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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acá¿Qué fue exactamente lo que dijo y por qué lo van a quemar? 1) la semana pasada se filtraron en los medios y escandalizaron a la opinión pública unas declaraciones que Gustavo Cordera realizó el lunes en una entrevista con estudiantes de Periodismo. Uno de ellos, Jonatan Dallinger, indignado con el músico, publicó ese mismo día en Facebook fragmentos especialmente candentes, el más notorio de los cuales fue: “Hay mujeres que necesitan ser violadas para tener sexo porque son histéricas y sienten culpa por no poder tener sexo libremente”. 1
Estas palabras se viralizaron en una gigantesca ola de repudio en las redes sociales, la prensa escrita, la radio, la televisión, que durante unos días supieron sacarle partido a la noticia. Aunque Jonatan publicó otras frases controvertidas de la entrevista, trascendió y se reprodujo en los medios hasta el hartazgo la que hemos citado; y en ella se basa la acusación principal contra Cordera: hacer apología de la violación de mujeres, o justificarla; reproducir patrones de comportamiento (machistas) que avalan la violencia hacia las mujeres.
2) La primera reacción de Cordera ante la situación, el martes de noche, fue hacer una publicación desde su cuenta de Facebook en la que se mostraba sorprendido ante la susceptibilidad del público: “Tuve una charla donde desnudé mis pensamientos con total naturalidad como es mi costumbre, y para mi sorpresa, me encontré con algunas personas muy tensas y susceptibles acerca del tema abuso y no se molestaron en escuchar y profundizar acerca de algo tan delicado”2. Pero luego, en la madrugada del miércoles, suponemos que vencido por el tsunami bienpensante que seguía creciendo, eliminó esa publicación. Ese día en varias radios dio a conocer otro discurso, en el que se disculpaba argumentando que aquellas declaraciones no habían sido sinceras y que se trataba de un “psicodrama”, una actuación, para provocar reacciones en la audiencia. Después Ingrid Beck, una de las directoras de TEA Arte que presenció la entrevista, negó la versión del psicodrama. Cordera ahora mentía: había denudado sus pensamientos “con total naturalidad”, como reconoció en la primera publicación en Facebook.
En medio de todo esto también dijo que las palabras se habían sacado de contexto, aunque para la mayoría se trataba de una excusa más.
3) Todos estábamos listos para quemarlo en la hoguera de los machistas y violadores, todos menos algunos que defendían el derecho a la libre expresión, sin importar lo aberrante de las palabras, y que fundamentalmente se oponían al espectáculo de horquillas y antorchas que, admitámoslo, es bastante desagradable y muy poco serio.
4) El mismo miércoles se dio a conocer a través de Youtube un audio de la entrevista3, el fragmento del que se había extraído la frase lapidaria (“Hay mujeres que necesitan ser violadas para tener sexo porque son histéricas y sienten culpa por no poder tener sexo libre”). Y resultó que la cita era inexacta y que, en su contexto, las declaraciones de Cordera ni por asomo hacían apología del abuso sexual o justificaban la violencia hacia las mujeres. Había usado la palabra no en sentido literal, con muy poco tacto, por supuesto, y en realidad se refería a un juego erótico en el que la mujer se somete voluntariamente a ser “violada”. Sobre este punto no cabe ninguna duda: aquello por lo que se lo condena es completamente falso. Luego de escuchar el audio es inadmisible afirmar que Cordera se declaró a favor del abuso o lo estaba promoviendo. Sencillamente hablaba de otra cosa. Un par de citas de la transcripción lo deja claro: “Abusas si hay violencia, si sos un tipo odioso, si sos un tipo que no tiene corazón. Pero si tenés corazón, si tenés alma, si tenés amor para dar, se lo das a quien sea”; “no me gustaría lastimar psicológicamente a una mujer de noventa años, no me gustaría… eh… prevalecer sobre una persona… y, y, y, y… este… violarla, a no ser que esa persona me lo pida. Hay mujeres que necesitan, porque son histéricas, y necesitan, para tener sexo, ser violadas, porque lo necesitan, y psicológicamente lo necesitan porque tienen culpa, y porque no quieren tener sexo libremente. Necesitan, y quieren jugar a eso. A mí no me gusta jugar a eso, pero hay gente que sí le gusta jugar a eso. Hay tipos que sí les gusta jugar a eso. Somos muy complejos los seres humanos”.
5)Mario Pergolini había salido en defensa de Cordera explicando el peligro que puede tener extraer una frase aislada de un texto más grande. Pero es Gerardo Romano uno de los pocos que da exactamente en la tecla, el viernes en el programa “Bendita”, de canal 9, aunque sus declaraciones no tuvieran mayor eco: “Sé dónde patinó, sé lo que quiso decir, y nadie quiere entender lo que quiso decir. Me parece que él debería haber dicho, pero no hubiera sido tan transgresor, o tan provocador. (…) Hay algunas mujeres, o algunos hombres, que necesitan jugar a un juego para erotizarse. Algunas mujeres necesitan, o piden, jugar a la violación. Yo he jugado a la violación”. 4
6) Cuesta creer que después el propio Gustavo Cordera negara, en una entrevista televisada el miércoles en “Bendita”, que sus dichos se podían justificar por el contexto, pero así lo hizo, volviendo a escudarse en el argumento del psicodrama, el cual posiblemente ya se hubiera integrado de manera definitiva a su discurso.
—¿ A vos te parece que hay algún contexto en el que, declaraciones como “hay mujeres que necesitan ser violadas”, o las chicas de trece años, te parece que hay contextos en los que esas declaraciones son pertinentes?
