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    Si gana el Frente Amplio, el nuevo intendente debe ser “audaz” y aplicar cambios que los montevideanos reclaman, porque el “crédito” se agota

    “Las decisiones del intendente no deben pasar por la Mesa Política” frenteamplista, dice Álvaro Villar, y asegura que con un triunfo el domingo la coalición de izquierdas “comienza a volver” al gobierno nacional

    Las encuestas indican que el Frente Amplio ganará una vez más la elección departamental en Montevideo. Quién será el próximo intendente, sin embargo, todavía no está claro. Las encuestas ubican a Álvaro Villar cerca de sus competidores Carolina Cosse y Daniel Martínez, aunque no parece ser el favorito.

    El exdirector del Hospital Maciel está convencido de que este domingo “el Frente Amplio comienza a volver” al gobierno nacional. Sin embargo, advierte también que, si los montevideanos eligen a la coalición de izquierdas otra vez, el nuevo intendente deberá ponerse a trabajar de inmediato. Porque el triunfo “no es un cheque en blanco”, ni un “crédito indefinido”. “Si no se está a la altura” de los reclamos de la población y “se pega el salto” en temas básicos, dentro de cinco años otro partido podría dirigir la Intendencia de Montevideo.

    Villar ha marcado discrepancias con la administración de Luis Lacalle Pou, aunque también ha dado señales de apertura al diálogo. De hecho, en una entrevista con Búsqueda plantea que en su eventual gabinete, que será paritario y con representación de todo el Frente Amplio, no descarta trabajar con la oposición.

    —Las encuestas lo ubican entre segundo y tercero. ¿Qué puede cambiar de aquí al domingo para que sea electo intendente?

    —De acuerdo con los criterios científicos, por lo menos en lo que se aplica en medicina, cuando la diferencia no es significativa, no hay diferencia. De tal manera que creo que hoy hay un empate entre los tres candidatos del Frente. Y me parece que la población, no importa a quién haya votado en las elecciones nacionales, van a terminar definiendo el domingo quién de los tres será el próximo intendente.

    —Martínez dijo en entrevista con Búsqueda que las estructuras pesan en esta elección y que el resultado que muestran las encuestas responde a los apoyos del MPP y el Partido Comunista. ¿Qué piensa?

    —El Frente Amplio es una construcción que es bastante sui generis a escala mundial, en la cual, inicialmente era la suma de partidos. Hoy, 50 años después, hay gente que se siente, te diría que la mayoría, primero frenteamplista y después perteneciente a un sector, y donde la cantidad de gente que no se siente parte de un sector es muy grande. No se puede hacer sumas matemáticas de apoyos porque incluso la gente que votó a un sector en la elección siguiente cambia. El caso mío es el caso de mucha gente en el Frente. Yo me siento frenteamplista y no me siento parte de ningún sector, de hecho, en las últimas elecciones he votado al lema.

    —Pero también hay una decisión de cúpulas, del MPP y de Mario Bergara, de acompañar su candidatura. Eso, incluso, originó rupturas en las alianzas que intentaba construir Bergara.

    —No creo que sean rupturas, hay movimientos de apoyos continuamente. Cada momento busca a las personas que pueden encarnar determinadas situaciones. El Frente salió golpeado de las elecciones nacionales y en la búsqueda de caminos nuevos, de renovar, pasó a ser válida una figura como la mía. Son momentos que está viviendo el Frente Amplio, pero que no implican formulación de nuevas agrupaciones ni que tampoco determinadas discrepancias, que hayan surgido entre algunos integrantes del grupo, vamos a decir seregnista o astorista, se van a mantener en el tiempo.

    —Usted planteó que lo dicho por Martínez era un argumento de la derecha. ¿Por qué?

    —Ese episodio ya fue aclarado, y Daniel aclaró lo que él había querido decir. Con eso es suficiente. Nuevamente vuelvo a insistir, puede haber en algún momento declaraciones, pero en el Frente hemos demostrado una capacidad muy importante de unirnos y salir unidos de cada desafío.

    —Tiene el respaldo del MPP y de parte de lo que fue el ala seregnista. ¿Cómo define su candidatura en términos de espacios ideológicos dentro del Frente?

    —De alguna manera el Frente Amplio está reivindicando algo que estuvo en el origen, que son las candidaturas independientes, el hecho de ser independientes dentro del Frente Amplio y lo que aportan los independientes en cuanto a unidad en el Frente. Eso es lo que hay detrás de mi candidatura. Es muy importante que existan figuras independientes en una coalición y es muy importante dentro del Frente Amplio que los independientes tengan su lugar. Pero además el Frente hizo siempre una apuesta a abrir los brazos y juntar a gente que no es frenteamplista, como cuando se creó el Encuentro Progresista, y uno de los peligros en que podríamos caer es no mantener los brazos abiertos para incorporar a gente que no es del Frente.

    —Cosse parece tener el discurso más confrontativo. ¿Usted juega a traer votos extra Frente Amplio?

