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Apenas una semana atrás, Keegan Bradley era el jugador número 50 de la lista de la FedEx Cup, el último golfista en clasificar para formar parte del BMW Championship. Luego de terminar su ronda en el TPC de Memphis, aguardaba en un hotel la definición del FedEx St. Jude para ver si su temporada había terminado o no. Una semana más tarde, el domingo 25, Bradley se quedó con el título en el segundo de los tres playoffs que cierran la temporada del PGA Tour y se le abrió una serie de posibilidades que seguramente nunca las imaginó.
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Con su victoria, el golfista de 38 años saltó del puesto 50 del ranking de ganancias del circuito estadounidense al cuarto lugar y se clasificó de forma directa para el Tour Championship que comienza este jueves 29 en East Lake, Atlanta. En lo económico, el triunfo le reportó a Bradley un cheque por US$ 3,6 millones de los US$ 20 millones que repartió el torneo en premios. Además el campeonato otorga puntos dobles para el ranking mundial y, de acuerdo al último listado, Keegan aparece ahora en el 11er lugar.
El score del ganador fue de 276 golpes para los 72 hoyos, 12 bajo el par de la espectacular cancha del Castles Pines Golf Club en Colorado, con diseño de Jack Nicklaus. En un final muy apretado, en segundo lugar finalizaron el estadounidense Sam Burns, el sueco Ludvig Aberg y el australiano Adam Scott con un golpe más.
Esta fue la séptima victoria de Bradley en el PGA Tour, donde se destaca el PGA Championship del 2011 disputado en el Atlanta Athletic Golf Club.
De punta a punta
Con la participación de los primeros 50 golfistas ubicados en el ranking de ganancias luego de la eliminación producida en el FedEx St. Jude, el jueves 22 dio comienzo el BMW Championship.
En un día marcado por la suspensión temporal del juego por tormentas eléctricas en la zona, finalmente Bradley, con una muy buena tarjeta de 66 golpes, quedó en lo más alto de las posiciones. En la segunda ronda, el australiano Scott terminó con 63 golpes, igualando el récord del campo y con un acumulado de 131 golpes pasó a liderar la competencia.
Para sorpresa del mundo del golf, el número uno del mundo, Scottie Scheffler, aparecía tras los 36 hoyos muy lejos en la definición del certamen.
El campeonato tuvo un giro inesperado tras la abrupta caída del líder, Scott, en los primeros hoyos de la tercera vuelta, dejando una definición totalmente abierta. Una tarjeta de uno bajo el par le permitió a Bradley retomar el liderazgo a falta de 18 hoyos pero con varios jugadores separados por pocos golpes.
La vuelta definitoria fue una demostración de cuánto había en juego en Castles Pines, donde además del título varios golfistas luchaban por quedar entre los primeros 30 para clasificar y jugar el Tour Championship. La tensión se reflejó en el juego: ninguno de los protagonistas pudo despegarse y, al final de los primeros nueve hoyos, el torneo estaba igualado entre Bradley y Scott.
Jugando unos grupos adelante, Sam Burns, con una espectacular ronda de 65 golpes, colocaba el score de 277 golpes en lo más alto de los tableros y se quedaba en el clubhouse esperando la dilucidación del certamen. Con errores poco creíbles a ese nivel pero que demostraban la trascendencia de lo que se estaba jugando, Bradley sin hacer nada de otro mundo fue consolidando su victoria con pares. Finalmente, el birdie en el par cinco del hoyo 17 le dio un colchón de dos impactos de ventaja para afrontar el capítulo final, que terminó con bogey en el 18 pero le alcanzó para ganar.
Tour Championship
Como es tradicional en el circuito estadounidense, con la disputa del Tour Championship —que comienza hoy jueves 29— se cerrará la temporada oficial de torneos. Desde el año 2007, este campeonato reúne solo a los primeros 30 jugadores del ranking de ganancias y oficia como cierre de la FedEx Cup. En la temporada pasada comenzaron a disputarse dos campeonatos eliminatorios previos (el FedEx St. Jude y el BMW Championship) para llegar finalmente al Tour Championship.
Asimismo, el PGA Tour dispuso desde la edición del 2019 un formato totalmente distinto al habitual en un torneo de golf, el cual incluso ha creado mucha confusión en el ambiente. Scottie Scheffler, como líder de la FedEx Cup, saldrá a jugar sin siquiera haber pegado un tiro como puntero de la competencia. El nuevo reglamento le adjudica en este caso a Scheffler un score de menos 10 antes de comenzar el campeonato, mientras que el resto de los jugadores tendrán asignados también un score antes de salir a jugar.
La sede del torneo es desde hace varias ediciones el East Lake Golf Club de Atlanta, campo donde comenzó a jugar Bobby Jones, el más grande golfista amateur de todos los tiempos.
Es un trazado de más de 7.000 yardas que representa un verdadero desafío para los mejores golfistas del mundo. Ubicar la pelota en el fairway y evitar el denso rough es parte fundamental en la estrategia de juego.
El ganador de la FedEx Cup recibirá un cheque por US$ 25 millones, uno de los mayores premios entre todos los deportes individuales.