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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáLa resistente francesa durante la ocupación nazi en Francia. Germaine Tillion (1907-2008), quien sufrió detención, torturas e internación en el campo de Ravensbrück, se autodefinía con estas palabras: "Para mí, la resistencia consiste en decir no. Pero decir no es una afirmación. Es muy positivo, es decir no al asesinato y al delito. No hay nada más creativo que decir no al asesinato, a la crueldad y a la pena de muerte".
La concesión del premio Nobel de Paz 2025 a la dirigente opositora María Corina Machado (58) es una distinción a quien ha dicho "no" a una dictadura.
Es el reconocimiento a su defensa de la democracia y al respeto a los derechos humanos permanentemente desconocidos por la dictadura chavista.
Luego de 25 años de paulatino decaimiento del sistema republicano democrático que, con sus dificultades, desigualdades y dictaduras, existió durante el siglo XX en Venezuela, Nicolás Maduro y sus secuaces se han entronizado en el poder contra todo reclamo y resultado en las urnas, como el del 28J, en que el 70 por ciento de la ciudadanía venezolana votó por Edmundo González Urrutia, resultado ignorado por el Partido Socialista.
En abril 2014, horas después de que, en desconocimiento de la representatividad que le fue otorgada por los 235.259 conciudadanos que la votaron en las elecciones de 2010, le fuera negado el ingreso a la sede del Poder Legislativo de su país, le escribí a María Corina Machado carta abierta que fue reproducida en periódicos venezolanos: "Es probable que no coincida con su pensamiento político, o su concepción administrativa de cómo debe funcionar un país; pero el papel que Ud. está jugando en la historia continental es trascendente. La democracia es una manera de vivir".
El 7 de enero 2025 publiqué "Mi personaje internacional del 2024/25: María Corina" [https://www.facebook.com/search/top/?q=Mi%20personaje%202024%2F25%3A%20MAR%C3%8DA%20CORINA]
Dicho esto, voy hacia otras consideraciones pertinentes sobre los premios Nobel de la Paz —y en algunos casos los de Literatura— que tienen un significado político que, en algunos años, se apartó del concepto de paz.
Uno de los casos más notorios es el concedido en 1973 a Henry Kissinger (1923-2023), sin perjuicio de otros otorgados que en los países de origen de los galardonados han generado rechazo en sectores de sus conciudadanos.
En su gran mayoría los Nobel de la Paz, sean a personas o a instituciones, han sido merecidos y los premiados posteriormente coherentes con ese destaque internacional. El caso de Mandela en 1993, por ejemplo, o el otorgado a Médicos sin Fronteras, en 1999, y una larga lista de premiados.
En otros casos fueron concedidos como incentivo a proseguir acuerdos de paz. Es lo ocurrido en 1994 cuando el Nobel de Paz se otorgó simultáneamente al palestino Yasir Arafat y a los israelíes Isaac Rabin y Shimon Peres.
Pero, para los latinoamericanos, hay premiados por la Paz que han sido decepcionantes.
El argentino Adolfo Pérez Esquivel (1931), galardonado en 1980 como "líder de los derechos humanos" bajo la dictadura de Jorge Videla, nunca emitió una condena como las que él requería durante su tiempo en prisión respecto a los presos políticos recluidos por las dictaduras cubana y venezolana.
La guatemalteca Rigoberta Menchu (1959), premiada en 1992 por "su trabajo en pro de la justicia social", no ha cuestionado a las dictaduras mencionadas ni al régimen homicida de Daniel Ortega en Nicaragua.
Adolecen de necrofilia ideológica. Devaluaron su condición de personalidades que en una etapa de su vida lucharon por la paz. Devaluación del premio Nobel de la Paz que el jueves 9/10/25, cuando se conoció la distinción a la dirigente venezolana, algunos se apuraron a resaltar en redes sociales, pero que nunca han cuestionado a los aquí mencionados como defectores.
Horror vacui (‘miedo al vacío’). Hace más de 2.300 años que el principal discípulo de Platón —"El deseo de aprender está en la naturaleza del hombre", Aristóteles— advirtió que los espacios vacíos se ocupan. El ninguneo de la izquierda latinoamericana hacia la situación de María Corina Machado y la dirigencia de la oposición venezolana, con el consecuente apoyo al chavismo liberticida, tiene su consecuencia.
Lula, Rafael Correa, Tabaré Vázquez, Evo Morales, Néstor Kirchner y la condenada por corrupta expresidenta argentina Cristina Fernández le negaron razón de ser a la oposición venezolana. Hasta el sobredimensionado en el exterior de su país, Uruguay, José Pepe Mujica incurrió en la miseria moral de ironizar sobre las manifestaciones en las calles de Venezuela que, solamente en 2017, fueron reprimidas al precio de 300 venezolanos asesinados en el país caribeño.
Esa renuncia de la izquierda y el progresismo latinoamericanos a la solidaridad y el apoyo —si no estás con el oprimido, estás con el opresor— al terrorismo de estado impuesto por el chavismo propició que las administraciones de Estados Unidos —con sus intereses contrapuestos— encabezaran el apoyo a la oposición liderada por Machado. Que, en el presente, Donald Trump, con su estilo en el bazar, ha llevado a límites.
Así sea por la vía del absurdo, Trump prioriza el legítimo derecho humano del individuo sobre el principio de no injerencia que, en el caso venezolano, es revindicado por una banda delincuencial que detenta el poder. Nos guste o no.
De ahí que Machado se haya mantenido dentro del territorio venezolano en una "clandestinidad" inentendible.
Si ser clandestino urbano ya era muy difícil en los setenta y ochenta, en países en los que regían dictaduras, con la tecnología actual es poco menos que imposible. Máxime para una personalidad como la dirigente que es un símbolo ciudadano odiado por el régimen de Miraflores.
Sin perjuicio de que su vida durante décadas ha sido extremadamente difícil y siempre amenazada, cuando no agredida físicamente en pleno recinto parlamentario. De hecho, el 24 de julio 2024, día de las elecciones ganadas de manera rotunda por Machado, impedida de ser candidata, fue secuestrada brevemente por un comando que obedecía ¿a un sector? de la dictadura chavista actuando por cuenta propia y rápidamente liberada tras una prueba de vida posiblemente exigida desde Washington.
Así también transcurrió la inexplicable evaporación de los 5 opositores asilados durante más de un año en la embajada argentina en Caracas. El 7 de mayo de 2025 el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, anunció que se encontraban a salvo en suelo estadounidense.
María Corina Machado el 17/09/2025 participó de «Europa viva 25» una masiva convocatoria del partido español de ultraderecha Vox. Machado se hizo presente, mediante videoconferencia, en el encuentro que reunió en Madrid a referentes y seguidores de la derecha internacional. "Ya no hay lugar para la ingenuidad ni para la equidistancia (…) No se puede estar en el medio, entre la justicia y el crimen, entre la democracia y la tiranía, entre el bien y el mal", fue una de sus conclusiones.
Tanto en Francia como en Alemania, R. Checa, España y Hungría las derechas y extremas derechas ascienden. Sea en las urnas como en las encuestas. También esos partidos y dirigentes conservadores le han tendido la mano a la oposición venezolana, sumándose a la Casa Blanca. A mi juicio, no es la mejor perspectiva para Venezuela que antes de 1998 tampoco era una sociedad modélica en cuanto a equidad e inclusión ciudadana. Pero ¿quién tiene credenciales en Latinoamérica para propiciar una transición democrática cuando termine la noche chavista?
Hugo Machín Fajardo