar técnicamente, no negociar. Negociar es conceder y recibir. Gestionar lo ya acordado, no es negociar.
Los delegados participantes en la III Conferencia de Derecho del Mar de Naciones Unidas, fueron muy otros, diferentes al declarante, que nunca participó ni aportó nada, algunos de ellos ya lamentablemente desaparecidos. Es irrespetuoso colgarse medallas ajenas.
Si se hubiera logrado la extensión de la plataforma, no se habrían logrado derechos en las aguas supra yacentes. La riqueza ictícola, que hasta se dijo de la corvina, no está incluida. Lo notable es dar una posibilidad de gas, cuando nunca se hicieron estudios en la zona en cuestión. Opinión aventurada, incompetente, hasta irrespetuosa de los demás.
Sostener que reivindica “un éxito” en relación a los Tratados de Lamas de 1851/2, es francamente payasesco, hiriente, lamentable, despreciable y especialmente ignorante. En 1852 ni siquiera había un derecho del mar como se entiende al presente. Tampoco había ni buzones ni tranvías, no se habían inventado, no había posibilidad de venta.
El Tratado del Río Uruguay es de 7 de abril de 1961. ¿Había gobierno de facto? En Historia, no cero, -1!
El Tratado del Plata de 1973 si se hubiera informado estaba listo a la firma en 1972 y se firmó en 1973, aún con presidente constitucional. Se redactó y se negoció en pleno estado de derecho.
Lo de exitosa negociación que alude y agrega en democracia, ni lo uno ni lo otro, fue fracaso en cualquier tipo de situación.
La gestión pues, ni fue aprobada, ni Uruguay ha extendido nada, ni hay riqueza ictícola, salvo la que vive en contacto con el suelo, y hasta la fecha no se sabe qué es lo que hay, ni cantidad, ni si es de interés económico, ni nadie puede sin conocimientos decir si hay o no hay gas, sólo por imaginación, incompetencia u osadía.
Por otra parte, sin concretar los límites laterales con Brasil y Argentina, aún ni resueltos ni planteados, hay posibilidad de reconocimiento de la extensión para nuestro país, por derecho establecido en la Convención de 1982.
La referencia a Lamas es sublime. ¡Qué pensamiento!
Lo peor es que este mismo funcionario fue nombrado a la Comisión Demarcadora, de tarea técnica para hidrógrafos, geógrafos, agrimensores, topógrafos, un abogado reconociendo terrenos, islas, determinando coordenadas, triangulaciones, canales, bancos, etc., etc. Difícil la dio la crónica. Y con lo demostrado en la materia, produce horror en lugar de esperanza.
La soberanía del país está encuadrada en las palabras de Rui Barboza, esta actitud de irresponsable, es inaceptable, dolorosa e indignante.
Fracaso en el Plata y su canal, fracaso en el Río Uruguay con industrias y terminales proyectadas, y hasta con un dragado que beneficia menos de lo que cuesta, fracaso en Derecho Marítimo, marina mercante moribunda; es hora que se atienda el sector por un organismo especializado unificado y que responda a una única directiva emanada del Poder Ejecutivo, y atendido por profesionales expertos en las materias que incluye. El declarante: abstenerse.
Yamandú Flangini