    —Yo no es que esté jugando un rol con ese objetivo. Defiendo el diálogo porque creo que es la forma de construir. Fue la forma en la que pude construir estando al frente del Hospital Maciel. Y creo que Montevideo tiene problemas tan importantes que si no entendemos que hay que poner por delante el bien común vamos a fracasar.

    —En el Frente Amplio dicen que Montevideo debe ser un contrapeso del gobierno nacional. ¿Está de acuerdo?

    —El objetivo del gobierno de Montevideo tiene que ser la población de Montevideo. El intendente tiene que buscar de forma obsesiva mejores soluciones para la población de Montevideo. Que cada uno haga bien su trabajo. Desde el primero hasta el último día, cinco años, debe velar por mejorar la vida de los montevideanos.

    Mejorar la vida” es un concepto amplio. En este contexto particular de pandemia, Cosse planteó que la intendencia cree puestos de trabajo. ¿Usted lo haría?

    —El Estado fuerte es lo que nos ayudó a combatir la pandemia, con 15 años construyendo un Sistema Nacional de Salud aplaudido por el mundo, 15 años construyendo un sistema de seguridad social que nos permitió enfrentar esta pandemia. Para salir de esta crisis necesitamos reforzar las instituciones. Por eso, proponemos un proyecto que promueva inversiones fuertes en la ciudad, en el departamento, es lo que nos va a ayudar a resolver los problemas de empleo. Nosotros hablamos de invertir en el transporte. Eso va a crear muchos puestos de trabajo. Hablamos de mejorar las veredas, 2.500 cuadras de vereda, eso son 350.000 jornales. Por lo tanto, son proyectos que buscan mejorar la ciudad, mejorar el departamento, y originar trabajo a partir de ahí. Yo no quiero aumentar la plantilla. La intendencia genera inversión, pero no quiero aumentar la plantilla de trabajadores municipales.

    —Sus competidores hablan de que las arcas de la Intendencia tendrán menos ingresos y usted propone un plan para el transporte de US$ 500 millones. ¿Es viable?

    —De la misma forma que se pagó la construcción del sistema de saneamiento. Cuando Tabaré empezó a hablar del sistema subacuático, cuando Arana logró comenzarlo, había un gobierno nacional que era de otro partido. Y lo hizo buscando la financiación de un organismo internacional que permitió financiar hasta el día de hoy la red de saneamiento más poderosa y eficiente de América Latina. Eso es lo que tenemos que hacer en el transporte. Buscar formas de financiamiento que no afecten las formas de financiamiento habituales de la intendencia, pero que sea un proyecto de movilidad integral que a través de distintas etapas logre que tengamos un transporte colectivo más eficiente que realmente le gane al auto.

    —Martínez y Cosse dicen que les gustaría, pero…

    —Bueno, hagámoslo entonces.

    —Los tres quisieran realizar un proyecto parecido, pero solo usted dice que es posible. ¿Su proyecto termina causando un gran endeudamiento en la intendencia o Martínez y Cosse son poco audaces?

    —Para proponer este proyecto y llevarlo adelante consultamos con economistas que están en nuestros equipos y evalúan estas posibilidades. Estudiamos la viabilidad de esto y estamos planteando algo viable. Lo han estudiado varias empresas del país y creemos que es lo que se necesita para transformar el transporte colectivo, que no creo haya alguien que no diga que es necesario. Cuando estamos planteando construir el tranvía en 18 de Julio, el metrobús en avenida Italia, en 8 de Octubre y en la vía hacia el Cerro y aprovechar que va a entrar el ferrocarril central son propuestas en etapas, pero que se consideraron viables. Para llevar adelante una propuesta tan fuerte se necesita liderazgo, se necesita ser perseverante y mantener el rumbo, para lograr que los cambios se lleven hasta el final.

    —¿Entonces sería poca audacia en los demás candidatos?

    —No creo que se deba calificar así. Las cosas llevan su tiempo...

    —En el Frente Amplio dicen que el gobierno toma medidas contra la población. Si bien usted tiene un discurso menos áspero, sí ha acusado al Poder Ejecutivo de inmiscuirse en la campaña. Parece raro que dentro de diez días uno los vea, por decirlo de algún modo, dialogando felices y contentos.

    —Eso que tú dijiste muestra justamente dónde está el punto. No es felices y contentos. Y creo que claramente luego de los resultados del domingo el Frente Amplio empieza a volver. Así que hay una posición claramente política de que nosotros vamos en un proyecto que nos va a llevar a volver al gobierno nacional. Eso no significa que no estemos dispuestos a dialogar, pero significa que vamos a dialogar con firmeza. Nosotros estamos dispuestos a dialogar, pero no felices y contentos porque estamos viendo que los temores que teníamos con respecto a la salida de la pandemia se vienen confirmando. No vemos una respuesta del gobierno a los problemas económicos que esté a la altura de lo que se dejó en el aspecto sanitario. Entonces, no es felices y contentos, para dialogar con otro no tengo que estar feliz y contento, tengo que entender que no hay otro camino que dialogar y que la capacidad de dialogar no depende de la cantidad de votos que saque como Frente Amplio el domingo. Tenemos que poner por delante de todos el bien común. Tú me dirás que es difícil de definir qué es el bien común. Yo lo establezco con ejemplos concretos. Yo quiero mejorar la seguridad, voy a tener que trabajar junto con el Ministerio del Interior. Quiero resolver la situación de personas que viven en la calle, voy a tener que buscar soluciones con el Mides, cómo aporta la capacidad de las policlínicas o las viviendas abandonadas.

