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El “rasgo distintivo” y la “diferencia” entre un gobierno de derecha y uno de izquierda es que el segundo “no se caracteriza por hacer que la economía crezca”, porque un incremento excesivo de la riqueza puede generar “exclusión”, según el ministro de Desarrollo Social, Daniel Olesker.
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Los “crecimientos excesivos” en materia económica “son malos”, explicó el jerarca el sábado 22 en un campamento que organizó la Juventud del Partido Socialista.
“No hay dudas de que siempre que hay capitalismo” se incrementa la riqueza, pero también hay “exclusión social”, argumentó, y puso como ejemplo la dictadura y la “nefasta década de los 90”, en donde la economía —señaló— creció en un 30% y en un 35%.
En ese marco, indicó que las energías del Frente Amplio tienen que enfocarse en aumentar el capital “dentro de ciertos márgenes” y redistribuir los recursos.
Educación.
A su vez instó a extender el plan Siete Zonas —un programa impulsado por varios ministerios— y “modificar” los “recursos” del país. “Uruguay es relativamente rico” y “tiene todas las condiciones” para aumentar el gasto social, fundamentó.
El ministro también cuestionó la ayuda estatal que reciben centros educativos de gestión privada y propuso “discutir” la pertinencia de brindar apoyo a esos institutos a través de “fondos públicos”. Aseguró que es mentira que “haya una fuga del sector público hacia la educación privada” y afirmó que el “sistema educativo no es el responsable de la desvinculación” de los estudiantes, sino que se trata de un problema de carácter social.
“Es una batalla muy difícil evitar que los estudiantes se vayan” de la educación terciaria, admitió por su parte el rector de la Universidad de la República, Rodrigo Arocena, que también participó en el campamento socialista. Agregó enseguida que sería más fácil “tener mucha menos desvinculación” si se “limitara el ingreso de la Universidad”, pero adelantó que la institución recorrerá esa camino.
Arocena, que dejará el cargo en pocos meses después de ocho años, aprovechó la ocasión para defender su gestión. “Si ustedes paran por la calle a gente de su edad, la mitad por lo menos está estudiando o ha completado estudios a nivel terciario”, mientras que en “mi generación tenía chance uno en 50”, destacó el rector.
Siguiendo con la línea del rector, Olesker criticó la “tendencia mercantilizadora de comparar todo con la eficiencia”. El cogobierno de la Universidad de la República no tiene como objetivo ser “eficiente”, sino servir de instrumento para la “democracia participativa”, insistió. “No le pidamos cosas a lo que no le podemos pedir”.
“Mito”.
En materia de seguridad el ministro calificó como “mito” el hecho que la delincuencia esté vinculada a la pobreza, y afirmó que los robos y homicidios no son los hechos que generan más violencia en la sociedad. Los suicidios superan a los homicidios y la violencia doméstica aumentó, mientras que el sistema público no tiene la capacidad para “dar soluciones”, evaluó.
Según Olesker, hay que reducir al “mínimo” el recurso de privar a las personas de su libertad y reservarlo para situaciones “graves”. Sin embargo, esa aspiración se enfrenta al hecho de que “los jueces tienen poca voluntad” para aplicar sanciones “alternativas”, sobre todo en el caso de los menores.
El ministro opinó que el Sistema de Responsabilidad Penal Adolescente está haciendo un “buen papel” en reincorporar a los jóvenes que delinquen a la sociedad, pero observó que “las empresas privadas no toman” personal que sale de esa institución. “Salvo la construcción”, en otros sectores de las actividades económicas “hay poca voluntad” para ello, lamentó.
