Los gobiernos del Frente Amplio y las ideologías

Estamos viviendo un momento histórico en la historia nacional donde se cierra un periodo de 15 años de gobierno inicialmente moderado y culminado en radicalización tal que ni sus propios votantes lo hubieran imaginado.

Una vertiente más es antimilitarismo, que más que una ideología es una revancha de resentido. Esta política de gobierno fue tal vez la que más contradicciones les dio, pues odiando el uniforme lo necesitaron imperiosamente, es más, la población lo ve muy bien cuando tienen que actuar en inclemencias climáticas agudas, en paros de la limpieza, en misiones de paz, en la custodia de la franja territorial de 20 km, en la soberanía de nuestra reciente ampliación del mar territorial, en la custodia no corrompida del perímetro carcelario. Igualmente, esta minoría castrense recibió todo el embate de tergiversaciones usando el pálido argumento de la caja militar como responsable de que las cuentas no cierren. Disonancia cognitiva, diría Pedro Bordaberry.

Ahora le toca el turno a la “ideología populista” que tomara su bandera luego del desplome del mundo soviético maravilloso. Aquí el postulado es el socialismo del siglo XXI, con la idea descabellada de “crecer con inclusión”, es decir mientras todo marcha bien se reparte la torta agrandada. Resultó que la torta dejó de crecer y se siguió con el reparto. Las consecuencias: déficit fiscal, recesión, desempleo, caída total de inversiones, país en riesgo. Mala idea.

Esta ideología que sigue ha sido impactante, pues promovió un cambio de paradigma no evolutivo sino más bien por decreto (…dijera Domenech: en cualquier momento nos obligan a ser homosexuales). Es la ideología de género. Según ella, el varón es un macho cruel y abusivo cuyo propósito es dominar en todas las formas posibles a la hembra y si no obedece, matarla. La frase “es mía o de nadie” es la de cabecera de las ONG feministas que impulsan este concepto. Anualmente, los femicidios están en el entorno de 24 casos, así que son 24 los machos asesinos que tenemos. Respecto a los más de 400 asesinatos existentes en igual periodo y el hecho de que la causal más relevante de estas muertes son el ajuste de cuentas, es que el gobierno desestimó el planteo de las ONG de “emergencia nacional femicida”.

Entramos en un área altamente sensible, la “ideología de los derechos humanos”. Aquí se hizo particular hincapié en los detenidos desaparecidos, que rondan las 196 personas, considerando quienes desaparecieron en Argentina, si fuera solo en Uruguay estarían en el orden de 32 personas, según la Comisión Ramela. El reciente informe de la comisionada Bachelet sobre Venezuela reporta 7.500 muertos en las más variadas formas y nuestros gobernantes hablan de democracia ejemplar, es decir los derechos humanos son distintos si hablan de mi amigo. Una tragedia ideológica muy parecida a la del Partido Comunista, desconociendo atrocidades del régimen o al Partido Socialista disimulando sus organismos de inteligencia al servicio de la KGB. Montevideo Portal, en su edición del 30.07.2019, informa que en los últimos 5 años desaparecieron 71 mujeres, de las cuales el 34% son niñas de entre 13 y 18 años. Al ser desaparecidos por trata de blancas no tienen el paraguas de la ideología de derechos humanos ni les repartieron US$ 60 millones como a los otros o les dieron asistencia de salud gratuita de por vida a los nietos de aquellos.

La que sigue, más que una ideología es una payasada, la ideología del lenguaje inclusivo, según la cual debemos agregar género a las palabras y terminar con el masculinismo de “todos” pasando al “todas” y “todes”. En su visita a Montevideo, el académico Villanueva, de la RAE, fue consultado sobre esta moda y diplomáticamente dijo que cada país elige su forma de expresarse. ¡¡¡Leyendo entre líneas, lo que dijo es que “si Uds. quieren ser estúpidamente ignorantes y no reconocer el chateo a pura K y símbolos matemáticos reemplazantes de palabras y como si fuera poco descartar nuestra dilatada experiencia en el manejo del idioma, allá ustedes!!! Sugiero pues que todas las mujeres que se llamen Rocío pasen a llamarse Rocioa o Rocie, digo.

Esta ideología nos costo un Perú. Es la que sostiene el PIT-CNT: “Las empresas del Estado no son para obtener dividendos, su función es social”, o sea, están para llenarlas de gente que no consigue empleo. El resultado se vio en la monopólica Ancap, donde Juan Pueblo tuvo que tapar un agujero de US$ 900 millones de capitalización y no solo por mala gestión sino para cubrir el 25% de los números rojos de Alur, con sus decenas de cubanos en Bella Unión. Peor lo de la ANP, que recibió a los extremistas de Fripur para evitar el conflicto social de los negociados de mujica. Aquí fueron 900 radicales con todas sus complejidades. Mal negocio.

La que sigue da mucha pena…: la “ideología revolucionaria de la justicia social”. Y digo que fue una tristeza pues me resultó impactante ver el asalto a la sede de la Suprema Corte de Justicia para impedir el reemplazo de una jueza parcializada o, peor aún, la complicidad de Cancillería en el affaire “María no se va”, reteniendo en el Consulado a las personas del caso en un enfrentamiento con la Justicia española inédito. Muy triste, demasiado triste.

La frutillita fue la “ideología del empoderamiento”, canalizada a través de sindicalistas en el Parlamento, sindicalistas en la gobernanza de la educación o en la salud, el derecho de huelga extendido a la ocupación de instalaciones. El resultado, a todas vistas: más de 15 leyes declaradas inconstitucionales por precariedad técnica (vaya un homenaje a la boca con su disparate jurídico, la ley de responsabilidad penal empresarial), la educación en caos, la salud al mando de la mafia de Susana Muniz y sus compinches desvalijando el Hospital Maciel, el cierre de las grandes empresas.

Esta ideología me da placer…: “Las multinacionales que nos roban”. Aquí hay que aclarar que hablamos de capitalismo cruel, no de las multinacionales ideológicas como la Unasur, la Internacional Socialista o el Foro de San Pablo, que son allegados. Me refiero a las dos multinacionales más ladronas: la FIFA y UPM. Esta última en particular logró un trato tan socialista, tan contemplativo, tan de bajarse los lienzos con concesiones permisivas de todo tipo, que es un mojón en la historia del PIT-CNT. Aquí la dureza del discurso de barricada o la grieta oligarquía vs. pueblo se transmutó en un cariñoso…”te entiendo, amigo, no tenés que preocuparte”.

Sin duda que todas estas ideologías imperantes no son de autoría nacional, pero el pensamiento binario del líder plancha con su frase… “así como te digo una cosa te digo otra” marcó camino a los que se están yendo.

Cap. de Navío Gerardo Lebel