“Cada vez que tenemos un llamado (a aspirantes a fracciones), de los seleccionados, podemos atender un 10%”, afirmó.
Reconoció que “ese es un problema muy estructural, porque comprar tierra significa un desembolso muy importante para el Estado”.
Consultado respecto a que por un lado se exige velocidad para hacer la entrega, pero por otro lado como hay tanta demanda Colonización tiene que ser más selectivo, el titular del ente estatal señaló que los tiempos, por lo que hemos visto, para concretar la entrega de las tierras “está muy difícil poder bajarlo, porque la selección tiene que ser muy buena también”.
En esta función específica del INC “se hace todo un proceso de análisis de cada una de las familias que se presentan”, y “es muy importante que se haga bien, porque si el proceso de selección fracasa, estamos fracasando por cinco o seis años en la buena explotación de una fracción”, argumentó.
Respecto a la evaluación por parte del directorio del INC de una próxima compra de campos, el presidente de Colonización afirmó que “en carpeta no se tiene ninguna” nueva adquisición en el mercado, pero sí que están evaluando el ofrecimiento de algunos colonos propietarios que están con la intención de vender su tierra.
“En este año ya no tenemos más dinero para comprar tierra, y en 2026, si se aprueba el Presupuesto, vamos a tener unos US$ 30 millones y otros US$ 30 millones en 2027, 2028 y 2029”, sostuvo.
Planteó que “a partir de los primeros meses” del año próximo el INC puede “retomar la compra de tierra”, y con una “visión muy estratégica”. Para esto “la lechería está priorizada, pero no quiere decir que no compremos para otra actividad”, dijo.
Afirmó que “en el caso de un colono propietario que quiera vender dentro de una colonia, va a estar priorizado dentro de las tasaciones de Colonización”.
Además “disponemos de los fondos del propio INC, porque el Instituto es superavitario”, considerando que “con el dinero que ingresa por el pago de las rentas le sobra dinero para poder comprar tierras, fuera de lo presupuestado”, declaró.
Y adelantó que el objetivo de incorporar 25.000 hectáreas en la actual administración de gobierno del Frente Amplio “podría ser superado, en la medida en que sigamos teniendo una administración responsable de los fondos”.
Otro factor que favorecería la posibilidad de incrementar las adquisiciones de campos pasa por obtener “aporte externo”, para inversiones en los predios de los colonos, en la compra de ganado, mejoramiento de pasturas y otras, comentó.
“El Instituto tiene muchas canteras (...) para proveer a las intendencias, para que hagan una buena gestión de la caminería”, sostuvo Henry
Con esto, según Henry, se “liberarían fondos propios para destinar a la compra de tierras”.
Caminos, rentas y gurises
Uno de los tantos pedidos realizados en la soleada e intensa jornada del miércoles 10 de setiembre fue la solicitud de “intervención” del INC, para que se “habilite un camino” que permita a los colonos integrantes de la colonia Miguel Rubino circular en la zona donde un forestal tiene propiedad, porque la única opción actualmente implica hacer el doble de kilómetros, planteó la vocera del grupo Tierra pa’ todos, Carmen Portela.
Considerando que los niños deben hacer el recorrido para ir a la escuela rural, esta colona dijo que es “fundamental” contar con la habilitación del camino y que Colonización intervenga para ello.
Otro de los reclamos de los colonos fue el de la tipificación y los valores que pagan por el arrendamiento las fracciones. “Una de las rentas más caras es la lechera, hace mucho tiempo que pasa esto, (y) hay colonos que hoy están participando acá en el encuentro, que pagan más de US$ 100 de renta, (lo que) se hace muy pesado, porque los costos de producción hoy son enormes”, señaló el integrante de la colonia Horacio Ros de Oger y directivo de la Sociedad de Fomento Rural de Guaviyú, Noel Fernández.
Indicó que una de las propuestas a Colonización es que “por lo menos del río Negro para este lado, o sea para el norte, se revisen las tipificaciones de lecheras”, y “a modo de incentivo al productor lechero, al cual admiramos bastante por el sacrificio, la mano de obra y lo que invierte, hacerla una de las más baratas”.
“Vemos el entusiasmo del nuevo directorio del INC de apostar a la lechería, pero necesitamos gente que quiera ordeñar y van desapareciendo”, afirmó.
Fernández también aludió a los argumentos que generalmente plantean los políticos y gobernantes en cuanto a los recursos disponibles, al señalar que “la sábana es corta”.
