En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
La diseñadora uruguaya seleccionada por un programa neerlandés para producir tejido de punto más sostenible
Matilde Pacheco creó, junto con la empresa neerlandesa Knitwear Lab, una colección de tejido de punto confeccionada con un software que permite reducir el desperdicio en el proceso de muestreo
La incorporación de herramientas tecnológicas avanzadas en el proceso de diseño y producción está abriendo un abanico de posibilidades inéditas, no solo en términos de creatividad, sino también en cuanto a sostenibilidad y eficiencia. A medida que la industria de la moda enfrenta crecientes desafíos relacionados con la reducción de residuos y la mejora de procesos, iniciativas como el programa Virtual Knitting demuestran cómo la tecnología puede optimizar los métodos tradicionales de trabajo e impulsar una evolución hacia prácticas más respetuosas con el medioambiente.
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
Recientemente, la empresa neerlandesa detrás de este programa, Knitwear Lab, se asoció con ocho talentosos diseñadores de moda para crear colecciones de prendas de punto, utilizando tecnología avanzada que permite visualizar y desarrollar sus diseños de forma virtual antes de pasar a la producción física. Entre las expertas seleccionadas se encuentra la uruguaya Matilde Pacheco, especializada en tejido de punto e investigación de tendencias en la industria de la moda.
La oportunidad de sumarse llegó tras aplicar a una convocatoria que buscaba diseñadores internacionales especializados en tejido de punto para experimentar con esta herramienta y ayudar a difundir sus beneficios en la industria. “Sigo hace mucho tiempo a Knitwear Lab porque son gente de investigación que están muy a la vanguardia y generan cosas alucinantes”, cuenta Pacheco sobre la empresa neerlandesa que provee servicios de diseño y producción de tejido de punto para importantes marcas de moda.
La mayor parte del proceso creativo se realizó a la distancia entre Países Bajos y Uruguay. Durante una visita a tierras neerlandesas, la diseñadora conoció las oficinas de Knitwear Lab y realizó un curso intensivo de programación de máquinas industriales de tejido de punto. Ese fue el puntapié para avanzar definitivamente en el desarrollo de la colección Wooliné, que se presentó por primera vez en la Semana de la Moda de París de este año. Próximamente, en febrero de 2025, el trabajo se exhibirá en Magma Futura, donde, apoyándose en la experiencia inmersiva que ofrece la sala, se mostrará todo el proceso de creación, los renders de la colección y las muestras físicas creadas.
Entre lo artesanal y lo digital
Matilde Pacheco trabaja en el mercado nacional e internacional como diseñadora independiente, y su práctica está profundamente influenciada por la cultura rural de nuestro país. En los últimos años, su curiosidad la ha llevado a orientarse a la investigación en moda, atraída especialmente por la intersección entre las técnicas artesanales y los desarrollos tecnológicos. “Me apasiona descubrir innovaciones de otras partes del mundo, incluso sabiendo que pueden tardar en llegar a Uruguay. Creo profundamente en el poder del conocimiento para inspirar y transformar”, reflexiona.
Valorando las tradiciones y técnicas ancestrales que aportan autenticidad y profundidad a cada proyecto, la diseñadora nunca ha dejado de explorar texturas y formas a través de la manufactura. Y es que lo fascinante resulta de esa complementación entre tecnología y artesanía para que ambos mundos se enriquezcan mutualmente a partir de una sinergia que impulsa la creatividad sin olvidar las raíces.
Matilde Pacheco.jpg
Este espíritu se refleja en el trabajo de su colección Wooliné para Knitwear Lab, inspirada en la tradición de la lana y los productos de hilados de Uruguay. Para la confección de las prendas diseñadas en la virtualidad decidió utilizar hilados provenientes de una de las últimas hilanderías que quedan en el país. “Siempre tuve en claro que quería trabajar con lanas locales, por lo que preparé una propuesta de upcycling usando lanas descartadas de producción”, recuerda Matilde.
