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    Uruguay continúa en crecimiento pero no logra derrotar la inflación

    Durante 2012 el camino comenzó a tornarse más complicado a nivel económico, pero Uruguay logró sobrellevarlo y continuó creciendo. Al igual que los países de la región, este año que comienza la economía local seguirá en expansión, aunque sin las comodidades de años anteriores. El mayor desafío continúa siendo la inflación y el riesgo de que se vaya de control, junto a los crecientes niveles de déficit con el exterior y particularmente en el sector público.

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    Incertidumbre fue la palabra clave del año que pasó. Europa y Estados Unidos llenaron de pánico los mercados en varias oportunidades y sus niveles de crecimiento no permiten hablar de recuperación. De esa forma los ojos de los agentes locales están puestos sobre Brasil, Argentina y China principalmente, los países que más demandan productos y servicios desde Uruguay.

    La pobreza continuó descendiendo mientras los sueldos aumentaron por octavo año consecutivo, aunque eso también se dio junto con un empeoramiento de los indicadores del mercado laboral, que igual siguen en niveles muy buenos en una comparación histórica.

    Sin dudas, el peor dolor de cabeza para el gobierno en materia económica fue el combate de la inflación y lo seguirá siendo este año. Entre las principales críticas que reciben las autoridades está la falta de coordinación entre las políticas para atenuar el aumento de precios de algo más de 9% anual —cuando el rango meta es de entre 4% y 6%—.

    De todas formas, desde el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) esperan un crecimiento de 4% del Producto Bruto Interno (PBI), una inflación algo menor, más exportaciones e importaciones y menos déficit fiscal. Algo similar a lo que esperan en general los analistas privados (ver nota en página 20).

    Crecimiento.

    En los primeros nueve meses de 2012 el PBI de Uruguay creció 3,7% en términos reales —quitando el efecto del aumento de los precios— si se compara con el mismo período del año anterior. Eso significa que aun si el último trimestre del año la economía se mantuviera sin crecimiento, el PBI tendría una expansión de 3,3% como piso. A mediados de marzo se conocerá ese dato que refiere a todo el año.

    A propósito, el ministro de Economía, Fernando Lorenzo, destacó luego del último Consejo de Ministros a mediados de diciembre el crecimiento de la economía en el contexto de crisis en los países desarrollados e hizo referencia al “fuerte incremento de la inversión productiva en todas sus formas”, que llevará los niveles de inversión a entre 22% y 25% del PBI en 2012. En parte por el arribo de la empresa Montes del Plata, esa relación —la tasa de inversión— será cercana a los niveles que se propuso el gobierno desde el inicio de la gestión.

    El otro factor que impulsó el crecimiento durante el año pasado fue el consumo interno, atizado por el aumento de los salarios, que lo hicieron generalmente más que el PBI. Es decir, la demanda interna siguió aumentando por encima de la oferta local.

    La construcción, el comercio y la industria aumentaron su actividad durante 2012, aunque empeorando sobre la segunda mitad del año. En los servicios ocurrió lo contrario, en general mantuvieron el dinamismo. El agro se contrajo prácticamente durante todo el 2012 y el sector de suministro de electricidad, gas y agua tuvo una caída fuerte en su producto, principalmente asociada a las escasas lluvias del primer semestre del año.

    Precios.

    La inflación es tanto para los analistas privados como para los jerarcas del sector público la variable a la que más hay que prestar atención y el rival a vencer.

    En el año cerrado a noviembre el aumento de los precios era 9%. El Instituto Nacional de Estadística (INE) publica hoy jueves 3 el dato del Índice de Precios del Consumidor (IPC) del último mes de 2012, que el gobierno espera se haya mantenido constante a partir de los acuerdos de precios realizados con los supermercados y las exoneraciones de impuestos a algunos productos. Si eso ocurre, la inflación de 2012 cerraría en 8,3%.

    Aun así ese aumento está muy por encima del rango meta oficial, por lo que el gobierno intenta dar señales de que no está conforme con esa suba de precios y para ello volvió a elevar la tasa de política monetaria (de 9% a 9,25%) en el último Comité de Política Monetaria que se realizó el viernes 28 en el Banco Central (ver nota en página 27).

    De todas formas, varios analistas juzgan que la política monetaria contractiva no está en línea con las políticas fiscal y salarial, que son básicamente expansivas del gasto y por lo tanto juegan un rol contrario al del BCU cuando sube la tasa de interés.

