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¿Game over para las apps de citas? La pelea de Tinder y Happn por atraer usuarios

Tinder está perdiendo adeptos y Happn analiza las nuevas necesidades de su mercado actual y potencial para no perderlos; lo que buscan los usuarios y qué esperar de estas plataformas hoy

Editora de Galería

Tres de cada 10 estadounidenses han usado en algún momento de su vida una app de citas. Casi la mitad de ellos, según una encuesta de 2022 de Pew Research Center, eligieron Tinder. Es decir que un 14% de los estadounidenses han deslizado hacia un lado y hacia el otro de la aplicación eligiendo o descartando personas.

El otro 16% también lo hizo, pero desde otras aplicaciones, como Happn, la segunda opción más popular. Esta firma, con base en Francia, cuenta con más de 160 millones de usuarios en el mundo distribuidos principalmente en Europa occidental, América del Sur e India. En Uruguay, 900.000 personas se han inscripto en la aplicación.

El que nunca entró a una app de citas, siente curiosidad. Una amiga en pareja le pide a otra, soltera, que le “muestre” Tinder. Quiere una visita guiada por ese menú aparentemente infinito de personas. Si la usuaria accediera (no lo hace), tal vez hasta le pediría que hiciera match con alguien, solo para probar, como un juego, con toda la novelería de quien nunca ha usado estas aplicaciones y no sabe que después de esa adrenalina inicial, puede venir una desilusión. “Uno entra ahí, inicialmente, con muchas expectativas, después la realidad te va mostrando cuál es el alcance que tiene”, explicó a Galería Roberto Balaguer, psicólogo especializado en tecnología. Según la investigación de Pew Research Center, solo un 12% de los usuarios opina que son efectivas para encontrar relaciones significativas.

Según otro estudio de 2023 de la misma consultora, 30% de los usuarios de Tinder disminuyó su uso el último año, y la baja de usuarios también ha sido notoria. Esta investigación indica que la plataforma de citas está pensando un plan de contingencia para las proyecciones, que estiman una caída de ingresos para 2026. El objetivo es mejorar la experiencia del usuario —para retenerlos y atraer nuevos— con algunas herramientas actualizadas, antes de que los usuarios terminen por volcarse por completo a instancias presenciales que parecen estar recobrando vigencia, como el speed dating.

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Happn también se ha dedicado a escuchar a sus usuarios. En 2024 llevó adelante una encuesta con 11.000 solteros del mundo entero para entender “las principales tendencias que marcarán el 2025” y acercarse a las expectativas sobre las citas que tiene su mercado objetivo. Según la compañía, la conclusión global es que “2025 será el año del amor paciente, consciente y transparente”. Más adelante veremos las contradicciones del asunto.

Entrar al juego de Tinder

Hay algo muy instalado, y es la idea de que en Tinder lo que abunda son las invitaciones a vínculos fugaces. De “corto alcance”, las llama Balaguer. “Si bien se dan y se establecen relaciones a más largo plazo y se generan parejas, todavía se piensa más en términos de corto plazo”, dice el psicólogo, que a su vez destaca el uso que le da “la gente que viaja”, por la posibilidad de conocer a alguien en el destino que se visita. Otra vez, encuentros casuales.

Según la investigación que Pew Research Center realizó en Estados Unidos, el 44% de los usuarios actuales o recientes afirma que una de las principales razones por las que recurre a la aplicación es encontrar una pareja estable; de ellos, 48% son mujeres y 42% hombres. Otro 40% dice buscar citas casuales, y 24% reconoce ir en busca de sexo casual. En esta última categoría se da la mayor brecha: 31% de los hombres busca encuentros de una noche versus 13% de mujeres. El 22% dijo que usaba la app para hacer nuevos amigos.

El tamaño de Uruguay incide y cambia el uso que se le da a la plataforma. En un país en el que el lema es “nos conocemos todos”, el temor a “cruzarse” con alguien conocido detiene a algunos a descargarse Tinder (o similares). Esto responde, por supuesto, a que el uso de la app no está “legitimado”; “está mal visto, hay cierto prurito”. Tal vez un poco menos que hace unos años (porque todos conocemos alguna historia de éxito), pero sigue existiendo cierto nivel de “vergüenza social”.

Según Balaguer, eso responde más a lo “aldeano y lo pequeño de nuestro país”, que estrictamente a la aplicación. Otra cosa es la app en un país con muchos millones de habitantes, donde la probabilidad de mantenerse anónimos es mayor, sumado a que, muchas veces, suelen tener un pensamiento menos conservador. Los apenas tres millones de habitantes de Uruguay­ inciden también en la cantidad de perfiles que propone la aplicación. En algunas (como Happn, que limita el radio que separa los posibles matches­ del usuario que busca), puede llegar a aparecer el siguiente aviso: “No hay más perfiles para mostrar”. Podría decir también: game over.

