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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáAutor: Luis Alberto Spinetta
He aquí la reedición de una trilogía clave en la carrera de Luis Alberto Spinetta pos Almendra, Pescado Rabioso e Invisible. El título es Only Love Can Sustain, pero fue publicado originalmente en 1979 en Argentina como Solo el amor puede sostener, una pieza semioculta en la extensa discografía de Spinetta, su único disco en el que canta en inglés. Grabado en Estados Unidos para el sello CBS (en Nueva York y Los Ángeles), el disco ostenta una estética netamente setentosa, recostada al sonido negro (R&B, funk, jazz y soul), con una orquestación muy cuidada pero bastante ampulosa, por momentos muy cercana al tono de comedia musical de Broadway. Entre los sesionistas están Abraham Laboriel, Gustavo Bazterrica, Terry Bozzio y Alex Acuña. Más allá de sus virtudes, a Spinetta no le gustó demasiado el experimento y nunca más volvió a recorrer ese camino. Alma de diamante (1980), el debut de Spinetta Jade, cambia el chip a un jazz eléctrico experimental en el que brilló el bajista uruguayo Beto Satragni. La obra más chamánica del Flaco, grabada en los míticos estudios ION, está inspirada en Castaneda y su opus Las enseñanzas de Don Juan, y contiene el hermoso tema homónimo que se transformaría en uno de los máximos himnos spinettianos. Kamikaze (1982) es el más personal de los tres, suena íntimo y acústico, está centrado en la canción y deparó varios clásicos: Kamikaze, Ella también, Águila de trueno, Casas marcadas y la preciosa y atemporal Barro tal vez, compuesta en 1965 por un Luis adolescente, y compañera por el resto de su vida.
Autor: Hugo Fattoruso
Con escasas semanas de diferencia se editaron tres nuevos discos de Hugo Fattoruso, quien a sus 72 se mantiene tan prolífico como siempre. El sello argentino Discos Crack editó, en alianza con Sony, Piano Forever, en vivo en Argentina, y aunque parezca extraño, ahora se editan en simultáneo dos trabajos a dúo del compositor. Uno de estudio, Canciones y Aéreos, de Há Dúo, junto a la percusionista Albana Barrocas. Y el otro en vivo, Montevideo ambiguo, a dúo con Leo Maslíah, que documenta el concierto que dieron en el Teatro Solís en mayo de 2015. La dupla entreteje teclados acústicos y eléctricos con sus voces nasales. El resultado suena por momentos monocorde y algo anacrónico —especialmente por los añejos timbres de teclado de Fattoruso, que tanto le gustan—, pero dentro de esa unidad cromática aflora la personalidad musical de cada uno, y la belleza. Las características sucesiones melódicas de Leo, de fuerte impronta contemporánea, se asocian en el oído con el viaje armónico que propone Hugo. Ya desde el vamos, La papa, de los hermanos Fattoruso, marca la tónica de esta verdadera fusión de dos núcleos fundamentales de la música uruguaya, en la que aportan el ritmo Gustavo Etchenique en batería y Albana Barrocas en percusión. Fattoruso hace Milonga de Nagoya, Corcheas blancas, Mi prima Mabel, Milonga de la Luna y Mosaico ibérico. De Maslíah están Fin de temporada, su reciente Luna sola, Moda retro, Respuestas a un joven poeta y Bailongo. El único tema ajeno a los dos es La casa grande, bella melodía de Eduardo Mateo. Al final, Rossana Taddei junto a Fattoruso cantan una hermosa versión de Biromes y servilletas.
Autoras: Samantha Navarro, Eli-u Pena, Rossana Taddei
Esta bella unión perfumó la música uruguaya en 2012 y 2013 y luego se desvaneció en el aire, entre la vida y los proyectos de cada una de ellas. Rossana Taddei, Samantha Navarro y Eli-u Pena, hija del fallecido Gustavo “Príncipe” Pena, se alinearon en el escenario de El Galpón a fines de 2012 y conjugaron sus repertorios. Luego lo repitieron en Guambia algunas noches más. Taddei y Navarro aportan sus propias canciones (Luz que llega, Mariposa, Adelaida, La planta, Analía, La cosa más rica, entre otras) mientras que Eli-u canta las de su padre, El Príncipe (Bau del aire, Cómo que no, Mandolín, Casual, Mis pagos), un inspiradísimo cantautor cuya estela sigue influyendo a músicos en ambas márgenes del Plata. Las tres se confunden en una sola para armonizar y lograr una sinergia que contagia alegría, optimismo y amor a la música. Ojalá el disco sea una excusa para otra reunión.
