Así, con una sarta generosa de adjetivos, describe el prestigioso penalista Miguel Langón, en un libro publicado en 2009, a su cliente Miguel Sofía Abeleira, un primario absoluto indagado por la Justicia por participar en dos homicidios, dos desapariciones y decenas de atentados perpetrados por grupos paramilitares de derecha a comienzos de la década de 1970.
Made in Brazil
Bastante antes de que existiera el Plan Cóndor, grupos de civiles, militares y policías emplearon la táctica importada de Brasil y Guatemala de golpear a la retaguardia para desmotivar nuevos ingresos al MLN-Tupamaros y desmoralizar mediante el terror a quienes para ese entonces habían asesinado a decenas de agentes policiales.
Firmaron sus ataques con varios nombres (Comando Caza Tupamaros y Defensa Armada Nacional, entre otros) pero fueron conocidos con la denominación genérica brasileña: “escuadrones de la muerte”.
A pesar de las evidencias, Sofía, que en 1971 tenía 23 años, ha negado no solo su participación en esas organizaciones terroristas instrumentadas desde el Estado, sino incluso haber integrado la ultraderechista Juventud Uruguaya de Pie (JUP), que tenía existencia pública.
Según Langón, “no existe el menor atisbo de prueba” que justifique iniciar actuaciones judiciales en su contra. Pero la familia de las víctimas y el fiscal Ricardo Perciballe, ya en 2008, opinaban lo contrario y la desaparición de Sofía durante casi una década, hasta que fue detenido el martes 8 en Montevideo portando un documento de otra persona, parece confirmar la acusación.
Bardesio, la CIA y el G2 cubano
Aquel fue sin duda un día de suerte para Miguel Sofía. Estar atento a la radio, reflejos rápidos y la llegada a la zona de una oportuna patrulla del Departamento 6 de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia (DNII) lo salvaron.
Los policías se tirotearon con los tupamaros a los que se les quedó el vehículo cuando iban a matarlo en su casa ubicada cerca de General Flores e Industria.
Otro que se salvó porque esa noche no durmió en su casa fue el director de la DNII, Víctor Castiglioni.
Ese 14 de abril de 1972, al día siguiente de un paro general de la Convención Nacional de Trabajadores, el MLN-T cayó en una emboscada y provocó su propia derrota militar cuando ejecutó el Plan Hipólito y asesinó a cuatro presuntos integrantes del Escuadrón de la Muerte e hirió al menos a dos.
En el libro Sendic, del periodista Samuel Blixen, se recogen varias posturas críticas antes de la ofensiva. “Vamos a ir a un enfrentamiento con el Ejército. Yo no estoy muy de acuerdo, pero los compañeros han decidido eso”, recordó el tupamaro Germán González acerca de una conversación que tuvo con Raúl Sendic.
Los tupamaros caídos en esa sangrienta jornada fueron ocho. Dos de ellos —Nicolás Gropp y Norma Pagliano— murieron esa mañana en el enfrentamiento que se produjo en el Cerrito de la Victoria, cerca de la casa de Sofía. Los agentes de Inteligencia, seguramente con la sangre caliente por las bajas sufridas minutos antes, remataron al hombre con un disparo en la frente y llevaron al Hospital Militar a la mujer.
La versión de que el mismo día que mataron en diferentes puntos de Montevideo y Las Piedras a Armando Acosta y Lara, al capitán de corbeta Ernesto Motto, al subcomisario Oscar Delega y al agente Carlos Leites, también iban por Sofía, nunca fue confirmada de manera oficial.
Sin embargo, Blixen —que integró el comando que mató a Acosta y Lara— lo da por un hecho en la biografía de Sendic publicada en 2000.
A su vez, Langón afirma en una respuesta a su cliente: “Ud. fue condenado a muerte por el MLN (sin proceso y sin posibilidad alguna de defensa)” y “el día que se llevó a cabo la ofensiva tupamara” también “se pretendió atentar contra su vida, fracasando el conato por la intervención de la autoridad”.
Para que se produjera el baño de sangre del 14 de abril, poco después de comenzado el gobierno de Juan María Bordaberry, tuvieron que ocurrir algunos hechos vinculados con la intervención de Estados Unidos para frenar el crecimiento de la izquierda.
Un año después de la muerte del asesor policial estadounidense Dan Mitrione en manos de los tupamaros, los escuadrones de la muerte estaban operando a todo trapo y el 17 de abril mataron a ocho comunistas en la seccional 20 del Partido Comunista, donde resultó herido de muerte un capitán del Ejército.
Además del Club Naval y la Oficina de Estadísticas, Contralor y Difusión (OECD) que dirigía el inspector retirado Jorge Grau, otro de los centros donde se planificaban las operaciones paramilitares estaba ubicado en un estudio fotográfico del Parque Rodó.
A través del G2, la inteligencia cubana, que había tenido durante años a un agente infiltrado en la estación de la CIA en Montevideo, los tupamaros recibieron la información de que el fotógrafo policial Nelson Bardesio, que trabajaba para los estadounidenses y dirigía el estudio Sichel, en Bulevar España 2291, era un eslabón débil que podía aportar información.
En febrero de 1972, mientras estaba en el estudio, Bardesio fue secuestrado por un comando del MLN-T y fue liberado luego de permanecer 100 días en cautiverio. Antes firmó una declaración donde dejaba al descubierto casi toda la estructura clandestina.
