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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáCarta al Sr. Presidente. Estimado Sr. Presidente: me presento. Mi nombre es Gonzalo Gutiérrez. Soy ingeniero agrónomo, pequeño agricultor y empleado. Vivo en la cuidad de Nueva Helvecia en el departamento de Colonia. Vine a vivir al interior para darles la oportunidad a mis hijos de conocer de primera mano lo que es vivir en el campo. Para mí es muy importante que los niños puedan vivir y aprender en contacto con la naturaleza para así comprender mejor el ciclo de la vida.
En primer término quiero agradecerle especialmente el que haya decidido atender los reclamos de las diferentes agrupaciones rurales que reclaman se oiga su voz por la difícil situación que atraviesa la mayoría del sector agropecuario. El recibirlos es un primer paso para generar un ámbito de diálogo y concordia para encontrar entre todos una solución.
Como usted sabrá, Nueva Helvecia ha perdido a la mayoría de sus industrias principales, muchas de ellas vinculadas a la producción agropecuaria. La ciudad aún no se recupera de las pérdidas de empleos y la catarata de problemas en los pequeños comercios que eso ha generado.
Para mí es muy duro ver cómo un colega pierde su trabajo y pasa momentos de zozobra para mantener a su familia, y son cada día más los que enfrentan eso. Más difícil es la situación de aquellos que toman la decisión de irse a trabajar a otro país porque no consiguen en Uruguay un trabajo para sostener a su familia. Me invade la bronca cuando veo a un agricultor perder el esfuerzo de meses de trabajo, porque el clima no lo ayuda o los precios se desploman y se quedan con deudas que comprometen el futuro de sus empresas y sus familias. No es agradable ver que las empresas se achican, tienen que echar gente porque los números no les dan para cubrir lo esencial.
Créame que como la mayoría de los profesionales vinculados a la producción hacemos todo cuanto está a nuestro alcance para usar la mejor y más moderna tecnología que somos capaces de conseguir. No nos guardamos nada. Mucho depende del clima, pero de lo que depende de las decisiones técnicas hacemos todo cuanto nos es posible. Para nosotros, competitividad y eficiencia son palabras que tomamos muy en serio porque las exprimimos al máximo posible. Al igual que algunas palabras que se deben usar con mesura, competitividad y eficiencia hoy duelen. ¿Qué estamos haciendo mal?, ¿cómo se nos puede pedir más a nosotros si ya dejamos todo, hicimos todos los ajustes posibles y aun así no es suficiente?.
No acepto que esta situación no se catalogue como una crisis. No acepto que haya que empezar a diagnosticar ahora los problemas porque hace meses —si no años— que sabemos cuáles son. Reconozco que muchas de las dificultades actuales no son propias del pasado reciente sino que muchas tienen decenios en su génesis. Pero nos toca resolverlas. La gente no sale a la ruta porque sí, sino que lo hace porque está harta. No quieren más diagnósticos. Quieren simplemente una hoja de ruta que permita saber cómo se va a resolver el problema, con qué medios y en qué plazos. Medidas concretas, eso pedimos.
La verdad es que estamos cansados. Me preocupan los ánimos cada vez más crispados de la gente que no encuentra oportunidades ni salidas. Es difícil de aceptar que me pidan más eficiencia y competitividad cuando no se cuida como se deben los recursos de todos. Le pido que nos escuche. No puede ser que la solución sea la continuidad. En mi vida, cuando algo no funciona, aprendo del error y lo intento de nuevo. Es claro que lo que ensayamos hasta ahora no ha dado los resultados esperados, entonces toca rectificar el rumbo. Todos erramos, la grandeza está en saber escuchar, aprender y rectificar para ser mejores.
Usted, como el primero entre los orientales, tiene el poder de encauzar esta discusión. Fue electo por la mayoría para dirigirnos y se le presenta la oportunidad de llevar a buen puerto al Uruguay que todos queremos. El pan de su mesa, la leche de su desayuno, el vino y la carne con la que se invita a presidentes extranjeros y que son orgullo nacional salen de nuestra tierra. Son los productores que generan esos tesoros los que salieron a las rutas a pedirle que los escuche, que tienen problemas y que necesitan ayuda. No es ignorando el problema que lo vamos a resolver. No ayuda tampoco el que se hable del pasado. Lo que importa es el presente y cómo hacemos para llegar al futuro. No nos sobra el tiempo.
Finalmente me pongo a su disposición como un ciudadano más para colaborar desde donde se me convoque para colaborar en encontrar una solución a ese problema que nos afecta a todos.
Ing. Agr. Gonzalo Gutiérrez (Ph.D)