Dos eventos genéticamente modificados —uno de soja, de BASF, y otro de maíz, de Monsanto— avanzaron a la “etapa final” en su proceso de autorización por parte del Gabinete Nacional de Bioseguridad del gobierno, dijeron a Búsqueda fuentes oficiales.
Dos eventos genéticamente modificados —uno de soja, de BASF, y otro de maíz, de Monsanto— avanzaron a la “etapa final” en su proceso de autorización por parte del Gabinete Nacional de Bioseguridad del gobierno, dijeron a Búsqueda fuentes oficiales.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEsas empresas pretenden lograr el permiso para la producción y comercialización de semillas que contengan esos eventos transgénicos con destino al “consumo directo o su procesamiento” en el país, según la documentación que presentaron.
Tras superar las instancias previas que comprenden una serie de evaluaciones de riesgos e impactos ambientales, económicos y comerciales, además de la consulta pública obligatoria, la Comisión para la Gestión de Riesgo elevó al Gabinete de Bioseguridad los informes técnicos “sin incluir una recomendación” respecto a la liberación o no de los dos eventos: maíz (MON 89034 x MON 88017, resistente a aplicación de glifosato y protege al grano de insectos lepidópteros) y soja (CV 127, resistente a ciertos herbicidas utilizados para combatir las malezas en el campo), dijeron.
A partir de los análisis de riesgo correspondientes, los ministros integrantes del Gabinete —Agricultura, que lo preside, Economía, Relaciones Exteriores, Medio Ambiente y Salud Pública— deberán resolver si autorizan o no esos transgénicos.
En los últimos años el gobierno liberó más de una docena de eventos genéticamente modificados, que en su mayoría están vinculados a la producción y comercialización local de soja y maíz, en algunos casos para ensayos de investigación, y en otros para su producción y exportación a Estados Unidos en régimen de contraestación.
De hecho, la expansión agrícola de la última década se sustentó en las plantaciones de soja transgénica, que abarcan más de un millón de hectáreas. El primer evento autorizado en Uruguay fue la soja RR en 1996, que es resistente al herbicida glifosato.