— Este… si fueran declaraciones, no hay ningún contexto. Si realmente es una declaración, sí es condenable en cualquier tipo de contexto, aunque sea estando vos y yo solos y que no nos escuche nadie. El tema es que no fue una declaración: fue una teatralización. 5
7) Sacadas de su contexto, y mal citadas, las palabras del músico se habían tergiversado. Sin embargo, el estudiante que publicó en Facebook la frase que provocó el escándalo, contraviniendo el reglamento de la institución, que prohíbe difundir el contenido de las entrevistas, fue felicitado por su “visión periodística” y por romper “la alianza machista”. Le llovieron propuestas de trabajo y TEA Arte se planeaba modificar su reglamento interno. Por su parte, Cordera manifestó la intención de demandar a la institución por violar la confidencialidad del encuentro.
8) El audio, que es la prueba irrefutable, no se difundió lo suficiente, o no se comprendió; no se corrigió la cita, que siguió circulando intacta en los medios, con esa sintaxis tan clara que no tuvo la declaración real; no se agregaron las frases anteriores y posteriores que explican que no se hablaba libremente de violación. Y el tsunami nunca se detuvo. No solo nadie se retractó por los actos de repudio sino que estos siguieron sucediéndose. En el programa del miércoles de “Bendita”, el conductor reprochaba de esta manera a una de las autoridades de TEA Arte por vacilar en repudiar al músico:
— ¿Dónde se está comunicando de ustedes en repudio a Cordera, Viviana, que no lo tengo? ¿ Dónde está?
— El repudio de Cordera, en todo caso, tiene que ser algo mucho más pensado…
— ¿¡Pensado!? ¿Hay que pensar que alguien está a favor de la violación, Viviana? ¿Que hay que pensar Viviana? ¡Por favor! ¡Enseñan periodismo con estos ideales! ¡Por amor de Dios!.6
Y el repudio no se iba a hacer esperar: “Desde TEA Arte repudiamos los dichos de Gustavo Cordera. Lo hicimos puertas adentro y lo repetimos puertas hacia afuera”.7
9) El Consejo Nacional de las Mujeres lo denunciaría penalmente por intimidación pública, y el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo anunció que se sumaría a la causa como querellante. Codera también fue denunciado por posible apología del delito. Lo lamentable sería que cuando se celebre el juicio legal no quede del músico más que un montón de cenizas. El Senado argentino repudió sus dichos por su “discurso de odio de género”, le cancelaron varias actuaciones y la radio Rock and Pop decidió dejar de pasar su música, sin contar el desfile de personalidades que mancillaron su nombre durante días en los medios, entre los que podemos destacar a Malena Pichot: “Una persona que dice ‘a las minas hay que violarlas’ es porque violó. (…). Él dijo ‘ las mujeres hay que violarlas’”. 8
10) Personalmente estoy de acuerdo en que la sociedad condene y, de ser necesario, denuncie penalmente a aquel que incite a la violencia, o justifique la violencia contra las mujeres o contra cualquiera, especialmente si se trata de un personaje público. Es evidente que el tema es removedor, y el horno no está para bollos, como habrá advertido más de un lengualarga, ¡pero no podemos quemar al tipo que no es! ¡No podemos quemarlo si no dijo lo que se supone que dijo! Nuestras sociedades se encuentran en un momento de tránsito respecto al rol tradicional de la mujer, mientras las violaciones y los asesinatos a manos de parejas se siguen produciendo. Pero no podemos caer en vulgares cazas de brujas mediáticas, ni en la tentación de perseguir o pretender desterrar del lenguaje, pistola en mano, todo rastro de machismo de una sola vez, porque estas prácticamente radicales, en nombre del feminismo, lo entorpecen, en vez de allanarle el camino. En medio de un ambiente de terror impuesto por una Policía del lenguaje, dudo mucho que germinen procesos culturales fructíferos. Y esta absurda caza de brujas que tuvo Cordera como chivo expiatorio debería alertarnos del peligro que corre nuestra libertad de expresión en el imperio de la corrección política.
11) Ya absuelto Cordera de los cargos presentados, al menos en este muro, encontramos que hay otras declaraciones existentes y avala el sexo consensuado entre un mayor y una menor, concretamente entre un hombre de treinta y una menor de trece. Controvertidas, porque rozan la pedofilia y afrontan la realidad de que hay menores dispuestas al sexo con adultos, y viceversa, pero que no son tema de esta nota. Lo eran aquellas por las que se denuncia.
12) Pretendía hacer justicia a lo que realmente dijo, pero dedicarle el más mínimo elogio compensatorio a Cordera es imposible, porque si bien trató un tema que en sí mismo puede ser interesante, también es muy delicado, y lo hizo de una manera completamente repulsiva —al menos para mí—, que contribuyó a generar la confusión: “Yo te puedo amar a los 13 años. Te puedo desvirgar como nadie en el mundo… ¡como nadie en el mundo!”.
Maximiliano Figueredo
CI 4.538.374-2
1 https://www.facebook.com/Puriin/posts/10206889409650133
2 https://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-306549-2016-0811.html
3. https://www.youtube.com/watch?v=wlJ967fMb60&feature=youtu.be
4. https://www.youtube.com/watch?v=Om5F6R-nTFo
5. https://www.youtube.com/watch?v=b42_XtYALTM
6. https://www.youtube.com/watch?v=b42_XtYALTM
7. https://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-306549-2016-08-11.html