Con la reforma implementada cinco años atrás, “el sistema tributario uruguayo se ha acercado muchísimo a los sistemas más modernos que existen en los países de mayor desarrollo”, afirmó a Búsqueda el vicepresidente de la República, Danilo Astori.
Con la reforma implementada cinco años atrás, “el sistema tributario uruguayo se ha acercado muchísimo a los sistemas más modernos que existen en los países de mayor desarrollo”, afirmó a Búsqueda el vicepresidente de la República, Danilo Astori.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acá“Hoy tenemos un sistema profundamente diferente al del pasado, pero que cumple con los requisitos que exige un proceso de desarrollo económico y social. Y sobre todo en un gobierno de izquierda, que necesita un sistema tributario con algunos valores que sean la base de sustentación del mismo”, agregó.
Para Astori —quien era el ministro de Economía cuando se diseñó y puso en aplicación la reforma tributaria de 2007—, con esto Uruguay dio un paso en camino al desarrollo económico.
Valoró como “muy positiva” dicha reforma, aunque apuntó que ese “no puede ser un juicio defintivo, en el sentido de que el sistema tiene objetivos y equilibrios muy definidos, pero al mismo tiempo está sujeto a mejoramientos permanentes”.
Recordó que el nuevo régimen tributario tiene como objetivos aumentar la equidad, la eficiencia de los impuestos y estimular la inversión productiva, sin perder de vista al momento de adoptarlo “equilibrios fundamentales”, como las “necesidades fiscales” y la posibilidad de aplicarlo.
“Hoy hay mayor equidad”, enfatizó el vicepresidente. Eso, aclaró, no fue “resultado exclusivo del sistema tributario, porque el que juega un gran papel, más que los ingresos, es el gasto público social”. En esa línea, afirmó que hubo una “reducción notable de la pobreza y de la indigencia, y el año 2011 es el mejor ejemplo” de esa evolución. También fue “notoria” la mejora en la distribución del ingreso, añadió.
Astori observó que en los últimos años se verificó un incremento sostenido de la recaudación de impuestos, lo que, dijo, ocurrió “sin aumentar los impuestos”. Gracias a la mejora de la eficiencia de la administración tributaria, el pago del Impuesto al Valor Agregado creció “espectacularmente” y la evasión de ese tributo cayó de niveles cercanos a 40% de su potencial recaudatorio a aproximadamente 15%, subrayó.
Desde mediados de la década pasada se dio en la Dirección General Impositiva “uno de los pocos buenos ejemplos de reforma del Estado que hay” y es un “ejemplo a seguir en otras instituciones”, dijo el ex ministro. En esa repartición se aplican compromisos de gestión al que está asociado parte del salario de sus funcionarios, comentó.
Según Astori, el empuje que mostró la economía en los años recientes contribuyó al aumento en el pago de impuestos. “El crecimiento le dio mayor capacidad de generar ingresos públicos, pero sobre la base de las nuevas orientaciones del sistema”, señaló.
“Siempre estuve seguro de que el sistema no iba a originar impactos negativos”, dijo.