Productores agrícolas reclaman autorización para transportar más volumen de granos y tener acceso seguro al tren de UPM

Algunos técnicos y empresarios agrícolas consultados por Búsqueda coinciden en que este año la zafra de esos cultivos será buena, pero no creen que el resultado productivo, medido en kilos por hectárea a cosechar, llegue a marcar nuevos máximos históricos.

Recalcó, además, que los productores apuestan a obtener la mayor cantidad de kilos de granos en sus chacras, mediante la incorporación de tecnología y el manejo agronómico adecuado, pero los costos, sobre todo en las tarifas de fletes, no permiten mejorar el margen de rentabilidad.

El valor de los insumos para la producción y el endeudamiento acumulado por las empresas prestadoras de servicios agropecuarios son problemas que persisten para la producción agrícola, señaló.

Reconoció también que las firmas proveedoras de insumos acomodaron su situación financiera en las últimas zafras, ya que el productor logró acceder a los fertilizantes, agroquímicos y semillas con ciertas flexibilidades. Eso es una señal de que alguna vuelta le encontraron las empresas de insumos para cumplir con sus obligaciones financieras, comentó.

En cuanto al tema de los costos, la ARS ya planteó la situación a las autoridades del gobierno que asumirá el próximo 1º de marzo y tiene previsto enfatizar su posición sobre ese asunto en la Expoactiva, a realizarse entre el 18 y el 21 de marzo en el predio ubicado a unos 25 kilómetros de Mercedes.

Hay planteos concretos como la necesidad de que el Ministerio de Transporte autorice un aumento del volumen de transporte de granos en siete toneladas más. Hoy el límite está en 28 toneladas y 30 toneladas, dependiendo de los camiones, dijo el titular de la Rural de Soriano.

Y adelantó que otro de los reclamos pasa por asegurar el acceso al transporte de la producción agrícola con el nuevo tren que operará en el marco de la instalación de la planta de celulosa en Paso de los Toros (Durazno).

El objetivo de las propuestas es reducir los costos internos que permitan asegurar un margen de rentabilidad para la producción de granos. En los últimos años el área destinada a esa actividad registró un ajuste en el campo uruguayo. Eso ocurrió en un contexto de precios menos favorables, problemas ocasionados por el clima en el volumen cosechado y la calidad de los productos, entre otros factores.

Actualmente, la extensión de cultivos de verano, que comprende soja, maíz y sorgo, es algo superior al millón de hectáreas con ciertas oscilaciones en los años recientes, dependiendo de las perspectivas de precios y otras señales del mercado. De esa área, unas 910.000 hectáreas se destinan a las plantaciones sojeras, según datos de la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (Diea).

En la bolsa de Chicago, que es la referencia de valores para los granos, el precio de la soja está en unos US$ 330 la tonelada en la posición de mayo 2020. Para los empresarios del sector, esa oleaginosa debería tener un precio de US$ 350 por tonelada para que el negocio tienda a ser más rentable.

Los altibajos en la cotización de ese grano se registraron por la incertidumbre provocada por la guerra comercial entre China y Estados Unidos, a lo que se suman los pronósticos productivos en las regiones graneleras del mundo, en específico en Brasil, Argentina y en el campo estadounidense.

Políticas sectoriales

Mantener ciertas políticas ambientales vinculadas a la producción de granos, como los planes de uso y manejo de suelos y el control satelital de las aplicaciones de agroquímicos en las chacras, figuran entre las prioridades de los empresarios agrícolas, señaló el presidente de la ARS.

Esa asociación fue una de las primeras gremiales rurales que participó de esas iniciativas impulsadas por el Ministerio de Ganadería (MGAP), que en un comienzo suscitaron ciertas resistencias de los productores.

Rodríguez valoró la importancia de mantener ese tipo de lineamientos estratégicos para el cuidado del medio ambiente, en especial del agua. En caso contrario se incrementarán los problemas para la población, tanto rural como urbana, debido a la contaminación que podría provocar la falta de controles y una eventual flexibilización de las políticas estatales, consideró.

En el sector agropecuario se valora la designación, como ministro de Ganadería, de Carlos María Uriarte, quien fue presidente de la Federación Rural y está vinculado a la producción ganadera, porque eso puede facilitar el tratamiento de los diferentes temas de interés del agro con el gobierno entrante. La idea de Uriarte no es cambiar todo en el MGAP, sino revisar las políticas y programas pero mantener lo que está funcionando bien, dijeron a Búsqueda fuentes cercanas al futuro ministro.