La construcción de 50 casetas de guardavidas a un costo de unos US$ 14.000 cada una generó polémica y cuestionamientos a la Intendencia de Maldonado.
La construcción de 50 casetas de guardavidas a un costo de unos US$ 14.000 cada una generó polémica y cuestionamientos a la Intendencia de Maldonado.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEl arquitecto Mauricio Tejera defendió una y otra vez la decisión porque, entre otros argumentos, era lo que pedían los guardavidas para su propia seguridad y para poder brindarles garantías a los bañistas. Según dijo Tejera a Búsqueda, “seguridad” fue la orden que le dio el intendente Enrique Antía al planificar la temporada de playas. Por eso, informó el jerarca, las casetas son solo el primer paso en una serie de inversiones que la comuna planea realizar para cumplir con el objetivo de garantizar playas seguras para los miles de turistas que se acercan a Maldonado en verano.
El proyecto de inversión en seguridad de las playas de Maldonado, como lo definió Tejera, tiene en carpeta diferentes opciones que involucran desde la instalación de inhibidores de rayos hasta la compra de motos de agua, tablas eléctricas y torpedos a control remoto para que los guardavidas tengan una cobertura mayor y más rápida.
Tejera explicó que esta decisión se basa en el resultado de encuestas a turistas que llevaron a Antía a observar que “en un altísimo porcentaje de casos” eligen como destino los lugares donde “se sienten más seguros”. “Estamos muy lejos del ideal pero mucho mejor que al comienzo del período”, dijo.
El primer paso fue la reposición de casetas de guardavidas. Este año se instalaron 45 nuevas y quedó un resguardo de otras cinco para eventualidades que puedan surgir. Por ejemplo, en 2016 un temporal arrasó con 11 casetas y otras inclemencias del tiempo le costaron algunas más construidas años atrás. El proceso se completará en la próxima temporada, cuando se terminen de reponer otras 34 casetas que cubrirían los 110 kilómetros de costa que tiene Maldonado.
Un segundo paso es brindar más garantías a los guardavidas. Si bien todas las casetas tienen equipos de radio, Tejera dijo que se comprarán seis handies de Antel con fibra óptica para la próxima temporada. Para este año se incorporarán nuevos equipos médicos básicos que consisten en camilla con fijadores, cánulas, aspirador manual, oxígeno manual con reservorio y se capacitará a los guardavidas.
El siguiente nivel de inversión consiste en la compra de vehículos. Hasta ahora, la comuna cuenta con una camioneta, que será sustituida por cuatro móviles de emergencia, uno por zona, con médico a bordo. Esto facilitará los traslados de las “claves rojas”, que son ahogados y personas con infartos en las horas de mayor afluencia en las playas.
Tejera dijo que se proyecta que el ahorro de lo que se gasta ahora en traslados pague el servicio de cuatro ambulancias. Además, la incorporación de los vehículos mejorará la eficacia, debido al tránsito que hay en el balneario entre esas horas.
La intendencia compró también seis equipos desfibriladores e irá incorporando más hasta completar las 84 casetas. Los guardavidas fueron capacitados en el uso de esos equipos, y ya se pusieron en uso, lo que permitió salvar la vida a dos personas en lo que va del verano.
También está previsto la colocación de inhibidores de rayos. El año pasado, una persona murió a causa de que un rayo le cayó encima en las playas de Montoya y por eso la comisión de guardavidas hizo especial hincapié en que se atendiera ese tema. Se colocará uno en cada caseta y Tejera ya advirtió que “el costo será elevado” y rondará los US$ 5.000.
Otras opciones que tiene a estudio la Intendencia de Maldonado son la compra de torpedos de asistencia al rescate, en especial para implementarlos en la zona de la playa Brava.
Se trata de máquinas a batería que permiten llegar a una persona cuatro veces más rápido y que, además, pueden ser operados a control remoto, lo que brinda mayor cobertura. Mientras un guardavidas realiza un rescate de manera tradicional, otro puede, al mismo tiempo, enviar el torpedo. Según explicó Tejera, este equipo tiene un costo superior a los US$ 20.000.
Por último, una tercera opción que maneja la comuna, aunque se analiza como la menos viable en este momento, es la compra de motos de agua y tablas eléctricas para apoyar el trabajo de los guardavidas. Tejera dijo que las tablas son una mejor elección, ya que las motos son “menos prácticas, dado el ambiente de trabajo y el alto costo de mantenimiento”.