N° 2063 - 12 al 18 de Marzo de 2020
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEl presidente Luis Lacalle Pou fue elegido gracias a un discurso de campaña en el que anunciaba varios cambios en aspectos esenciales de la administración pública. Es importante remarcar que una mayoría de los uruguayos lo votó con el objetivo de, entre otras cosas, modificar el rumbo en el combate a la inseguridad, la educación y la política exterior.
A dos semanas de haberse hecho cargo del gobierno, es eso exactamente lo que está haciendo. Junto con sus ministros, ha mostrado que piensa poner en práctica rápidamente varios de los anuncios realizados por él, por su partido político y por los demás aliados.
Las primeras medidas produjeron aplausos de los socios de la coalición multicolor y una andanada de críticas del opositor Frente Amplio. Todo esperable, aunque no era tan predecible la rapidez con la que se iba a originar ese escenario.
Quizá en el lugar en el que se ve más claro el nuevo rumbo es en el Ministerio del Interior y en su política para combatir a la delincuencia. Durante toda la campaña electoral Lacalle Pou anunció que, si ganaba, encomendaría desde el primer día a los policías a salir a las calles, con el respaldo político del gobierno, para tener una actitud más activa y ejercer un control más estricto de la documentación de cada persona, teniendo especial cuidado con los que pudieran estar en actitud sospechosa.
Eso es lo que está ocurriendo. No debería haber ninguna sorpresa al respecto porque, entre otras cosas, fue gracias a ese discurso que Lacalle Pou ganó las elecciones. La mayoría de los uruguayos está cansada de la delincuencia. Basta con tener un poco de sensibilidad para darse cuenta de que una mayor represión al delito es el reclamo más repetido. Eso no significa que se justifique cualquier atropello de la Policía. Aumentar el patrullaje y el control y promover la tolerancia cero no debe impicar abusos. Alguno se puede llegar a registrar, porque hacer también implica equivocarse. Peor es quedarse de brazos cruzados. Imaginamos que las autoridades gubernativas lo tienen claro y que no permitirán desbordes. Pero nadie se puede llamar al asombro por las nuevas medidas.
Tampoco tendría que ser una novedad la actitud asumida por el gobierno de Lacalle Pou en materia de política exterior. El ahora presidente fue durante cinco años uno de los principales referentes de la oposición y siempre dijo que, desde su punto de vista, Venezuela, Cuba y Nicaragua sufren dictaduras. Por eso resolvió distanciarse ya desde antes de asumir, al no invitar a los gobiernos de esos países a la ceremonia de trasmisión de mando.
Y ese gesto político ya está abriendo nuevos caminos en el horizonte. Ahora llegó el momento de dar el golpe de timón definitivo en materia internacional y promover y firmar todos los tratados de libre comercio posibles con otros países fuera del Mercosur. Ese será un paso clave, en caso de concretarse.
Los antecedentes son complicados. A un año de asumir la primera administración del Frente Amplio, Estados Unidos ofreció a Uruguay firmar un tratado de libre comercio y el entonces presidente Tabaré Vázquez y el ministro de Economía Danilo Astori se manifestaron a favor de concretarlo. La discusión duró dos años y se inició con una entrevista a Astori en Búsqueda, publicada en enero de 2006. Finalmente, Uruguay no firmó ese acuerdo por la resistencia ofrecida en la interna del partido de gobierno pero también en los países vecinos. “Hay trenes que pasan solo una vez”, dijo Vázquez para defender la oportunidad histórica de un acuerdo comercial con la potencia norteamericana, pero finalmente optó por no subirse.
Hoy parece volver a asomarse ese tren y otros iguales o más importantes. Búsqueda informa en esta edición sobre nuevas posibilidades que se le abren a Uruguay gracias a un acercamiento con los gobiernos del presidente norteamericano Donald Trump y del brasileño Jair Bolsonaro. Es más, Bolsonaro declaró en una entrevista con el semanario publicada en la última edición que Lacalle Pou está “alineado” con él desde el punto de vista económico y que juntos deben crear un “nuevo sudeste asiático”.
El último fin de semana estuvieron reunidos en Estados Unidos Trump y Bolsonaro, y el presidente de Estados Unidos telefoneó a Lacalle Pou. El tema comercial fue uno de los que estuvo arriba de la mesa, y los tres países comparten la idea de crear acuerdos de libre comercio para favorecer sus respectivas economías. Es una excelente noticia. Esa posible alianza que se está gestando puede ocasionar la llegada de otros trenes que para Uruguay son de vital importancia.
Brasil es el segundo socio comercial de Uruguay, y Estados Unidos siempre se encuentra en los primeros lugares. Pero, más importante que eso todavía, es probable que tras ellos lleguen otra cantidad de países que están apostando al libre comercio desde hace décadas y que no han dejado de crecer.
Es hora de ir a la estación para tomarse todos esos trenes. Ese sería otro cambio imprescindible.