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    “La felicidad es un estado de la mente, no es hacer algo”

    El indio Akash Barwal, uno de los instructores de meditación más importantes de la Fundación El Arte de Vivir, estuvo en Montevideo para transmitir sus conocimientos sobre la manera más sencilla de encontrar la felicidad

    “Tenemos descubrimientos científicos tan grandes, estamos planeando ir a Marte, estamos estudiando el espacio, estamos estudiando universos, pero si le preguntas a alguien ¿qué sabes de ti mismo?, ¿qué es la felicidad?, ¿qué es la mente?, nadie sabe. Y la meditación es una de esas ciencias hermosas en las que te entiendes a ti mismo”, asegura Akash Barwal, instructor de meditación de la Fundación El Arte de Vivir. Originario de la India, este discípulo de Sri Sri Ravi Shankar, creador de esa organización, recorre el mundo para dar cursos sobre las verdades de la vida y las formas tan simples como profundas de encontrar el equilibrio y ser felices. Tras una semana en Uruguay, el día previo a su partida hacia Argentina, donde seguirá con su gira por América Latina, conversó con Galería sobre sus enseñanzas.

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    ¿Qué es la felicidad para usted?
    La felicidad para mí es estar contento y disfrutar las pequeñas cosas de la vida. La mayoría del tiempo en nuestra vida pensamos que hacer algo grande o llegar a algún lugar o estar con alguien finalmente nos dará felicidad y nos mantenemos siguiendo eso toda nuestra vida. Creo que la felicidad es despertarse en la mañana, tomar una taza de café y estar ahí, en ese momento. Si estamos con nuestros hijos, estar ahí; si estamos en el trabajo, estar ahí. Estar ahí donde quiera que estemos. Pienso que eso es calidad de vida. Eso depende de cuánto está nuestra mente en el momento presente. Muchas veces mi maestro Gurudev (así le llama él a Sri Sri Ravi Shankar) dice que felicidad y éxito es tener la sonrisa más grande en cualquier circunstancia, como sea, sin importar la situación, para ser capaz de seguir adelante con fortaleza. Al mismo tiempo, es estar más consciente de lo que nos rodea. A veces estamos tan ocupados y abrumados por nuestra propia mente y nuestra vida, que no somos capaces de ver las pequeñas cosas, no conectamos con la naturaleza, por ejemplo.

    Entonces, la felicidad no debe ser un objetivo al que tenemos que llegar.Es el momento en el que empezamos a entender que la felicidad es más un estado de la mente y no es hacer algo, y que, donde quiera que estés, simplemente puedes estar contento.

    ¿La meditación es la manera de encontrar la felicidad?
    Sí, por supuesto.

    ¿Por qué?
    Veo la meditación como una de las ciencias más asombrosas que hayan sido presentadas a la humanidad. Es interesante, porque hoy podemos aprender cualquier cosa. Hoy si tú quieres puedes aprender cómo ser médico, puedes aprender cómo hacer una torta, puedes aprender a manejar, cómo ser un buen navegante, puedes aprender a nadar. Si le preguntas a cualquiera: ¿qué sabes de ti mismo?, ¿qué sabés de tu mente?, ¿qué sabes a cerca de dónde vienen los deseos?, ¿qué es la vida para ti? Estas son las cuestiones de las que nadie sabe hoy. Tenemos descubrimientos científicos tan grandes, estamos planeando ir a Marte, estamos estudiando el espacio, estamos estudiando universos, pero si le preguntas a alguien ¿qué sabes de ti mismo?, ¿qué es la felicidad?, ¿qué es la mente?, nadie sabe. La meditación es una de esas ciencias hermosas en las que te entiendes a ti mismo mejor. Y es una de las cosas más fáciles y simples que nos puede ayudar a traer nuestra mente al momento presente. Es una de las formas más simples de relajarse.

    Creo que la meditación no es algo sobre mañana, es más sobre el ahora, sobre qué es lo que yo quiero o qué es lo que me importa. Poniendo en perspectiva tu vida, cuánto más voy a vivir. Si voy a vivir 40 años más, ¿qué me gustaría hacer en esos 40 años?

