Ese es el panorama que auguran un grupo de consultores, economistas independientes o del ámbito académico que respondieron a una encuesta de proyecciones macroeconómicas para el año próximo que les remitió Búsqueda. Quienes participaron del relevamiento fueron Mercedes Comas (PwC), Michele Santo (Michele Santo y Asociados), Santiago Rego y Bibiana Lanzilotta (Centro de Investigaciones Económicas-Cinve), Alfonso Capurro (CPA/Ferrere), Marcelo Brasca (Universidad de Montevideo), Pablo Moya (Oikos), Gabriela Mordecki (Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración), Marcelo Sibille (KPMG), los consultores Gustavo Michelín y Horacio Bafico —que contestaron en conjunto—, Aldo Lema (Vixion Consultores) y Antonio Elías (Red de Economistas de Izquierda).
Se les pidió estimaciones para siete indicadores: variación real del Producto Bruto Interno (PBI), tasa de inflación de 12 meses a fines de 2014, tasa de desempleo al término de ese año, deuda pública bruta en proporción del PBI, resultado fiscal (primario y global), variación porcentual del tipo de cambio respecto al cierre de 2013 y saldo de la cuenta corriente con relación al Producto.
En promedio, prevén que el PBI crecerá 2,6%, que la desocupación subirá a 6,9%, la inflación se ubicará en 8,2%, el déficit fiscal global trepará a 2,7% del Producto en 2014 (el resultado primario bajará a 0,2%) y el desequilibrio en la cuenta corriente de la balanza de pagos bajará a 4,4%. A su vez, el tipo de cambio aumentará 8,3% —a $ 23,2—.
PBI.
Los datos oficiales conocidos hasta ahora perfilan que el año que termina cerrará con una expansión del nivel de actividad económica algo superior a 4%.
Los economistas encuestados vaticinan que 2014 será otro año de crecimiento del PBI, aunque menor. El promedio de sus estimaciones es de una expansión de 2,6%.
Los más pesimistas son Rego y Lanzilotta, del Cinve, que proyectaron que el crecimiento será de entre 2,4% y 2,8% en el promedio del nuevo año. Michelín y Bafico estimaron un 2,5% y Capurro 2,6%.
Lema optó por manejar un rango de 2%-3%, por lo que también puede considerarse dentro del grupo que hace pronósticos más cautos respecto al nivel de producción de bienes y servicios.
El resto opina que el PBI crecerá 3% o más, con la de Mordecki como visión más optimista; la responsable del área de coyuntura del Instituto de Economía se inclina a pensar que no habrá una desaceleración (4,2%) respecto al año que termina.
La consultora Deloitte, que no participó en la encuesta pero hizo públicas algunas de sus proyecciones macroeconómicas en un reciente evento, estima que el Producto crecerá 3% y que un punto porcentual estará asociado a la puesta en marcha de la fábrica de pasta de celulosa de Montes del Plata.
Desempleo.
Más allá de lo erráticas que son las cifras que divulga mes a mes el Instituto Nacional de Estadística, la tendencia reciente que mostraron fue de un ligero deterioro del mercado laboral. El último registro, correspondiente a octubre, situó la tasa de desocupación en 6,4% de la población económicamente activa, lo que representa unas 112.000 personas.
Todos los analistas encuestados vaticinan que el 2014 terminará con una tasa de desempleo mayor que esa y el promedio de sus opiniones es 6,9%. Brasca, ex subsecretario de Economía y docente de la Universidad de Montevideo, hizo el pronóstico más pesimista (7,5%).
Inflación.
Considerando que se espera para diciembre una ligera deflación por un plan de UTE que premia a clientes buenos pagadores y otros con un descuento en la tarifa, en el año que termina la inflación probablemente se ubique algo por encima de 8%.
