En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
+
Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad
Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.
Suscribite a Búsqueda
DESDE
UYU
299
/mes*
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
“Hoy en día se ve (que) la educación no es la misma que teníamos hace sesenta años. (...) En treinta años hay un cambio tremendo, en la falta de educación, en falta de respeto a los mayores”, dijo una señora cuando le preguntaron para una investigación académica sobre la relación con los más jóvenes. Sin embargo, las nuevas generaciones tienen más años de educación que sus padres y abuelos y hoy son muchas más las mujeres que acceden a la universidad. Ese no es el único cambio: menos de una cuarta parte de los jóvenes se casan —en un fuerte contraste con generaciones anteriores— y son pocas las mujeres que hoy dicen que su principal ocupación es ser “ama de casa”.
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Estos contrastes surgen de una investigación llamada “Envejecimiento y generaciones en Uruguay: perfil sociodemográfico y representaciones sociales”, que elaboraron Mariana Paredes, Mathias Nathan y Fernando Berriel. Este trabajo forma parte del libro “La sociedad uruguaya frente al envejecimiento de su población”, presentado la semana pasada.
En el trabajo, los investigadores analizaron los perfiles sociodemográficos de varias generaciones de uruguayos y realizaron comparaciones entre ellas. Los autores clasificaron cuatro grupos según el período de tiempo en el que nacieron: 1930-1944, 1945-1959, 1960-1974 y 1975-1989.
Uno de los principales cambios constatados entre las diferentes cohortes generacionales es el del ingreso de la mujer al trabajo formal. Por ejemplo, mientras que el 36,7% de las mujeres de la cohorte 1930-1944 se encontraba activa en su juventud (año 1963), el 74,8% de las mujeres de la cohorte 1975-1989 estaba en esa condición en el año 2009. “Por lo tanto, la llegada de las nuevas generaciones estuvo acompañada por un ingreso masivo de las mujeres al mercado de empleo y el abandono paulatino del rol tradicional de ‘amas de casa’ asociado al modelo bread-winner (que lleva el pan a la casa) del varón proveedor”, afirman los autores. Hoy solo el 17% de las jóvenes se declaran como “ama de casa”, mientras que un 60% de las mujeres de la cohorte 1930-1944 se dedicaban a quehaceres del hogar de forma exclusiva en su juventud y adultez.
Los cambios también se observan en la educación. Los investigadores dicen que las nuevas generaciones de estudiantes se mantienen dentro del sistema en promedio muchos más años que los estudiantes de las anteriores.
“A pesar de que actualmente se afirma que el sistema educativo uruguayo está en crisis debido a la importante proporción de adolescentes que desertan antes de culminar el bachillerato —entre otros motivos—, lo cierto es que los jóvenes de hoy en día se mantienen dentro del sistema en promedio muchos más años que las generaciones anteriores”, dicen los autores. Esto contrasta con la opinión de las personas adultas que, entrevistadas para esta investigación, cuestionaron la falta de educación de las generaciones más jóvenes.
Además, las mujeres más jóvenes alcanzaron un nivel educativo alto (bachillerato, secundario o terciario) en “mayor proporción que los hombres”. Mientras que en la generación de nacidos entre 1930 y 1944 la diferencia porcentual entre personas que alcanzaron bachillerato o educación terciaria es de dos puntos a favor de las mujeres, entre los nacidos en el período 1975-1989 es de 11 puntos.
Menos casados.
Los autores también analizaron el estado conyugal de las personas. El relevamiento confirma que las generaciones más jóvenes prefieren la unión libre al casamiento. En 2009, el 50% de los nacidos entre 1930 y 1944 estaban casados, el 5,1% en unión libre, el 12,4% divorciado o separado, el 26,3% viudo y un 6,3% soltero. En la siguiente generación, el 58,4% estaba casado y en la de 1960-1974 lo estaba el 51,7%. En tanto, en la última generación estudiada, solo el 19,1% estaba casado, mientras que el 30,5% estaba en unión libre, el 8,4% divorciado y el 41,8% en soltería.
“Lo que podemos afirmar con los datos obtenidos es que existe un cambio sustantivo entre las generaciones en lo que respecta a la formación de uniones, que está más vinculado, al ‘formato’ y no tanto al timing. Mientras que en las generaciones viejas el matrimonio era el mecanismo que daba inicio a la convivencia en pareja, en las generaciones recientes han cobrado creciente importancia las uniones consensuales”, afirman los tres investigadores en el trabajo.
Agregan que las generaciones recientes “tienen una mayor predisposición a separarse/divorciarse que las generaciones anteriores: uno de cada diez de los jóvenes actuales se encuentra en esa condición y uno de cada cien entre los jóvenes de 1963 (actuales viejos)”.
Por otro lado, la viudez sigue observándose como una “situación mucho más frecuente en las mujeres que en los varones, que tienden mucho más a recomponer su situación conyugal, aumentando el guarismo de los casados en la población masculina”.
¿Y cómo son los arreglos familiares? ¿Sigue vigente la imagen de varias generaciones conviviendo en un mismo hogar? Los investigadores sostienen que “hay una clara tendencia al aumento de los hogares unipersonales que acompaña el proceso de envejecimiento demográfico que está experimentando el país”.
“Las mujeres son quienes integran mayoritariamente este tipo de hogares, dado que cuentan con una esperanza de vida mayor a la de los hombres. En segundo lugar, la participación de los adultos mayores en arreglos familiares extendidos ha experimentado una drástica y sostenida reducción en las últimas décadas”.
“Desde un punto de vista intergeneracional, la reducción relativa de las personas de 65 a 79 años en los hogares extendidos y su aumento en hogares unipersonales sugiere, como hemos mencionado, la hipótesis del ‘acortamiento vertical’ de los hogares uruguayos: conviven simultáneamente menos generaciones que en el pasado —explican los autores—. Los hogares extendidos han tenido vital importancia en la vida de la cohorte 1930-1944, dado que los mismos funcionaban a modo de estructura de apoyo y cuidado de los familiares dependientes”.
