Los precios de los productos del agro “están buenos” y “habrá más inversión en el sector” que tendrá “mayor dinamismo”, dijo el director de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria (Opypa), Adrián Tambler, en las VII Jornadas Agropecuarias que organizó el Colegio de Contadores, Economistas y Administradores (CCEA) el jueves 29 y el viernes 30 de julio.
“Somos hinchas del agro”, señaló aludiendo a los demás participantes y a los organizadores del evento que, según dijo, mantienen intercambios y consultas sobre ese sector de actividad, específicamente en el tema de la tributación agropecuaria.
Peligros y resiliencia
Tambler enfatizó que “la competitividad del agro es genuina”, ya que “es un sector fuertemente exportador”. Pero “no solamente a la región, sino que exporta a decenas de mercados en el mundo y no corre con los peligros que corren muchas veces esas producciones industriales que tienen solamente mercados locales o regionales, como puede ser el grueso de la industria generadora de humo, la que no tiene materia prima algún producto del agro”, analizó.
En cuanto a cómo afectó la pandemia en los precios y en el comercio agrícola, el director de la Opypa recordó que “en el peor momento de la pandemia en el primer trimestre del 2020 hubo una caída bastante importante de los precios” debido “básicamente a una detención del comercio y a una caída abrupta en la demanda”.
“La única excepción fue el arroz, que empezó a crecer en su precio porque algunos países productores y exportadores de ese grano restringieron la salida del producto de sus mercados para asegurar el abastecimiento” interno, comentó. Y resaltó: “Hoy en día los analistas están manejando algo que nosotros compartimos: se registra un nuevo superciclo de las commodities, similar al que ocurrió en el inicio de la década de 2010 y hasta 2013 y 2014, cuando luego los precios empezaron a caer”.
A modo de ejemplo, Tambler mostró algunas gráficas con la evolución de los valores de los granos, principalmente del maíz y la soja, que en la Bolsa de Chicago registraron una tendencia alcista.
En el caso del trigo “el precio está casi en el mismo nivel de 2014”, puntualizó. Advirtió que “siempre que se da un superciclo, luego viene un afloje, una caída”.
“El agro pasa una situación de precios muy buena, y eso se está viendo en el resultado del comercio y las exportaciones” uruguayas, dijo.
Igualmente, el técnico indicó que en el caso de los lácteos hubo un “aumento importante” en los valores que “supera largamente al momento de la crisis, pero todavía por debajo de los niveles de 2014”.
En el primer semestre de 2021 el precio promedio de los lácteos fue 35% mayor al de igual período del año pasado y en el acumulado anual registra un incremento de 26%, respecto a 2020, según datos del MGAP.
El titular de la Opypa comentó que “a excepción de la pesca, que por varios motivos, como la protección de algunas especies, bajó” la captura, “todo el resto de los rubros agropecuarios registró aumentos sustanciales” en los ingresos por exportaciones. Entre los principales incrementos en los montos de las exportaciones, al comparar los primeros meses de este año con los de 2020, figuran la carne con 35%, las lanas 14%, los lácteos 12%, granos y derivados 12%, maderas 24%, vinos 31%, miel 30% y bovinos vivos 44%, detalló.
Al repasar los diferentes indicadores y estadísticas del agro local, Tambler recordó que el último censo agropecuario es de 2011 y que el próximo “se realizará en 2023”. “Se debería hacer cada diez años, pero no se pudo hacer ni este año ni el próximo”, contó.
Récord y dependencia
Un capítulo destacado por el técnico es que “este año la producción de carne creció y la faena seguramente será superior a la de 2020 y marcará un récord histórico”; “los ingresos también, aunque en 2019 los precios estaban mejores”.
En el acumulado de enero a julio de 2021, la faena de vacunos aumentó 34% respecto a igual período del año pasado, con un récord en el séptimo mes de 2021 de 236.648 cabezas faenadas, lo que es 54% superior a julio de 2020, según datos del Instituto Nacional de Carnes.
El sector cárnico tiene “una especie de espada de Damocles”, porque “está dependiendo de un solo mercado, que es China, como sucede con otros productos”, planteó Tambler. Y al mismo tiempo reconoció que es “cierto” que “el agro exporta a muchos mercados, pero está muy fuertemente concentrado” en el mercado chino, porque “es el que tira de la cadena y el que crece en sus importaciones”. “Suponer que China no seguirá siendo clave para las exportaciones de carne o de soja uruguaya sería absurdo”, señaló. Comentó además que fue “el único país del mundo que no tuvo una caída económica en 2020 y creció, poco pero creció al fin, y salió más rápidamente de la crisis que cualquier otro país”. Esa nación asiática se enfocó en la recomposición de las existencias y stocks de alimentos.
El técnico del MGAP advirtió que “no todo es color de rosa”, ya que hubo “un gran problema durante la pandemia para las exportaciones de lana en 2020”, aunque eso “ahora está cambiando un poco”. “No había mercado” para el sector lanero, dijo.
Respecto al sector de los granos, el titular de la Opypa se refirió al “crecimiento lento” que tienen los cultivos de invierno (trigo, cebada, avena y colza) desde 2017 y lo diferenció del período de expansión de 2011 y 2012, “cuando entró inversión extranjera directa, principalmente de argentinos”. “Este año se prevé un aumento en todos los rubros agrícolas en respuesta a los precios de los granos”, adelantó.
Valoró el crecimiento “a pasos agigantados” de la colza en el campo local, al igual que la carinata, que “es un cultivo impulsado por la compañía forestal UPM y es destinado a la exportación para producir combustible para aviones”. En 2010 esos cultivos “no existían” y ahora abarcan unas “160.000 hectáreas”, destacó Tambler.
Proyectó, por otra parte, un “incremento en la superficie de tierras para producir maíz” en la próxima zafra de cultivos de verano. La producción de soja acapara algo “más de 80% del área agrícola, algo menos de 1 millón de hectáreas”, lo que “genera un problema” para el cuidado del suelo, ya que el cultivo sojero “deja poco residuo” vegetal para proteger la tierra y “se descompone rápidamente”, entonces la “deja desnuda”, advirtió el director de la Opypa.
Sobre las perspectivas de mediano y largo plazo, el jerarca se mostró confiado en que “nadie puede negar que el consumo de alimentos va a crecer, porque la población crece en número y en consumidores, ya que los países mejoran su capacidad de consumir y quienes consumían poco pasan a consumir más”. “Pero la producción no es estática, los rendimientos productivos crecen por productividad y en algunos casos crecen las áreas, aunque el mundo prácticamente llegó a la frontera agrícola”, señaló. Consideró por eso que “es muy difícil que se incorporen nuevas áreas a la producción”. “Excepto para la carne, la OCDE y la FAO prevén una caída en los precios reales de las commodities”, dijo. Y planteó que “el gran desafío” que tiene el sector productor de alimentos en los próximos 50 años es elaborar suficiente para cubrir el abastecimiento mundial. “Tiene que ser igual a la cantidad producida desde el inicio de la humanidad hasta el 2000”, lo que “es impactante” y “genera una presión sobre los recursos naturales, y hay que protegerlos”, afirmó Tambler.