La capacidad de la gabardina para adaptarse a diferentes estilos y épocas la ha convertido en una prenda atemporal: desde Burberry y Dior hasta Balenciaga y desde Audrey Hepburn y Humphrey Bogart hasta Gigi Hadid o Chiara Ferragni, esta pieza mantiene en el tiempo su estatus como símbolo de funcionalidad y sofisticación.
Desde siluetas clásicas en beige de su firma insignia, Burberry, hasta modelos redefinidos como los realizados en caqui con cinturón de hebilla de la firma Lili Sidonio, las gabardinas siguen siendo una pieza atemporal en la construcción de cualquier armario cápsula.
El origen de la gabardina, entre moda y funcionalidad
La historia de esta prenda se remonta a la Inglaterra del siglo XIX, una época marcada por grandes avances industriales y militares. Fue en 1879 cuando el químico y empresario británico Thomas Burberry, fundador de la firma Burberry, patentó el tejido que revolucionaría el diseño de la prenda: el tejido gabardina.
Esta tela era ligera pero resistente, impermeable y transpirable, lo que la hacía ideal para la vida al aire libre, en particular para quienes trabajaban bajo condiciones meteorológicas adversas o estaban sometidos a climas de lluvias constantes, gracias a sus propiedades impermeables.
La innovación de Burberry residía en el tratamiento que aplicaba a los hilos de algodón o lana antes de tejerlos, lo que permitía que el tejido fuera resistente al agua sin perder su transpirabilidad, convirtiendo así la prenda en una opción diferente y muy demandada.
Originalmente concebida para los agricultores y los pastores ingleses que necesitaban ropa que los protegiera del clima impredecible, la gabardina pronto atrajo la atención del Ejército británico, que adoptó la prenda para sus oficiales durante la Primera Guerra Mundial.
Así nació el trench coat, o “abrigo de trincheras”, un término que derivaba de forma directa de su uso en las trincheras del frente de batalla. Este diseño militar incluía detalles funcionales, como cinturones con hebillas de metal y bolsillos grandes, para poder ajustar la prenda al cuerpo y portar municiones.
La prenda ofrecía a los soldados la protección necesaria contra la lluvia y el barro, a la vez que mantenía la movilidad y daba una apariencia elegante. Con el tiempo, los elementos militares se mantuvieron en el diseño civil de la gabardina, convirtiéndola en un ícono atemporal de estilo.
La gabardina en la cultura popular: de Humphrey Bogart a Audrey Hepburn
El paso de la gabardina de prenda funcional a prenda de moda se dio en gran parte gracias a su presencia en la cultura popular, especialmente en el cine. Durante la década de 1940, Humphrey Bogart popularizó la gabardina en películas como Casablanca (1942).
Su personaje, Rick Blaine, la llevaba como símbolo de misterio y dureza. La imagen de Bogart, con su gabardina beige y su sombrero fedora, quedó inmortalizada como el arquetipo del detective o héroe romántico de cine negro y catapultó esta prenda hacia ventas masivas.
Bogart.png
Humphrey Bogart en Casablanca
Audrey.jpg
Audrey Hepburn en Desayuno en Tiffany
Unos años después, en la década de 1960, Audrey Hepburn contribuyó a redefinir la gabardina desde una perspectiva femenina en Desayuno en Tiffany (1961). La escena final de la película, donde Hepburn corre bajo la lluvia vestida con una gabardina, se ha convertido en una de las imágenes más icónicas del cine.
Más allá del cine, otras figuras de la cultura popular adoptaron la gabardina y la integraron a su imagen pública. En los años 70, la actriz Catherine Deneuve contribuyó a la popularidad de esta prenda con su estilo chic parisino. En el ámbito musical, David Bowie también la usó, lo que demostró su versatilidad.
La redefinición de un clásico en el siglo XXI
Aunque la gabardina se asocia comúnmente con su versión clásica, su presencia en la moda del siglo XXI no ha dejado de evolucionar. Diseñadores de renombre y marcas de lujo continúan reinterpretando la gabardina para nuevas generaciones: mantienen los elementos tradicionales pero incorporan detalles innovadores.
Figuras como el director creativo de Burberry, Riccardo Tisci, han jugado un papel clave en la evolución de la gabardina. Bajo su dirección, la casa de moda británica ha mantenido la relevancia de la prenda a través de colecciones que respetan su tradición e incorporan cortes asimétricos, estampados llamativos y nuevos materiales.
Otra diseñadora que ha hecho de la gabardina una pieza central de sus colecciones es Stella McCartney, famosa por su enfoque sostenible en la moda. McCartney ha rediseñado la gabardina utilizando tejidos ecológicos, como algodón orgánico y materiales reciclados.
En cuanto a celebridades actuales, algunas como Meghan Markle, Rihanna y Kanye West han sido fotografiadas llevando gabardinas de lujo, consolidando aún más el estatus de la prenda como un básico moderno al que se suman Kaia Gerber, Gigi Hadid, Kendall Jenner o Chiara Ferragni.
Marcas insignia y nuevos actores en el mundo de la gabardina
Si bien Burberry sigue siendo la marca más asociada a la gabardina, otras firmas de moda de lujo y diseñadores emergentes también han contribuido a su reinvención. Es el caso de Dior, Balenciaga y Celine, que han incluido versiones actualizadas de la gabardina en sus colecciones recientes.
Captura de pantalla 2024-11-05 a la(s) 3.50.13p. m..png
Mientras que en Dior Maria Grazia Chiuri ha jugado con cortes geométricos y capas de encaje en sus gabardinas, añadiéndoles un toque romántico y moderno, Balenciaga, con la dirección creativa de Demna Gvasalia, ha reinterpretado la prenda con un enfoque más urbano y conceptual.
Gvasalia ha experimentado con formas exageradas y proporciones poco convencionales, llevando la prenda más allá de sus límites tradicionales. Estas versiones modernas de la gabardina no solo buscan mantener su elegancia original, sino también adaptarla a las nuevas exigencias de la moda de alta costura.
Celine, bajo la dirección de Hedi Slimane (cargo que ocupó hasta octubre de este año), ha optado por una versión más fiel a los orígenes de la gabardina, con diseños que evocan la estética de los años 70 pero con un aire moderno de cuellos pronunciados y cortes ajustados, creando una prenda perfecta para el armario cápsula de cualquier amante de la moda clásica.