• Cotizaciones
    viernes 23 de mayo de 2025

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
    $ Al año*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
    $ por 3 meses*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
    stopper description + stopper description

    Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

    Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

    Suscribite a Búsqueda
    DESDE

    UYU

    299

    /mes*

    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

    Volar no siempre es llegar

    La guitarra vuela: soñando a Paco de Lucía, en Sala B

    La premisa es interesante: seguir los pasos de la última guitarra de Paco de Lucía en su viaje por las manos de quienes de una forma u otra han sido tocados por la música del fallecido maestro del flamenco. Un incentivo extra es que uno de los directores del filme es Javier Limón, productor del propio De Lucía y considerado uno de los renovadores del flamenco, especialmente en sus cruces con otros géneros. El propio Limón explicaba sus motivos para realizar el documental en una entrevista: “Paco de Lucía merece más reconocimiento, sobre todo institucional”.

    Para realizar La guitarra vuela: soñando a Paco de Lucía, el productor, quien ha trabajado con artistas como Bebo Valdez, Concha Buika, El Cigala, José Luis Perales y Andrés Calamaro, se alió con el publicista Jorge Martínez. También contaron con el apoyo de la aerolínea Iberia, que cumplía en esas fechas 70 años. Y quizá sea en ese combo de ganas de rendir homenaje y mirada publicitaria, que son precisamente los disparadores del filme, en donde se encuentre el origen de sus virtudes y, sobre todo, de sus carencias. Vamos por partes, pues.

    En su viaje de 30.000 kilómetros y nueve países, la pieza logra su cometido de homenajear el arte de Paco de Lucía. Reúne a un montón de músicos de los más diversos géneros, que recuerdan cómo los marcó el guitarrista de Algeciras con su forma de entender la música. Aparecen así Caetano Veloso, Carlinhos Brown, Alejandro Sanz, Mariza, Chabuco, Alain Pérez y Luis Salinas, entre otros.

    El problema es que son contados los testimonios en donde la respuesta avanza más allá de los tópicos del homenaje. El guitarrista argentino Salinas es uno de los que logra desarrollar conceptos sobre cómo la forma de tocar del homenajeado y su concepción musical originaron algo totalmente innovador. También Alejandro Sanz, quien contando (con humor) el impacto que tuvo De Lucía en su cabeza cuando niño, explica cómo eso llegó a sus composiciones. Lo mismo con la cantante portuguesa Mariza, que proporciona uno de los mejores resúmenes sobre cómo Paco cambió otras músicas de raíz del mundo, además de abundar en los vínculos emocionales entre el flamenco y el fado. Otros, como el español Diego del Morao y el colombiano Chabuco también desarrollan con cierto detalle la relevancia de la obra de De Lucía. De distintas maneras, todos ellos van unos pasos más allá de simplemente destacar genéricamente su importancia.

    No ocurre lo mismo en otras entrevistas, que dan la sensación de que no hubo una repregunta que permitiera trascender lo obvio. Caetano Veloso, por ejemplo, está criminalmente desaprovechado: dice cosas interesantes sobre las armonías del flamenco y de la música brasileña, pero sin profundizar demasiado. Rubén Rada, que aparece cantando, ni siquiera es entrevistado. Tomatito, excelso guitarrista flamenco que fuera compañero de Paco junto a Camarón, apenas se limita a recordar con cariño a su socio en las cuerdas. Y así la mayoría.

    Se incluyen declaraciones que no siempre conectan con el centro del documental. Por ejemplo, Fernando Lobo Núñez, una de las principales figuras del candombe, desarrolla una serie de conceptos muy atendibles sobre el papel de las músicas tradicionales en la cultura de hoy, pero sin relacionarlas con De Lucía (al menos así es presentada su entrevista en la película). Por supuesto, es un placer ver en el filme la emoción que todos estos artistas muestran al estar tocando la Maestro (tal es el nombre de la guitarra viajera). Pero en muchos casos queda la sensación de que se podría haber sacado más jugo a ese encuentro con artistas tan relevantes como los entrevistados.

    Algo parecido ocurre con Antonio Morales, el luthier que creó la guitarra. Más allá de consignar que Paco de Lucía era un perfeccionista radical (algo en lo que coinciden casi todos en el filme) y que por ese motivo trabajar con él era al tiempo gratificante y frustrante, no explica casi nada sobre el proceso de construcción del instrumento. Ni de qué madera está hecho (jacarandá cortado en 1956, lo sé por la prensa) ni que fue la única guitarra en la que el andaluz se involucró en su diseño. Ni tampoco que el maestro de Algeciras falleció antes de que estuviera terminada y nunca la llegó a tocar. No olvidarlo, el documental es sobre el viaje de esa guitarra, suerte de médium entre De Lucía y los músicos entrevistados.

    Si bien Gabriela Canseco, viuda del guitarrista, aporta una suerte de hilo conductor sobre De Lucía, su obra y la Maestro, queda la sensación de que el área periodística, la zona de documentalista, no está del todo desarrollada. Cuando un artista entrevistado dijo cosas interesantes de entrada, quedó registrado. Pero cuando eso no ocurrió, nadie se encargó de intentar obtener respuestas más profundas. No es de extrañar, ya que ninguno de los directores es documentalista: uno es músico y el otro publicitario.

    En cambio, que uno de los directores sea músico y destacado productor, es una bendición en términos sonoros. Todas las interpretaciones que aparecen en el filme, incluidos los registros callejeros (un buen número de artistas callejeros tocaron la Maestro) son de una calidad excepcional. La mano de Javier Limón a la hora de grabar esa música revela su maestría y su capacidad de exponer, con austeridad de viaje, la relevancia artística de aquello que registra. De hecho, las músicas de La guitarra vuela son parte de un disco que fue editado por el sello Universal Music de España.

    En todo caso, el único problema que tienen estas músicas en el filme es que ni una sola de las canciones registradas se puede ver y escuchar completa. Y eso es algo que siempre viene bien cuando se trata de un filme que rinde homenaje a quien es considerado uno de los músicos populares más importantes del siglo XX. Quizá los autores consideraron que eso alargaba demasiado el documental, puede ser. Como espectador, habría disfrutado mucho con las canciones completas. Mención aparte merece la sala en donde se exhibe el documental: la sala B del Auditorio Nelly Goitiño es cómoda, se ve bien y suena mejor.

    La guitarra vuela: soñando a Paco de Lucía cumple su cometido de rendir homenaje al guitarrista, pero se queda un poco corto en cuanto a la densidad de ese homenaje. Cuando artistas de primer nivel hablan de otro artista de primer nivel no es disparatado esperar algo más rico y estimulante que un simple reconocimiento, que aunque sentido, no escapa de lo genérico. La guitarra vuela sobre el maestro Paco de Lucía, pero casi nunca logra tocar tierra y aportar algo trascendente.

    La guitarra vuela: soñando a Paco de Lucía. Documental musical. España, 2017. Guion y Dirección: Jorge Martínez y Javier Limón. Sala B (Auditorio Nelly Goitiño, 18 de Julio 930), de jueves a domingo, 19.30 h. Duración: 72 minutos.