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El armado del gabinete era un desafío para el gobierno electo integrado por cinco partidos coaligados. Y la tarea se volvió más cuesta arriba cuando al inicio del proceso los socios del Partido Nacional presentaron sus nombres para dirigir los distintos ministerios y en la lista no aparecía ninguna mujer, omitiendo la sugerencia especial que había hecho el comando de Luis Lacalle Pou.
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El presidente electo presentó el lunes 16 al equipo que lo acompañará en el Poder Ejecutivo. Entre los cargos ministeriales (ministro, subsecretario y director general), la profesión que más se repite es la de doctor en Derecho. Pero también hay médicos, economistas, ingenieros, un doctor en Filosofía, una doctora en Historia y un contador.
De esos 43 cargos en el Ejecutivo —que incluye la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, la Prosecretaría y la Secretaría de la Presidencia—, solo siete son ocupados por mujeres. A ellas se suma la vicepresidenta electa, Beatriz Argimón. En el próximo gobierno, asumirán solo dos ministras: Azucena Arbeleche en Economía e Irene Moreira en Vivienda. El segundo gobierno de Tabaré Vázquez comenzó con cinco ministras: Marina Arismendi (Desarrollo Social), Carolina Cosse (Industria), María Julia Muñoz (Salud Pública), Liliam Kechichian (Turismo) y Eneida de León (Vivienda). La administración de José Mujica también inició su gestión en 2010 con dos mujeres en el gabinete: Graciela Muslera (Vivienda) y Ana Vignoli (Desarrollo Social).
De los 43 cargos de confianza, 29 pertenecen al Partido Nacional. A nivel de ministros, siete son blancos, tres colorados, dos de Cabildo Abierto y uno del Partido Independiente.
Fuentes del gobierno electo dijeron a Búsqueda que al comienzo de las conversaciones para conformar el nuevo gobierno, Lacalle Pou planteó a todos los partidos de la coalición que acercaran nombres de mujeres para ocupar cargos. Al principio, la mayoría aportó solo nombres de hombres, comentó uno de los informantes. Otras fuentes dijeron a Búsqueda que hubo al menos dos mujeres que rechazaron cargos ofrecidos por el gobierno electo en distintos ministerios pues priorizaron su actividad privada.
A diferencia del gabinete de Vázquez, la mayoría de los nuevos ministros tiene carrera universitaria. De los 13 futuros secretarios de Estado, 11 tienen título de grado o doctorado. Los otros dos tienen experiencia política como el senador Luis Alberto Heber (ministro de Transporte) y Germán Cardoso (ministro de Turismo). En el caso de Vázquez, ocho de 13 tenían un título.
De los 43 cargos —entre ministerios, Presidencia y OPP—, 17 son abogados. La mayoría de ellos ocuparán cargos en las direcciones generales, un lugar clave para el funcionamiento diario de los organismos. En los ministerios de Interior y de Trabajo, los tres principales cargos estarán ocupados por doctores en Derecho.
El gobierno electo distribuyó un breve currículum de los futuros jerarcas. Allí se observa que varios estarán a cargo de organismos en actividades en las que están directamente involucrados. Por ejemplo, Carlos María Uriarte, futuro ministro de Ganadería, es productor agropecuario, agrícola y ganadero desde 1983. Remo Monzeglio, subsecretario de Turismo, ocupó cargos en importantes hoteles de Uruguay y es director de un instituto de capacitación turística y hotelera. Ignacio Curbelo, futuro director general de ese ministerio, también estuvo vinculado a proyectos turísticos e integró la Comisión Fiscal del Hotel Conrad de Punta del Este.
Distribución de cargos
De los 43 cargos de confianza, 29 pertenecen al Partido Nacional. A nivel de ministros, siete son blancos, tres colorados, dos de Cabildo Abierto y uno del Partido Independiente.
Un trabajo del politólogo Alejandro Guedes, publicado esta semana, indica que la integración del nuevo gabinete es la más proporcional desde 1985. “La representatividad que guarda el gabinete respecto a la configuración de los apoyos parlamentarios que tiene el presidente constituye un factor vital para echar a andar la coalición de gobierno”, escribió Guedes.
El politólogo utilizó el Índice de Congruencia Partidista del Gabinete planteado por el brasileño Octavio Amorim Neto que mide la relación entre la distribución de las carteras ministeriales y el peso político de los partidos que conforman el gobierno. El índice varía entre 0 y 1, donde 1 es la relación perfecta con la representatividad de los legisladores que apoyan al presidente.
A diferencia del gabinete de Vázquez, la mayoría de los nuevos ministros tiene carrera universitaria. De los 13 futuros secretarios de Estado, 11 tienen título de grado o doctorado.
El gabinete de Lacalle Pou, según el índice es de 0,937. Hasta ahora el más alto había sido el de Jorge Batlle (2000-2005) al comienzo de su gobierno, cuando existía la coalición (0,910). El más bajo desde el retorno de la democracia es el actual, el de Tabaré Vázquez, con 0,565.
“El novel gabinete es el más congruente de la historia reciente si consideramos los distintos tipos de gobierno por los que ha transitado el país desde la reapertura democrática (coaliciones mayoritarias, minoritarias, gobiernos de partido mayoritarios o minoritarios). Esto no es casual. Lacalle Pou ganó, pero sabe que debe liderar una coalición que en los papeles luce como una de las más complejas desde la reapertura democrática. Está conformada por cinco partidos —una experiencia inédita en nuestra historia—. A ello hay que sumarles las fracciones en los casos de blancos y colorados”, escribió Guedes.
Señaló que si bien la coalición de partidos totaliza el 56,6% de los apoyos en la Asamblea General, el partido de Lacalle Pou ostenta solo el 31% (40 diputados y 10 senadores). “A modo de ejemplo comparativo, podemos mencionar que cuando el gobierno de Batlle queda en minoría tras romperse la coalición, recibe el 33,8% de los apoyos de la Asamblea General. Entonces era esperable que más allá de nombres y perfiles de los candidatos a ingresar al gabinete, la foto final sea una buena representación de los pesos partidarios en el Parlamento”.