Los integrantes del equipo económico de gobierno han identificado la inflación como la variable más preocupante, ya que se mantiene lejos de los niveles esperados por ellos (entre 4%-6% para períodos de 12 meses, aunque ese rango objetivo será llevado a mediados de 2014 a 3%–7%). Pero han dicho que confían que la tasa de 12 meses vaya convergiendo lentamente hacia los guarismos deseados.
Los economistas del sector privado son más escépticos. El promedio de las opiniones es 8,2%, y ninguno cree que la inflación al final de 2014 se ubicará ni siquiera en la parte alta del rango ampliado.
Elías es el que vaticina una mayor alza de precios.
Fiscal.
Las finanzas públicas registraron un déficit equivalente a 2% del PBI en los 12 meses terminados en octubre. Eso son unos U$S 1.060 millones, según las cifras del Ministerio de Economía y Finanzas.
Salvo Mordecki, todos los analistas se inclinan a pensar que ese resultado empeorará el próximo año y en promedio el pronóstico de todos los analistas es de 2,7% del Producto. En este caso, Lema es el que augura el mayor deterioro (3,5%).
Deuda.
El último dato oficial conocido sobre la deuda pública bruta la situó en el equivalente a 57,4% del PBI en junio.
Con excepción de Moya, de la consultora económicofinanciera Oikos, todos los analistas que hicieron estimaciones sobre esta variable (tres no respondieron) prevén que ese ratio se elevará durante el año próximo.
Cuenta corriente.
El balance en el intercambio de bienes y servicios de Uruguay con el resto del mundo fue deficitario para el país en 5,1% del PBI hasta junio, conforme con datos del Banco Central.
Las opiniones de los analistas encuestados respecto a cómo evolucionará el saldo de la cuenta corriente en 2014 son heterogéneas, aunque el promedio es que el déficit se reducirá al equivalente a 4,4%.
Solamente Comas, de PwC, vislumbra una ampliación del desquilibrio (5,5%).
Esa consultora identifica como su “mayor preocupación” en las actividades volcadas al exterior (excluyendo las de productos agrícolas, lácteos y carne) y en las orientadas a la región, que están siendo afectadas por trabas y pérdida de competitividad. En particular dentro de estas últimas, la actividad turística preocupa en forma importante, por todos los derrames y encadenamientos que tiene con otros sectores” y también las actividades portuarias debido a la reciente prohibición dispuesta por el gobierno argentino de que mercadería de ese origen pase por terminales uruguayas.
Dólar.
En materia cambiaria, todos los analistas encuestados proyectan una valorización del dólar en Uruguay durante el próximo año, aunque no coinciden en general en cuánto lo hará. El promedio es 8,3%, lo que supone que a fines de 2014 esa divisa costará unos $ 23,2 (en el circuito interbancario).
Las estimaciones van de un mínimo de depreciación de 4% —en el caso de Capurro— y un máximo de 12%, que es el pronóstico de Brasca y de Lema. En ese extremo, la cotización del dólar rondaría los $ 24 al término del próximo año.
Una valorización de la divisa estadounidense —que ya empezó a constatarse en los últimos meses— forma parte de una tendencia internacional sustentada en la recuperación de la economía de Estados Unidos y el repliegue gradual de la política monetaria expansiva en ese país (con recorte de las compras de activos en el mercado por parte de la Reserva Federal y lo que más adelante sería una suba de las tasas de interés de referencia para su sistema financiero).
“La suba de tasas de interés internacionales y el menor flujo de fondos del exterior no será un problema para el país —como sí lo será para otros— dado los sólidos fundamentos financieros que muestra Uruguay; las amenazas provendrán de la pérdida de competitividad y un nuevo encarecimiento de los costos en dólares”, comentó Moya.
Para PwC, “evitar mayores caídas en la competitividad es un tema clave para no profundizar la desaceleración de la actividad”. Se trata, según esa consultora, de un “desafío importante considerando las dificultades existentes para bajar la inflación en el corto plazo”.