Pero, como suele pasar con las apps con opciones de pago (un tercio de quienes las usan en Estados Unidos ha pagado por las funciones extra, según el estudio de Pew Research Center), la suscripción premium trata un poco mejor a los usuarios. En 2016 Tinder empezó a ofrecer el “tinder boost”, que daba mayor exposición al perfil del usuario, y más adelante­ incorporó una función (también paga) que permite ver quién dio me gusta al perfil, para facilitar la probabilidad de hacer match.

“Las aplicaciones empezaron a diversificarse y hacer nichos y tener los plus, con opciones más personalizadas. Eso también estimuló a alguna otra gente a participar”, dice Balaguer.

Desde hace un tiempo también, en la versión gratuita, se puede invisibilizar el perfil propio para ciertas personas, con solo ingresar su número de celular. Esto permite evitar el cruce con algún ex o, por ejemplo, con el jefe.

Sexualidad “transparente” en Happn

En la encuesta que llevó adelante Happn, la compañía llegó a otra conclusión. “En el mundo de las citas hay cada vez menos complejos y la transparencia se está convirtiendo en un principio clave, sobre todo cuando se trata de hablar de sexualidad”, dice el reporte. Al parecer, el 49% de los solteros considera importante manifestar desde un principio “sus expectativas y deseos sexuales” en algo a lo que la directora de comunicación de la compañía, Claire Rénier, se refiere como “transparencia radical”. Esto les permite evitar los “sobreentendidos y ambigüedades que suele haber en los primeros encuentros”, saltearse las incomodidades y “crear una relación más sana y auténtica”.

A Balaguer, esto lo lleva a pensar en los cambios que está habiendo hacia una sexualidad “mucho menos física y carnal, y mucho más virtualizada”. Según el experto, el aumento del consumo de pornografía ha ido trasladando algunas prácticas a las relaciones, como intercambiar fotos con contenido sexual. “La sexualidad virtual está tomando cada vez más lugar, más peso, en detrimento incluso de las propias relaciones físicas”, asegura. Un fenómeno que cobra fuerza, atravesado también por el impacto que la tecnología ha tenido en tantos otros aspectos de la vida de las personas.

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Directora de Comunicación de Happn, Claire Rénier

Directora de Comunicación de Happn, Claire Rénier

Esta transparencia sexual convive —según la encuesta de Happn— con una tendencia a tomarse el tiempo de conocer al otro, y hasta forjar una amistad antes del primer encuentro. “En el 2025 se acabó la friendzone­. Podemos observar una nueva tendencia, la de darse tiempo para construir una amistad sólida antes de embarcarse en una relación romántica”, dice Rénier. De los participantes, el 53% cree que en una relación la amistad­ es tan importante como el amor, y el 34% la considera “un pilar fundamental para que una relación dure”. Según el reporte, “en una época en la que la cantidad de citas no deja de aumentar, el nuevo lema es ir más despacio”, y en el año que corre los solteros van a priorizar las relaciones “auténticas, sin apuros”.

Experiencia de usuario

Claro que no todos entran buscando algo pasajero. El problema es que, muchas veces, se dan de frente con otra realidad. Encontrar a alguien con un objetivo similar puede implicar algunas experiencias previas de frustrantes a nocivas.

El estudio de Pew Research Center aclara que las vivencias de los usuarios de citas en línea son variadas. Mientras la mitad describe sus experiencias como positivas, un 48% afirma que su experiencia ha incluido, al menos, uno de estos cuatro comportamientos: recibir mensajes o imágenes sexuales no solicitados, experimentar contacto continuo no deseado, ser insultado o ser amenazado físicamente. Las víctimas más frecuentes son las mujeres menores de 50 años. Alrededor del 56% de este público ha recibido contenido sexualmente explícito no deseado, a 37% las han insultado y alrededor del 11% ha recibido amenazas de daño físico en una página o aplicación de citas. Todo eso sin contar el ghosting, una práctica extendida entre los usuarios que consiste en desaparecer de un momento para otro de la comunicación.

“La sexualidad virtual está tomando cada vez más lugar, más peso, en detrimento incluso de las propias relaciones físicas”, asegura Roberto Balaguer.

Después de leer estos números, resulta evidente que, mientras 57% de los hombres reportan experiencias positivas en las aplicaciones, solo 48% de las mujeres lo hacen. Las mujeres son, también, las más preocupadas por la seguridad del sistema: 57% afirma que los sitios y aplicaciones de citas no son una forma segura de conocer gente.

No sorprende, entonces, que muchas usuarias, y también usuarios, desistan. Tal vez no pueda hablarse de una especie de burn out tinderiano, pero sí de un desencantamiento, y hasta de un agotamiento.

¿Un nuevo tipo de amor?