    —Dice que el Frente Amplio “empieza a volver”, pero para eso necesita un buen resultado electoral. ¿Qué señal se estaría dando al gobierno nacional si eso sucede?

    —Hay una señal de que la población de Montevideo apoya al Frente Amplio en función de lo que han sido los 15 años de gestión en el gobierno y los 30 años de gestión en Montevideo. Es una señal muy fuerte que después de 30 años la población vuelva a apostar para que gobierne la ciudad.

    —¿El Frente Amplio gana con cualquier propuesta?

    —Nosotros tenemos que entender que si la población nos apoya una vez más no significa que tengamos crédito indefinido. Tenemos un apoyo por cinco años y tenemos que estar a la altura de ese apoyo. Y estar a la altura significa que hay cambios que la población reclama hace mucho tiempo que los tenemos que llevar adelante y concretarlos en los próximos años. Si no lo hacemos, ese apoyo se puede terminar. Si no somos capaces de cambiar el transporte colectivo que la población nos viene exigiendo, si no somos capaces de resolver el tema de las veredas, de la basura, de la limpieza, el apoyo ese se nos puede terminar. Yo lo veo como una responsabilidad grande de estar a la altura de la confianza que la gente está poniendo en ti. Eso implica audacia, ser audaz, pero no ser temerario. La diferencia entre el audaz y el temerario es que el audaz conoce los riesgos. Ese es un riesgo: que el apoyo que te dan lo pierdas. Por eso es muy importante que haya cambios reales y que perseveremos en los cambios que estamos proponiendo.

    —¿Cómo piensa integrar su gabinete? ¿Qué peso tendría el MPP?

    —El gabinete en primer lugar tiene que ser paritario y tiene que ser un gabinete donde estén los mejores en cada área. Esa lectura la hacen todos los sectores del Frente, no solo los que me apoyan. No podemos defraudar; eso significa poner a las mejores personas, las más capacitadas técnicamente, para hacer una gestión exitosa.

    —Pero, por ejemplo, en la división financiera, alguien del equipo de Bergara, o Daniel Olesker o Pablo Ferreri pueden ser perfiles diferentes de cómo llevar adelante una gestión.

    —Esa va a ser una de las decisiones que vamos a tomar. Por supuesto, yo no voy a negar que todo esto se negocia, pero se tiene que negociar sobre el concepto de que tienen que estar personas capaces. Tú nombraste a gente muy capaz, lo que no puede pasar es que elijamos solo por cuestiones partidarias.

    —¿Estará todo el Frente Amplio representado?

    —Yo creo que sí. Los criterios de distribución se negociarán luego de elegido, que va a significar un trabajo importante del intendente. Con el diálogo no solamente para el gobierno, sino también con el Frente Amplio. Pero quiero resaltar algo: el intendente tiene que gobernar para todos los montevideanos, no es el intendente del Frente Amplio o para los frenteamplistas.

    —¿Las decisiones del intendente tienen que pasar por la mesa política?

    —No, no. Las decisiones no tienen que pasar por la mesa política del Frente Amplio. Lo que no quiere decir que el intendente no incluya continuamente el programa del Frente como la guía y los principios y valores del Frente Amplio.

    —¿Le ofrecería cargos a la oposición?

    —Yo voy a valorar que en cada lugar estén las mejores personas, me parece que hay que tener una mirada amplia, y veremos en situaciones concretas cómo se trabaja. En gobiernos del Frente Amplio estuvieron personas de la oposición, yo recuerdo a Zaindestad cuando Tabaré lo puso al frente de uno de los proyectos más importantes del primer gobierno del Frente Amplio. Esa mirada de amplitud hay que mantenerla.

    —Las encuestas muestran que aún hay un número que puede ser definitorio de indecisos. ¿Qué le diría a un frenteamplista que no decidió a quién votar?

    —A mí me gustaría que la razón principal del apoyo sean las propuestas que estamos haciendo para Montevideo. Insistimos mucho en que queríamos una campaña de propuestas. Y desde enero hasta hoy estamos hablando de la idea de qué Montevideo se quiere. Queremos una Montevideo integradora, capaz de responder los problemas sociales, pero a través de la transformación de la ciudad. Llegamos hasta el año 20 de este milenio con la capacidad de pegar un salto.

    —¿Y a un votante que no es frenteamplista?

    —A un votante que no sea frenteamplista le pido que ponga por delante el interés de la ciudad y que confíe en nosotros, que vamos a poner por delante las necesidades de él sin importar qué ideas políticas tenga o a qué partido vote habitualmente.