Colorados
Los nombres involucrados fueron no solo de policías y militares, sino también de políticos colorados en el gobierno. Iban desde el ministro del Interior de Jorge Pacheco Areco, Santiago de Brum Carvajal, los subsecretarios Acosta y Lara y Carlos Pirán, el misterioso paraguayo Ángel Pedro Crosa Cuevas, hasta oficiales del Ejército y la Armada, como el general retirado Juan Pedro Ribas o los capitanes Mario Risso y Jorge Nader así como oficiales y agentes policiales de menor rango.
Sofía figuraba en ese relato arrancado bajo presión como “principal colaborador” y hombre de confianza de Crosa. Tenía su propio grupo compartimentado, operaba con el nombre de guerra de José y era frecuente visitante del despacho de Acosta y Lara en Mercedes y Julio Herrera y Obes.
Según el relato, fue parte, entre otros crímenes, de la muerte y desaparición del joven Héctor Castagnetto, el 17 de agosto de 1971.
Con diferentes firmas y operando en cinco grupos clandestinos, con logística del Estado y armas y explosivos traídos desde Paraguay, Brasil y Argentina, el Escuadrón mató también a Ibero Gutiérrez. En julio de 1971 habían desaparecido a Abel Ayala.
Ibero Gutiérrez fue asesinado y abandonado cerca de Paso de la Arena mientras Bardesio aún estaba en manos de los tupamaros.
Otro de los objetivos de los paramilitares era influir en la campaña electoral de 1971 mediante el terror, y eso llevó a realizar atentados con explosivos en locales políticos y casas de personalidades de izquierda, en especial de abogados como Arturo Dubra y María Esther Gilio.
El ahora detenido en la cárcel de la calle Domingo Arena, aunque niega haber integrado los “grupos de tareas”, reivindica su condición de militante del Partido Colorado. De hecho integró los padrones partidarios hasta 2010, cuando su nombre ya muy “quemado” fue depurado coincidiendo con el hecho de que comenzó a estar en listas de buscados por Interpol.
Dos años después, una persona llamó a la Casa del Partido Colorado para saber si Sofía podía reingresar a la vieja colectividad. La entonces secretaria general, Martha Montaner, analizó el tema y entendió que Sofía no cumplía con los requisitos para ser afiliado. Así se lo transmitieron a la persona —quizás el propio interesado— cuando volvió a llamar.
El argumento esgrimido una y otra vez por Langón era desacreditar las declaraciones de Bardesio, detenido en 2008 en Buenos Aires, extraditado, luego procesado en Uruguay y ahora en prisión domiciliaria. La defensa argumentó que la causa incoada a partir de las declaraciones en condiciones irregulares de este agente que había sido entrenado por la SIDE en Argentina no tiene valor, ya que se aplica “la doctrina del fruto del árbol envenenado o emponzoñado”.
Sobre un punto el abogado tenía razón: en 1972 Bardesio había declarado en la “cárcel del pueblo” bajo presión, sin defensa legal y a menudo con un revólver amartillado y con el caño apoyado en la cabeza.
Pero ya entonces y también 36 años después, los hechos habían sido confirmados ante la Justicia. Y no solo por Bardesio, sino por los cubanos, los historiadores, el entonces jefe de la inteligencia militar, Ramón Trabal, el senador Juan Pablo Terra (ver recuadro) y hasta documentos desclasificados de Estados Unidos.
“Un pituco que entraba y salía del despacho del subsecretario del Ministerio del Interior” Acosta y Lara. Así describió a Sofía el policía Pedro Walter Freitas en 2008 al semanario Brecha.
Freitas fue uno de los procesados por pertenecer a esa estructura ilegal que también habían integrado los entonces jefes de los departamentos 5 y 6 de la DNII, Hugo Campos Hermida y Juan Pedro Macchi, ya fallecidos.
Luego de que el pasado jueves 10 Sofía fuera enviado a prisión preventiva en el marco de la causa que lo investiga por homicidio muy especialmente agravado, desaparición forzada y asociación para delinquir, el abogado que asumió su defensa —tras el fallecimiento de Langón—, Miguel Martínez Chaer, presentó, un recurso de inconstitucionalidad alegando la prescripción de los hechos.
En 2009, la Justicia confirmó el procesamiento de Freitas y Bardesio por homicidio muy especialmente agravado extendiendo la prescripción por razones de peligrosidad.
El ahora detenido había tomado el camino de negar todo y presentarse como un dispendioso empresario con tres títulos universitarios.
“No existió un escuadrón de la muerte. De haber existido, lo que hubo fueron distintos grupos que se opusieron a los terroristas sediciosos que pretendieron tomar el poder por las armas. Nunca integré ese supuesto escuadrón. Nunca estuve en ningún grupo fascista ni de extrema derecha. Nunca integré la JUP. Tal como podré demostrar fehacientemente ante la Justicia, dejando al desnudo todas las falsedades y ataques de que he sido víctima durante estos últimos casi 40 años”, dijo en una entrevista con el periodista Luis Casal Beck en Caras y Caretas antes de desaparecer durante casi una década.
?? Juan Pablo Terra y Sanguinetti
Información Nacional
2019-01-17T00:00:00
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