El 2017 arrancó para muchas empresas y personas con una carga más alta de impuestos sobre sus rentas. Para otros se mantuvo el alivio de algunos puntos de IVA por pagar los consumos con tarjeta, ya que el beneficio fue prorrogado.
, regenerado3El 2017 arrancó para muchas empresas y personas con una carga más alta de impuestos sobre sus rentas. Para otros se mantuvo el alivio de algunos puntos de IVA por pagar los consumos con tarjeta, ya que el beneficio fue prorrogado.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáAntes de que entraran en vigor esas medidas —que forman parte de un ajuste con el cual el gobierno busca abatir gradualmente un déficit fiscal que en los 12 meses cerrados a marzo se ubicó en U$S 2.068 millones, equivalentes a 3,8% del Producto Bruto Interno (PBI)— los contribuyentes soportaban una presión de impuestos nacionales de las más bajas en las últimas décadas.
En todo 2016, la Dirección General Impositiva (DGI) cobró el equivalente a U$S 9.276 millones, 2% más que el año anterior quitando el efecto del aumento de los precios internos. Dicho monto de recaudación representó 17,8% del PBI, un nivel idéntico al de 2015. Esa fue la carga soportada por las empresas y personas como contribuyentes de impuestos nacionales que calculó Búsqueda a partir de datos de la DGI y el Banco Central; la presión fiscal total debe incluir, además, los tributos departamentales cobrados sobre los cuales no se disponen datos de 2016.
La presión de los tributos que recauda la DGI —calculada como el monto cobrado con relación al PBI— se había ubicado en torno a 22% desde mediados de la década pasada y bajó a poco más de 20% desde 2012. Antes, a fines de los noventa, rondaba el 18% del Producto.
El aumento de la recaudación en 2016 se dio en el contexto de una economía que mostró cierto repunte en el segundo semestre, en parte empujada por el mayor consumo (que está gravado por el IVA). A ese incremento contribuyó también una modificación regulatoria que impidió a las empresas realizar un ajuste de su resultado por la inflación a los efectos fiscales, lo que les supuso para algunas empezar a pagar más impuesto sobre las ganancias.
En enero pasado se elevó la carga del IRPF y el IASS, que gravan las rentas personales. En parte por eso, la recaudación aumentó 6,2% real en el primer trimestre del año al comparar con igual lapso de 2016, informó la DGI en un comunicado.
El presidente de la República, Tabaré Vázquez, aseguró en una entrevista con el programa “En la mira” emitida el 20 de abril en el canal de cable VTV que “no va a haber más impuestos, salvo la posibilidad, si es necesario, de que se aplique un impuesto a los juegos de azar”. Alegó que esa será una vía para combatir la ludopatía, con una lógica similar a la seguida para enfrentar el tabaquismo mediante el incremento de los tributos a los cigarrillos.
Dirigentes del Movimiento de Participación Popular han planteado que es posible recaudar unos U$S 40 millones anuales para financiar gastos por ejemplo en la educación cobrando impuestos a las apuestas. Los juegos que administra la Dirección de Loterías y Quinielas ya están gravados con IVA, aunque con tasas distintas.
Por fuera del caso de los juegos de apuestas, Vázquez aseguró que lo más probable es que no haya más cambios tributarios. “No lo descarto, pero casi seguramente no va a haber aumento” de otros impuestos. (…) El ministro de Economía fue muy claro cuando dijo que la población no soporta más impuestos. Y lo dijimos para cumplir”, recalcó el mandatario.
El cumplimiento tributario depende de la capacidad de pago de los contribuyentes, el nivel de la carga y el grado de temor a sufrir el castigo por evadir al fisco, entre otros factores. El subsecretario de Economía, Pablo Ferreri, dijo en marzo en un foro en Santiago de Chile que Uruguay debe mejorar la calidad del gasto estatal para favorecer la equidad en el acceso a los servicios públicos de calidad y “legitimar” el cobro de impuestos (ver Búsqueda Nº 1.912).
En la escala donde uno es “para nada” y diez es “totalmente”, ¿cuán justificable cree usted que es evadir impuestos? A esa pregunta realizada en el marco del último estudio Latinobarómetro, los uruguayos dieron una respuesta de 2,78, en promedio. En Argentina, Chile, Ecuador, Venezuela y El Salvador la tolerancia al no pago de impuestos es menor, pero es mayor en el resto de los países abarcados por esta investigación, con Guatemala en la situación extrema (4,38).
El promedio de la escala de justificación social de la evasión tributaria en América Latina es de 3,24. “La corrupción y la debilidad de los gobiernos” son algunos de los factores que explican ese guarismo, así como la “masiva crítica a la calidad de la política”, según el informe. “Hay que hacerse cargo de que para que los ciudadanos paguen todos sus impuestos es necesario desmantelar lo más posible la corrupción”, dice.
En Uruguay, 21% respondió afirmativamente a la pregunta de si tuvo conocimiento directo o a través de algún pariente acerca de actos de corrupción en su país en los últimos 12 meses.