Según las previsiones de Happn, “se acabaron las relaciones guiadas puramente por el instinto”. Los usuarios que participaron en la encuesta dijeron buscar, en su mayoría, un amor “pensado y construido con intención”. Nada de esperar que las cosas se den solas, que avancen por sí mismas. Ahora “toman las riendas de su historia, planifican su futuro y definen juntos unas bases sólidas”. Esto último, que parecería la aspiración lógica de cualquier vínculo amoroso, al parecer no lo era tanto para muchos usuarios de estas apps —aunque sí para una pequeña porción que encontró por estas vías una pareja estable—.

Pew Research Center dice que uno de cada 10 adultos casados en Estados Unidos, conviviendo o en una relación seria, dice que conoció a su pareja en línea. En menores de 30 la cifra asciende a un 20%, y en parejas LGBT, a un 25%.

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Lo que asegura la directora de Comunicación de Happn es que una buena comunicación y “poder chequear seguido que todo va bien” son las nuevas claves. Según la encuesta, el 43% se mostró de acuerdo en que “amor y objetivos estratégicos pueden coexistir”.

La conclusión es que “amar se convierte en un compromiso pensado, una colaboración activa en la que cada paso se da de acuerdo a una visión compartida y duradera”, explica Rénier. Si estos datos son representativos, significaría que para este año el objetivo de los usuarios de Happn (y probablemente de otras apps de citas) ya no serán, al menos en primer lugar, los encuentros casuales.

El momento vital y el uso incorrecto

Los expertos (y el sentido común) indican que si bien las aplicaciones pueden ser de utilidad para conocer gente que de otra manera tal vez no se podría conocer (por falta de tiempo, de oportunidades sociales o el motivo que sea), no siempre es buen momento recurrir a ellas. El consejo es no entrar a Tinder cuando se acaba de romper una relación y el duelo todavía no está hecho.

Esto, en cuanto a las circunstancias. Pero también incide el momento vital de cada persona; eso, definitivamente, va a afectar el vínculo de la persona con las apps de citas. Con madurez y experiencia, el rush de emociones, la ansiedad, la impaciencia y la frustración (tan propias del proceso) no llegan a hacer estragos.

Ni que hablar de la diferencia en la experiencia si se las utiliza con una autoestima sólida, o con una autoestima golpeada o endeble. Hay quienes usan estas aplicaciones como un mecanismo de refuerzo de su amor propio, y de más está decir que no es una buena idea. Esa especie de adicción, esa búsqueda de validación a través de un match, es la base del funcionamiento de Tinder, un sistema perverso si se le da el uso incorrecto.

Está la adrenalina, el riesgo y la ilusión de una recompensa. Por algo hay quienes comparan las apps de citas con juegos de azar.

Cambios para revertir la situación

La directora de Comunicación de Happn asegura que la plataforma tomó ciertas decisiones para adaptarse a estas “nuevas” necesidades y aspiraciones de los usuarios, con herramientas que apoyen esa “búsqueda de autenticidad”. Sin embargo, no han trascendido hasta ahora novedades en este sentido.

Tinder también parece seguir este camino. Una de las nuevas funcionalidades apunta a dar seguridad a los usuarios en cuanto a la autenticidad de los perfiles que se le muestran, y consiste en una tecnología de “fotos faciales verificadas”. La app también está planificando una herramienta que habilite las citas dobles, es decir, que se pueda coordinar una salida de dos parejas para reducir el estrés del encuentro y lograr un ambiente más distendido.

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A su vez, la aplicación asegura que ha mejorado sus algoritmos para proponer perfiles con preferencias o comportamientos similares, que amplíen las posibilidades de conexión.

Si las apps de citas se diseñaron con todos los ingredientes de un juego de azar, lo más importante es conocer las reglas y no poner más fichas de las justas y necesarias. El resto es pura suerte, o destino.

El nuevo Tinder

No es ni más ni menos que Instagram; una “zona híbrida” que ha reemplazado a plataformas como Tinder y Happn, sobre todo en los más jóvenes. “Mucha gente entra a Instagram como si fuera una app de citas, es decir, agregando gente. Se ha transformado en ese lugar, con códigos y todo, que son parte de los cortejos en este nuevo mundo”, explica el psicólogo especializado en tecnología Roberto Balaguer. Según el experto, esta red social puede utilizarse también como “zona de levante”, pero “con gente que está validada socialmente”.

En busca de la "ecorresponsabilidad"

En el informe reciente que Happn dio a conocer a partir de una encuesta realizada entre 11.000 solteros y solteras del mundo entero, Claire­ Rénier, directora de Comunicación de la app de citas, explica que la “ecorresponsabilidad” es, cada vez más, un valor en lo que los solteros buscan coincidir. Según ella, en 2025 se “buscarán relaciones más éticas”: el 15 % de los encuestados dijo que compartir valores ecológicos con su pareja era esencial.

“Los solteros y solteras del mañana van a dar prioridad a sus convicciones y consideran que el medio ambiente es un tema central en una cita”, dice. “Acá, el amor no se limita al individuo, sino que abarca una visión colectiva y duradera”, afirmó Rénier.