Luis Lacalle Pou, Pedro Bordaberry y una relación “fría” de cara a una cada vez más probable segunda vuelta en noviembre

escriben Federico Castillo y Daniel Lema 

Estaban sentados en la mesa principal del Club de Golf en un almuerzo en homenaje al Centro de Navegación celebrado el lunes 28 de julio. El candidato blanco Luis Lacalle Pou en un sector, el candidato colorado Pedro Bordaberry en otro, en el medio de ellos algunos empresarios, el ex ministro de Transporte Víctor Rossi y el candidato por el Partido Independiente, Pablo Mieres. Varios de los presentes advirtieron durante ese almuerzo que la relación entre los actuales líderes de la oposición no era todo lo fluida que podría ser. Les llamó la atención que casi no había diálogo, que el trato era más bien protocolar, que no hubo más que un formal apretón de manos. En otra reunión celebrada en el mismo Club de Golf meses atrás —un almuerzo de la Unión de Exportadores— un fotógrafo le pidió que posaran juntos. Lacalle Pou aceptó, pero Bordaberry se desentendió, eludió el pedido y la foto no salió.

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