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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEn 1947, la Asamblea General de Naciones Unidas, con la resolución 181 (33 países a favor, 13 en contra, 10 abstenciones), confiscó (porque a nadie se pagó un centavo) el 53% del territorio que ocupaban secularmente los palestinos para fundar el estado de Israel. El 47% restante, que le quedó a los palestinos, es el territorio que hace 50 años está en conflicto.
Hace 5 meses, el 24 de noviembre de 2015, la Asamblea General de Naciones Unidas (155 países a favor, 7 en contra, 7 abstenciones), en la resolución 70/15, dice: “Observando con preocupación que han pasado 68 años desde que se aprobó la resolución 181 (...) y 48 años desde que fue ocupado (nota del autor: por Israel) el territorio palestino, incluido Jerusalem oriental en 1967 (...). Destacando que los principios de igualdad de derechos y la libre determinación de los pueblos figuran entre los propósitos y principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas. Reafirmando el principio de inadmisibilidad de la adquisición de territorio mediante la guerra (...). Reafirmando el carácter ilegal de los asentamientos israelíes en el territorio palestino ocupado desde 1967, incluida Jerusalem oriental (...). Expresando gran preocupación por la situación humanitaria y las condiciones socio-económicas catastróficas que persisten en la Franja de Gaza como consecuencia de los cierres prolongados y las rigurosas restricciones económicas y de circulación impuestas por Israel que en la práctica equivalen a un bloqueo”.
Acatar las resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas cuando favorecen y desacatarlas cuando no favorecen habilita calificar la conducta del Estado de Israel de ilegal y desleal. El Derecho Internacional es papel mojado para los poderosos.
Dijo Martín Fierro: “la ley es tela de araña, nunca la tema el que mande, pues la rompe el bicho grande y solo enrieda a los chicos”.
Por eso surge BDS (boicot, desinversión y sanciones), ONG inspirada en el exitoso boicot al apartheid sudafricano. Ejerciendo la libertad de los consumidores se propone no consumir productos israelíes mientras continúe la invasión, colonización y bloqueo de los territorios palestinos.
La lista de israelíes y de otras nacionalidades, judíos y no judíos, que por su “despierta conciencia humanitaria” apoyan a BDS es numerosa. Citaré algunos destacados: Jeremy Corbyn, candidato a primer ministro británico por el Partido Laborista (el mismo de Tony Blair), cinco premios Nobel de la Paz: Maired Maguire (Irlanda), Desmond Tutu (Sudáfrica), Jody Williams (USA), Rigoberta Menchú (Guatemala) y Pérez Esquivel (Argentina). Max Blumenthal (hijo del asesor del ex presidente Bill Clinton, de USA), Simone Zimmerman, asesora de Bernie Sanders, aspirante a candidato presidencial por el Partido Demócrata, de USA, Dr. Neve Gordon (profesor de Ciencia Política en la Universidad Ben Gurion, de Israel) y la Universidad Notre Damme (Indiana, USA), Dalit Baum, PhD, Universidad Haifa (Israel), Stephen Hawking, físico nuclear, USA, Judith Butler, Universidad de California, USA; Avraham Yehoshua, famoso escritor israelí; Udi Aloni, cineasta israelí premiado en Berlín; Amos Schocken, propietario y editor del periódico “Haaretz” de Tel Aviv, Israel; el columnista Gideon Levy del mismo periódico; Phil Weiss, periodista de “The New York Observer”, USA; Peter Beinert y David Grossman, periodistas de “The New York Times”, USA; Alice Rothchild, ginecóloga de Harvard, fundadora de la ONG American Jewis Just Peace; Julia Caplan, Rachel Eisner y Rebecca Vilkomerson, de Jewis Voice for Peace; Yonha Lieberman del movimiento If Not Now (USA), Roger Waters del conjunto Pink Floid (USA).
Anecdótico: la Universidad Harvard no compra más el producto israelí Soda Stream.
¿Cree Israel que violando el Derecho Internacional se conquistará la paz? ¿Un pueblo que sufrió el Holocausto cargará en su conciencia otro Holocausto a 4 millones de palestinos? Si el pueblo judío cree sinceramente que fue elegido por Dios, ¿no debería ser luz de las naciones y demostrar que los seres humanos podemos compartir la tierra y así respetar la dignidad de todos? “Justicia, justicia perseguirás”, Deuteronomio 16-20.
PD: Fabregat, Bergstein, Weiss: ¡hagan un esfuerzo y argumenten! Los epítetos importan un pito.
Dr. José Olivera J.