Autores: Caetano Veloso y Gilberto Gil
La gira que celebró los 50 años de carrera de estos dos monstruos de la canción popular (a secas, no solo brasileña), es un sencillo y elocuente testimonio musical que recorrió Brasil, varios países de Latinoamérica, Europa y Estados Unidos. Este doble CD registra los conciertos del 22 y 23 de agosto de 2015 en el Citibank Hall de San Pablo, tres semanas antes de reunir a ocho mil uruguayos en el Velódromo. Solos con sus guitarras, los septuagenarios bahianos cantan, sonríen, se escuchan, gozan y se dejan llevar por medio siglo de recuerdos. Back in Bahía, Tropicalia, É luxo só, Sampa, Terra, Super homem, Eu vim de Bahía, Expresso 2222, Esotérico, Toda menina bahiana son algunas de las 28 canciones. Como novedad está As camelias do quilombo do Leblon, tema compuesto durante la gira, inspirado en el abolicionismo de la esclavitud en Brasil y en la ocupación israelí en Palestina. Si estuvo ahí, es bueno revivirlo. Si se lo perdió, esta es la revancha.
Autor: Greg Cheynet
Este intérprete, cantautor y guitarrista francés se radicó en Uruguay en 2007, echó raíces, formó su familia francouruguaya y comenzó a cantar las canciones de Brel, Piaf, Brassens y muchos otros de sus coterráneos en La Chanson, un grupo que trilló la escena montevideana junto al violinista Alvin Pierres y la cantante lírica Lucía Leite, con base en el Museo del Vino. Con esta docena de canciones originales en francés, se lanza al ruedo como compositor, con la producción artística de Andrés Torrón y una banda de nítido formato pop que nuclea a destacados sesionistas como el contrabajista Roberto de Bellis, el baterista Nicolás Parrillo y el violinista Matías Craciun. Además de la edición física, está disponible en Bandcamp a siete dólares. Lo mejor está en las puntas: Grec Ancien y La Sirène, que abren y cierran la placa.
Autor: Jerry Bergonzi
Alejado de los escenarios y más concentrado en la educación y en sus estudiantes, el saxofonista tenor Jerry Bergonzi no deja de tener presencia discográfica. Desde hace un buen tiempo, Bergonzi edita un disco por año para el sello Savant, en trío, en cuarteto o en quinteto. En 2015 llegó este Rigamaroll, donde el estupendo saxofonista, de poderoso timbre y predilección por los registros bajos, a través de ocho temas de su autoría comparte protagonismo con el trompetista Phil Grenadier, el pianista Bruce Barth, el contrabajista Dave Santoro y el baterista Andrea Michelutti.
Autor: Xiu Xiu
Cuando Jamie Stewart, frontman de esta experimental e inclasificable aventura sonora, se obsesionó con Twin Peaks, la serie de David Lynch, eran tiempos del VHS. Llegó al último episodio y el equipo le comió la cinta. Stewart desesperó, arrancó la parte superior del reproductor, arregló la cinta como pudo, compró otro equipo y terminó de ver la serie. De la tristeza y el pánico inicial, al asombro y la satisfacción. Años después, con la temporada 2017 de Twin Peaks en camino, la Gallery Of Modern Art de Australia convocó a Xiu Xiu para que reinterpretara la insuperable banda sonora —creada por el genial Angelo Badalamenti— para la muestra David Lynch: Between Two Worlds. Tras interpretar algunas piezas en vivo —piano, batería, sintetizadores, guitarras—, el experimento fue depurado. Nada es predecible: todo es tan intenso, amenazador, hermoso y radiante como la obra que lo inspira. La versión distorsionada y saturada de Into the night —con clip de Diego Barrera—, puede definirse así: lyncheana.
Autor: Carlos Santana
La tan esperada reunión se concretó. Después de venderle el alma al diablo y llenarse de oro diciendo amén a los productores de moda y cantando con quien pusiera el billete, Carlos Santana volvió a reunirse con los hippies viejos compañeros de su etapa consagratoria, la de Abraxas y la serie Santana. El tecladista y cantante Gregg Rolie, su compañero de la banda Journey, el guitarrista Neil Schon, más el percusionista Michael Carabello y el baterista Michael Shrieve, la formación de Santana III, de 1971, volvió al estudio 45 años después y dieron forma y sonido a estos 16 temas que emulan nítidamente la atmósfera instrumental de aquel combo que deslumbró en Woodstock y consagró a escala global el rock de raíces latinas. La fotocopia es sumamente fiel; incluso la portada evoca al felino que ilustraba el disco debut. El problema hoy con Santana es su credibilidad. Con la tecnología de grabación actual suena espectacular, pero cada nota de sus solos eternos emana el inconfundible aroma de los billetes verdes.