“La sábana no es corta, es muy larga, porque vemos que en la ciudad, en los pueblos y en distintos organismos se destinan millones y millones de recursos, y para ahí pareciera que la sábana no es corta”, dijo.
Y se lamentó: “la sábana es corta para nosotros, para la gente del campo, que somos un 3% y disminuyendo, y del cual los colonos somos parte” de ese porcentaje. “Festejamos la compra de tierras”, el INC “tiene que ser cuatro a cinco veces más grande lo que es, (porque) somos pocos, pero generamos mucho, y hay más de 5.000 familias colonas, que somos mano de obra calificada”, sostuvo.
Advirtió que es necesario “cuidar que los gurises no se vayan”, y que en la colonia Ros de Oger “tristemente se van a otros países a ordeñar, a Nueva Zelanda, a Australia y otros lados”.
Este productor rural y otros que participaron de este encuentro reconocieron la importancia de este tipo de instancias de intercambio, en el que los directores de Colonización “den la cara”, y defendieron el funcionamiento y el cumplimiento del rol del ente estatal en el campo local.
Algunos colonos también solicitaron colaboración para adoptar medidas de combate a la garrapata en los rodeos vacunos, lo que es un problema frecuente en la ganadería local, principalmente en zonas del norte.
Uno de los aspectos que generalmente marcan los participantes de estos encuentros es la atención que requiere del Estado, el renglón de pobladores rurales, sean productores o trabajadores, para diferenciarse de lo que es la operativa de grandes compañías y empresarios privados vinculados al agro.
Al costado de las rutas del campo local, y en los caminos de acceso hasta la Meseta de Artigas, es frecuente la visualización de amplios campos con masa forestal.
En la jornada realizada en Paysandú justamente algunos colonos advirtieron que se sienten acorralados en sus tareas cotidianas de producción, por la masiva instalación de plantaciones forestales, mayoritariamente de eucaliptos.
Con respecto al tema de la forestación y si el INC puede sugerir al Poder Ejecutivo algunas acciones dentro de la política estatal de tierras, el presidente de Colonización dijo a Agro de Búsqueda que este “problema” se registra “cuando hay colonias dentro de suelos de prioridad forestal”.
Y “habrá que buscar alguna solución, porque la forestación va a seguir, no está a la altura del Instituto decir si se foresta o no se foresta, eso es por ley”, consideró.
Sugirió que la alternativa pasa por “buscar algún esquema de convivencia” entre los colonos y las empresas forestales. “Después hay otro tipo de planteos que son externos al instituto, lo cual no quiere decir que el INC no pueda ayudar y colaborar en eso”, acotó.
En cuanto a los reclamos de caminería rural, Henry respondió: “uno entiende, porque además soy parte del sector productivo y sé lo que significa, soy productor lechero y el camión tiene que venir todos los días (a levantar la leche)”.
Esto es “como cuando los niños van a la escuela, que nos planteaban hoy, los niños tienen que ir todos los días a la escuela”, comparó.
Admitió que “si bien Colonización no tiene las herramientas para solucionarlas, sí tiene la voluntad de conversar con quienes tienen las herramientas” para buscar las soluciones.
En ese sentido, el titular del ente estatal comentó que hay gestiones para la “extracción de balastro”, para hacer caminos, porque “el Instituto tiene muchas canteras, y además tiene la posibilidad de abrir más canteras para proveerle el insumo a las intendencias, para que hagan una buena gestión de la caminería”.
En eso “estamos trabajando con los ministerios de Ambiente y de Industria, Energía y Minería, para regularizar las canteras que ya están abiertas”, dijo.
Alejandro Henry también sostuvo que esto implica una “política activa” para tratar de solucionar el tema, lo que sería una “herramienta importantísima”, porque “es un problema en todo el Uruguay, no es solo acá en Paysandú, sino que está planteado en cada lugar que vamos”.
Al igual que “la conectividad, que también nos plantearon, es una problemática y más en el norte” del país, para lo cual es posible “hacer acuerdos para que se pongan las antenas”, señaló.
Varios de estos asuntos fueron comentados y respaldados por otros directores que participaron del encuentro en suelos sanduceros, atendiendo a una definición del actual directorio de generar más reuniones personales en el territorio con los colonos distribuidos en las distintas zonas productivas de Uruguay, lo que está en línea con el título de la actividad realizada en la Meseta de Artigas: “Tejiendo raíces, sembrado futuro”.