En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
“Los discos giraban, hoy no. Ahora son el trino que viaja en el éter, demasiado quieto para ser un pájaro”, dice la música uruguaya Maine Hermo en el texto que presenta Del alquitrán, su flamante segundo disco, compuesto por 12 temas de su autoría y con la participación de una veintena de artistas. Con voz templada, austera y natural, despojada de ornamentos líricos, y su fraseo sereno y profundo, Maine recorre la canción popular de raíz folklórica latinoamericana, adentrándose, como si fuesen ríos y senderos, en varios géneros y subgéneros, con incursiones pop, folk y rock.
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Con una sonoridad mayormente acústica, y con la guitarra criolla como base instrumental, la compositora e intérprete suma el laúd renacentista, un sonido con el que abre una brecha en el panorama de la canción popular nacional. También, cuando es preciso (Demonia y Afuera de cielo firme), la canción se desliza por el contorno afilado de una guitarra eléctrica.
Cada pieza tiene una formación única, desde el minimalismo de Mujer que cae (laúd y voz) y Luciérnaga (guitarra y voz) al polifonismo de Quiera vivir, que al conjunto instrumental suma un coro de cuatro voces femeninas. Los ensambles reúnen bajo eléctrico, contrabajo, viola caipira, batería, percusiones varias, piano, chelo, viola, flautas y bandoneón. Suman su carácter las voces solistas de Lúcia Bruce (Curandera), Eloísa Avoletta (Paisaje de Amanda, sobre texto de Amanda Berenguer) y Emilia Benia (Quiera vivir).
Esta muy cuidada producción brilla también por su dimensión poética: formada en el IPA como profesora de Literatura, Maine cultivó su pasión por el Renacimiento y la complementó en talleres de maestros como Eduardo Darnauchans, Rubén Olivera, Rossana Taddei, Laura Canoura y Leo Maslíah. Así logró un estilo poético íntimo rico en pliegues y claroscuros que ensanchan su caudal introspectivo y reflejan, en forma descarnada y bella, la luminosa contradicción de la existencia.