    Para lograr meditar, ¿es necesaria mucha práctica?
    Mucho de lo que venimos hablando sobre la vida es también una parte de la meditación. A veces siento que la palabra lograr, alcanzar trae todo el estrés a nuestra vida. Tenemos que alcanzar el éxito, alcanzar el dinero, alcanzar todo. Estás constantemente en el futuro pensando en alcanzar, “mañana tal vez alcance la felicidad”, “mañana alcanzaré…”. Creo que la meditación no es algo sobre mañana, es más sobre el ahora, sobre qué es lo que yo quiero o qué es lo que me importa. Poniendo en perspectiva tu vida, cuánto más voy a vivir. Si voy a vivir 40 años más, ¿qué me gustaría hacer en esos 40 años?, ¿cómo me gustaría vivir?, ¿cuáles son las cosas más importantes para mí? Eso es poner tu vida en perspectiva. Estar bien con todo lo que te rodea te da una gran paz en tu corazón. Es un proceso. Y sí, claro, dar pasos hacia ti es meditación. Quiero relajarme, quiero darme tiempo a mí mismo, me quiero hacer amigo de mí mismo. Eso es lo más importante. Diría que un pensamiento como “quiero paz y eso es lo más importante para mí” es dar un paso a la meditación, tu meditación ya comenzó. Tan simple como eso. Esto es lo que le quiero explicar a la gente, que meditación no es algo difícil, no es algo que uno deba lograr. Para ponerlo más simple, es volver a tu naturaleza. En el momento en que empiezas a relajarte hacia dentro tuyo, la meditación sucede. Y esto puede ser aprendido.

    En el taller habló sobre la culpa. ¿Por qué cree que nos hace tanto daño?
    Siento que es uno de los venenos más grandes que perjudica a nuestra sociedad hoy. Si miras a Uruguay, por ejemplo, notas que todo lo de afuera parece estar bien, no tienen grandes problemas, tienen una población hermosa, suficientes recursos para todos, gente amable, buena educación, tienen todo. La cuestión aparece cuando no somos capaces de aceptar algo dentro de nosotros y nos culpamos todo el tiempo por eso, es tu pasado matando tu presente a cada momento en tu vida. Y la gente realmente necesita entender eso. Todos escuchamos que la gente dice que tienes que perdonar a otros, y yo estoy convencido de que eso no es posible a menos que te perdones a ti mismo. Una de las mayores cuestiones está en no ser capaz de aceptarte a ti mismo. Hay tantas cosas, desde la niñez, de las que nos seguimos culpando, y es tan importante que empecemos a darnos cuenta de esas cosas y empecemos a seguir hacia adelante en la vida. Si estamos constantemente culpándonos a nosotros mismos, es natural que esa culpa salga hacia afuera y culpemos a los demás también. Culpamos a la sociedad, a nuestros padres, a nuestras parejas, hijos, a las situaciones. Eso es porque algo dentro tuyo no está feliz. ¿Y qué haces al respecto? Ahí es donde entra la meditación. Darse a uno mismo algo de tiempo, llegar al entendimiento de que estoy bien, no necesito culparme por mi vida. Esta es la educación más importante que tenemos que darles a nuestros hijos como sociedad. Y esa educación solo sucede si los padres se entienden a ellos mismos. Para hacer más fuerte a la sociedad, al país, a cualquier individuo, tenemos que enseñarles a las personas a moverse hacia adelante, a no cargar con el peso del pasado sobre sus hombros. Así es como, cuando nos liberamos de esas cargas, empezamos a sentirnos relajados, a ser más amables con los otros, a ser más creativos. Todo está conectado.

    ¿Es posible vivir sin juzgar a otros en nuestra vida cotidiana?
    Totalmente. Solo si no somos críticos con nosotros mismos. Mira a los niños, ellos no te dicen “no me gustas”, porque nacemos sin ser críticos. Luego, empezamos a educar al niño, y todo lo que hacemos es hacerlo egoísta, crítico, y eso es lo que aprende. Creo que si una persona es feliz en su corazón y está en paz consigo misma, si está bien con su pasado, es capaz de aceptar lo que sea que esté pasando en su vida y de aceptar quien es, será una persona que no juzga, porque no se juzga a él mismo. Ese es el secreto.

    Todos escuchamos que la gente dice que tienes que perdonar a otros, y yo estoy convencido de que eso no es posible a menos que te perdones a ti mismo. Una de las mayores cuestiones está en no ser capaz de aceptarte a ti mismo.

