A medida que crecen las compras chinas de carne vacuna de Uruguay, los consumidores locales pasaron a tener un nuevo, y, sobre todo, gran competidor a la hora de comprar el tradicional asado. En pocos años el gigante asitático pasó a ser el principal mercado para uno de los más importantes rubros de exportación del país y “lo seguirá siendo en el corto plazo”, dijo a Campo el director de Tacuarembó Marfrig Group, Marcelo Secco.
Señaló que “la mayor colocación de carne uruguaya en ese mercado se dio por la venta de cortes congelados y productos con hueso, como el asado”.
El consumidor de esa nación asiática utiliza ese corte cárnico para hacer comidas de olla, tipo guisos, ya que no tienen la costumbre de cocinar en la parrilla, como es habitual en Uruguay y otros países de la región, comentó.
En cuanto a los productos que componen los embarques a China, mencionó “los cortes del delantero (aguja, cogote, bife ancho), trimmings (trozos remanentes), algo de bola de lomo, nalga, peceto y carne con hueso, pero principalmente el incremento de la demanda china ha sido en cortes congelados y productos con hueso, como el asado”.
“Ese canal de comercialización de asado en China permitió ponerle un precio base a ese corte (en el mercado interno) y evitar las fluctuaciones marcadas que tenía en ciertos momentos, como suele ser en las fiestas de fin de año”, señaló.
China ocupa el primer lugar en cuanto al volumen de carne bovina exportada con 26% del total, y en montos figura en segundo puesto, detrás de la Unión Europea, porque el mercado chino demanda cortes de todo tipo y de valores inferiores.
El precio promedio de la tonelada de carne bovina exportada a China es de U$S 3.000, que representa casi U$S 1.000 menos que el ingreso promedio del total de las exportaciones de ese producto y U$S 4.000 menos que el valor pagado en Europa, según datos del Instituto Nacional de Carnes (Inac).
Indican que las exportaciones de carnes y productos derivados a China se incrementaron de 96.000 toneladas en 2009 a 148.000 toneladas en 2013.
El año pasado, las exportaciones del sector cárnico a esa nación llegaron a U$S 392 millones, de los cuales U$S 265 millones corresponden a carne bovina, U$S 62 millones a menudencias y el resto se reparte en ventas de carne ovina y productos derivados de la carne.
De acuerdo con esa fuente, en el primer semestre de 2014 el monto de las exportaciones de carne vacuna alcanzó U$S 144 millones, lo que significó unos U$S 12 millones más que en igual período del año pasado. Si se mantiene esa tendencia en la segunda parte del año, eso significará un nuevo récord en las colocaciones de ese producto en el gigante asiático.
Para Secco, si bien desde la óptica de los exportadores por ahora “China no es la salvación”, sí consideran que “es un mercado muy importante porque viene creciendo a un nivel de 20% anual en la demanda de carne vacuna” uruguaya.
Riesgos y desafíos
Pese a esa tendencia creciente, para Secco no se corre el riesgo de generar una dependencia china en la carne, “porque la canasta de mercados tiende a un equilibrio entre Europa, Estados Unidos y otros destinos”. El Mercosur, Israel y Rusia llevan cerca de 10% cada uno del volumen de ese producto exportado en este año, según Inac.
Otro aspecto considerado por empresarios consultados por Campo es la competencia que tiene la carne uruguaya en China. Mencionaron el potencial de la carne de India, que ingresa a ese mercado, y la probable autorización para que la carne brasileña también pueda entrar.
“Es cierto que no estamos solos y si Brasil logra el ingreso directo a ese mercado con carne congelada, desplazaría en parte a ese producto uruguayo por la diferencia en los precios”, dijo el director del Tacuarembó Marfrig.
Advirtió que “de todos modos, la demanda china seguirá siendo constante y firme para mantenerse como el principal mercado en los próximos años”.
Comentó que en los meses recientes Rusia tuvo un repunte en la compra de ese producto uruguayo pero luego se cayó porque hay otros competidores, como Brasil y Paraguay.
A diferencia de lo que sucedió en ese mercado, en China y en Estados Unidos la carne de esos países no pueden acceder por problemas sanitarios y otras condiciones, lo que favorece la comercialización del producto uruguayo.
Respecto a los desafíos para mejorar el posicionamiento en esa plaza, Secco dijo que “en China existe un renglón de mercado de alto poder adquisitivo para colocar carne, que hoy es abastecido por Australia porque está más cerca, lo que beneficia la provisión de un producto más fresco”.
“Una cosa es tener un producto que desde su elaboración tiene entre 90 y 120 días de vida útil y que tenga 40 días de tráfico o 12 días, y esa diferencia de casi un mes es perdida por el importador para comercializar la carne”, explicó.
Advirtió que “eso no es un impedimento para exportar carne uruguaya, pero sí es una desventaja que debemos sortear”.
“Hasta ahora, como Uruguay coloca los cortes cárnicos de alta calidad en los cupos europeos Hilton, 481 (de animales terminados con granos), de EEUU y algo en Brasil, no hay todavía una presión por explorar eso en el mercado chino”, comentó.
Para los empresarios consultados por Campo, en la medida en que ese mercado se siga desarrollando será un desafío para los exportadores uruguayos ingresar a ese segmento con carne enfriada y lograr identificar a un cliente dispuesto a correr el riesgo compartido de tener un producto de menor vida útil y de igual calidad que el australiano.
“El segmento de alto poder adquisitivo no es hoy, y parece no serlo en el corto plazo, el gran atractivo del mercado chino”, opinó el ejecutivo del Tacuarmbó Marfrig.
Reconoció que “existe un desarrollo gastronómico y hotelero con cocina internacional y hay una demanda de proteínas de origen animal en un segmento de poder adquisitivo, por un contagio de la cultura occidental en los hábitos de consumo de la carne”.
“Eso está creciendo, al igual que existe un mercado para vender automóviles lujosos como Porsche y Lamborghini”, contó a modo de identificar la oportunidad de negocios.