El material utilizado se creó especialmente para el proyecto, mezclando descartes que resultaron en hilados multicolores. “El proceso fue bastante complejo y con varias aristas: en paralelo a ese mundo virtual tan importante para este proyecto, apareció el mundo de la lana uruguaya y los materiales de descarte para mostrar esa transición entre lo digital y lo real”.
Matilde Pacheco 5.jpg
Matilde Pacheco
Matilde Pacheco 7.jpg
Matilde Pacheco
Una revolución para la industria
A través de la incorporación de tecnología y herramientas digitales innovadoras, el programa se apoya en un software que está directamente conectado con las máquinas industriales de tejido y permite ver en renders exactamente lo que se producirá en la máquina. De esta manera se brinda la posibilidad de hacer ajustes precisos antes de crear la primera muestra, optimizando así recursos y minimizando el impacto ambiental.
La novedad tiene que ver con que permite crear colecciones completas con una precisión que hace más efectiva y eficiente cada fase del proceso. Por ejemplo, facilita la preventa sin necesidad de contar con stock, ya que se pueden previsualizar detalles, como cambios de color, talles y tipos de hilado, lo cual es invaluable para validar decisiones antes de producir. Además, permite realizar ajustes detallados en las prendas antes de lanzar la primera muestra, evitando los típicos errores y cambios tardíos en el desarrollo de una colección. Otra ventaja importante es la mejora en la comunicación entre diseñadores y proveedores, ya que el software posibilita colaboraciones a distancia y reduce significativamente los errores en producción.
El eje de sostenibilidad es una de las principales características del proyecto. Como destaca Matilde, “no tener que hacer 40 muestras hasta llegar al producto que querés” es un avance crucial. Este ahorro de recursos y tiempo tiene un impacto directo en la reducción de desechos y en una producción más eficiente y respetuosa con el medio ambiente.
Matilde Pacheco 3.jpg
Matilde Pacheco
Sobre las posibilidades de la aplicación de este proyecto en la industria local, Matilde Pacheco reflexiona que aún queda un camino por recorrer, aunque no descarta que pueda ocurrir a futuro. “Este software está diseñado para máquinas Stoll, de las cuales hay pocas en Uruguay y las que existen son antiguas”.
Matilde Pacheco 2.jpg
Para implementar esta tecnología aquí necesitaríamos que otras marcas de maquinaria de tejido industrial desarrollen software propio o que las empresas de indumentaria actualizaran sus equipos, que a nivel de costos solo se justificaría para producciones de gran escala. “Nuestro mercado es pequeño, lo que dificulta justificar la inversión necesaria para implementar esta tecnología solo con la actividad económica local. Sin embargo, sería posible con un respaldo estatal para fomentar prácticas sostenibles en la industria, lo cual permitiría un avance significativo en investigación y desarrollo (I+D) en moda local”, advierte la experta.
Mientras talentos como Matilde Pacheco y otros tantos jóvenes diseñadores locales encuentran su máximo potencial, las condiciones de la industria textil —lejos de ofrecer las estructuras productivas que existían en el pasado— no respaldan el desarrollo potenciado por las nuevas tecnologías. La pregunta fundamental es: ¿cómo hacer crecer y consolidar el capital humano sin los recursos industriales necesarios para producir a gran escala?
Matilde Pacheco 9.jpg
Matilde Pacheco
El escenario actual invita a reflexionar sobre la importancia de reestructurar el sistema productivo nacional y de crear nuevas alianzas entre diseñadores, políticas públicas y actores industriales. “Si queremos rescatar el trabajo de los artesanos locales y mantenernos vigentes, hay que empezar a adoptar estas tecnologías que economizan un montón el proceso de diseño”, advierte Pacheco. Solo así se podrá encontrar un equilibrio entre la creatividad emergente y la capacidad productiva, generando un modelo que no dependa exclusivamente de la externalización, sino que también aproveche el potencial de lo local adaptado a los tiempos y desafíos actuales.