    Tampoco se mostraron conformes los exportadores, ya que ese sesgo de la política monetaria se traduce en presiones a la baja sobre el tipo de cambio, lo que perjudica su rentabilidad y competitividad con otros países. El precio del dólar cayó 2,5% durante todo 2012 (medición punta a punta) pero aumentó 5,2% si se compara el valor promedio de todo ese año respecto al de 2011.

    Por otro lado, los precios de los principales productos de exportación de Uruguay se incrementaron durante todo el año pasado algo más de 6%, según el Índice de Precios de Materias Primas de Búsqueda.

    Déficit.

    El exceso de gasto es otro factor que requerirá atención durante el año que comienza. Las cifras de la balanza de pagos, divulgadas el viernes 28 por el BCU, dan cuenta de ello. Esa serie de indicadores muestra el resultado del intercambio entre Uruguay y el resto del mundo, tanto comercial como financiero.

    El déficit de cuenta corriente —exportaciones menos importaciones y rentas netas al capital— fue de U$S 1.976 millones en el año cerrado al 30 de setiembre, lo que representa 4% del PBI y recientemente va en aumento. Se suele decir que un desequilibrio de este tipo sostenido en el tiempo significa que el país vive “por encima de sus posibilidades”, lo que se puede compensar con un flujo de capitales hacia la economía que revierta ese déficit y es de hecho lo que ha estado ocurriendo.

    El ingreso de inversiones (productivas y financieras) desde el exterior por cerca de U$S 3.500 millones hizo que el saldo global de la balanza de pagos fuera positivo en algo más de U$S 2.580 millones en los 12 meses cerrados al tercer trimestre.

    Las exportaciones e importaciones crecieron este año y totalizaron cerca de U$S 13.500 millones y U$S 14.000 millones, respectivamente, sumando bienes y servicios. En el caso de las ventas al exterior, pese al mayor ingreso de dólares varios productos fueron exportados en menor cantidad que en 2011.

    El déficit de cuenta corriente se explica tanto por el sector privado como por el público. Este último fue un desequilibrio de U$S 1.362 millones en el año cerrado a noviembre, lo que equivale a 2,8% del PBI, según informó el MEF el lunes 31.

    Desde el inicio de 2012 el resultado tuvo un deterioro de casi dos puntos del producto, lo que se debió principalmente al mayor déficit del gobierno central, que al cierre de noviembre era por U$S 939 millones.

    Las principales empresas públicas —Antel, Ancap, AFE, UTE, OSE y ANP— acumularon pérdidas por U$S 162 millones y enviaron dividendos al gobierno por U$S 105 millones en total.

    Deuda.

    La deuda pública se incrementó durante el año pasado y al cierre de setiembre totalizaba U$S 27.907 millones, lo que representa 58% del PBI. Si a esos pasivos se les descuentan los activos de reserva, la deuda neta del sector público alcanzó U$S 12.388 millones, 26% del producto.

    En cuanto al manejo de los pasivos públicos se destaca el proceso de desdolarización realizado por la oficina de gestión de deuda del MEF, que llevó el porcentaje de deuda nominada en pesos a cerca de 50%. A su vez, se emitieron obligaciones como el bono con vencimiento en 2045, que se utilizó para descomprimir los pagos de los años próximos y obtener fondos en el mercado de forma anticipada.

    Empleo e ingresos.

    Si bien los niveles de empleo y actividad se encuentran cercanos a sus máximos históricos y el desempleo ronda los niveles mínimos, los indicadores del mercado laboral desmejoraron principalmente en el segundo semestre de 2012. En promedio, entre enero y octubre, los datos del INE muestran que el 63% de la población de 14 años o más —en edad de trabajar— estuvo empleada o buscando un trabajo y el 59,5% ocupaba algún puesto laboral en ese lapso.

    De los que quisieron trabajar, 6,1% no lo consiguió, una tasa de desempleo que representa unas 105.000 personas desocupadas en promedio.

    Mientras, los sueldos siguieron aumentando y ganando poder adquisitivo. El INE dio a conocer el viernes 28 el Índice Medio de Salarios referente a noviembre que muestra un aumento en términos reales —por encima de la inflación— de 3,6% el acumulado desde el inicio de 2012. Eso responde a los aumentos de 3,8% y 3,4% que se dieron en los sectores privado y público, respectivamente.

    En ese contexto, se produjo una reducción de los niveles de pobreza. Según el MEF, en 2012 el 12,1% de las personas se encontraron en esa situación, un baja respecto al 13,7% que el INE estimó para el año anterior.