    ¿Y qué sucede con la gente que tiene problemas graves, como no tener suficiente comida para alimentar a sus hijos o sufre de una enfermedad grave? ¿También puede encontrar felicidad?
    ¿Por qué no? Esos problemas son parte de la vida. La vida es así. Estamos en el mundo, tenemos que criar bebés, tenemos que ganar dinero, tenemos que armar nuestra casa, nuestra familia y eso incluye una pequeña lucha. ¿Qué es la vida sin esa pequeña lucha? Aburrida. Pero si entendemos que esa lucha es una parte de la vida, qué importa. Esto es lo que tenemos que enseñarles a nuestros hijos también. Que en la vida puedes obtener algunas cosas y puedes no obtener otras. ¿Y qué? Sigue adelante. Disfruta. Y ser feliz es una de las cosas más importantes. Todo el mundo puede ser feliz, solo necesita la mente correcta, el entendimiento correcto. No es gran cosa al final.

    Ha estado haciendo una gira por Latinoamérica. ¿Qué encontró en este continente?
    Muchas cosas. Lo primero que puedo decir es que la gente es hermosa. Siento que si lo comparo con Europa o con otros países, son abiertos, la gente es muy amable, son muy abiertos al aprendizaje. Creo que estar abierto a aprender es una de las mayores bendiciones en nuestra vida. Todo se detiene si no quieres aprender más. Esto es lo que veo alrededor del continente. La gente quiere compartir, se preocupa por el otro. Pero hay otra cosa, y es que en algunos lugares están un poco perdidos. Aquí, por ejemplo, son personas hermosas, pero están perdidas a veces. Un pequeño país como Uruguay afectado por la depresión, es triste. Y no es muy complicado, porque solo se necesita un poco de educación, un poco de ayuda para elevar nuestra consciencia.

    ¿Hay culturas o religiones que pueden estar más cerca de entender estas cuestiones por su manera de vivir o por sus creencias?
    No, creo que la gente es gente en todos lados. En todo el mundo la gente está buscando algo que la ayude. El estrés no tiene una religión. El miedo tampoco tiene una religión. Todo el mundo quiere estar libre de eso. Creo que hoy la gente con el corazón abierto quiere que la ayuden, cualquiera que pueda ayudarlos a salir de sus miedos, de su estrés, de su pasado y de su futuro. No tiene nada que ver con el país o la religión.

    ¿Pero cree que la cultura occidental puede realmente comprender y adoptar estos conceptos de las culturas milenarias de Asia?
    Todo lo que le digo a la gente surge como las raíces de la vida, no son conceptos, los conceptos son cuando no tienen lógica. Cuando decimos que hay demasiados juicios en nuestras vidas y que la culpa está envenenando nuestra vida, no es un concepto, es una verdad. Cuando decimos que tu mente está constantemente nerviosa por el futuro es una verdad. Cuando estás hablando con gente en cualquier lugar del mundo, no importa si es en Japón, Buenos Aires o Londres, y estás hablando de las verdades de la vida, te reciben abiertamente. Esa es la razón por la que ves a tanta gente abierta a la meditación.

    Maestros como Buda o Sri Sri Ravi Shankar tuvieron que recorrer un camino de experiencias personales para alcanzar ciertas conclusiones y desarrollar técnicas que les implicaron un cambio espiritual. Estas técnicas son las que ustedes enseñan en los talleres. ¿Cómo la gente puede llegar a tener esos cambios espirituales sin hacer el proceso personal que hicieron esos maestros?
    Alcanzar la paz o el amor no es tan difícil, todo lo que requiere es sinceridad del corazón. Y si algo realmente te importa, lo conseguirás, ese es el primer paso. En el momento en que la paz y la felicidad sean realmente las cosas que te importen, lo conseguirás. No es un proceso. En el momento en que te sinceres de que estás pronto para hacer lo que sea, ya empezaste. No tienes que ir como Buda a la selva y sentarte ahí por años en silencio, no. Solo un sinceramiento de tu propósito se necesita en la vida. Y todo lo demás, ya sea respiración, meditación, son solo herramientas para conseguirlo. Pero lo primero es tu propia voluntad, tu sinceridad hacia ti mismo. Y Buda o Gurudev fueron sinceros, estaban buscando el significado de la vida y finalmente encontraron la respuesta, y eso es lo que compartieron. Sentado en este mundo, con tus hijos, con todo el estrés, con todo el trabajo puedes alcanzar la paz, no tienes que ir a ningún lado. Solo sentarte, meditar, hacer tu respiración, ayudar a la gente, ser sincero, tener un poco de disciplina, cuidar tu cuerpo, aprender la importancia de la mente. Es eso, 15, 20 minutos de disciplina al día y lo sientes de verdad. La felicidad es el verdadero éxito, en cualquier situación, tener la fortaleza para seguir adelante con una sonrisa. Esa es la verdadera marca del éxito.