• Cotizaciones
    viernes 31 de octubre de 2025

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
    $ Al año*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
    $ por 3 meses*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
    stopper description + stopper description

    Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

    Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

    Suscribite a Búsqueda
    DESDE

    UYU

    299

    /mes*

    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

    Cambadu: con una rentabilidad “muy baja”, algunos comerciantes solo retiran “un sueldo” a fin de mes

    El Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas, Autoservicistas y Afines advierte que el margen se ha reducido por el incremento de los costos fijos, los sueldos y las regulaciones que “se les imponen” a los establecimientos

    A fin de mes, los propietarios de un negocio gastronómico o de un autoservicio de pequeño o mediano porte “apenas logran retirar un sueldo”, señala un artículo publicado en la última edición de la revista del Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas, Autoservicistas y Afines del Uruguay (Cambadu) y titulado ¿Estás ganando dinero o solo sobreviviendo?

    La nota —realizada por el contador Claudio Williman, jefe de marketing y formación profesional de la gremial— plantea ejemplos del nivel de ingresos y costos representativos de los socios de Cambadu para entender sus lógicas financieras.

    Desde la gremial de comerciantes explicaron a Búsqueda que la rentabilidad de entre el 3% y el 8% sobre los ingresos mensuales que logra un negocio gastronómico o un autoservicio se ha deteriorado en los últimos años y hoy “es muy baja”.

    Dijeron que entre sus empresas socias hay una “dispersión” grande entre comerciantes que “sobreviven” y otros que tienen mayor espalda financiera. Sin embargo, la situación “más común” señalada por todos es que el peso de los costos fijos y de los salarios aumentó en los últimos años y eso ha incidido en la reducción de utilidades.

    También aluden a los costos que “se les imponen” a los establecimientos formales a través de regulaciones que implican obligaciones relacionadas al servicio de control de plagas, el certificado digital para la facturación electrónica, la certificación de electricista habilitado, el permiso de bomberos, entre otros tipos de controles que realizan las intendencias. “No se llaman impuestos”, pero se llevan “miles de pesos cada mes”, plantean desde Cambadu.

    Agregan que los aranceles de las tarjetas de crédito y débito que deben pagar por la “ley de inclusión financiera” también afectaron de manera creciente el margen de ganancia de los comerciantes, porque aumentó la cantidad de consumidores que utilizan el plástico como medio de pago. “Antes los comercios tenían bolsas llenas de billetes y ahora están llenas de papelitos”, ilustró una fuente en relación con los tickets o comprobantes de pago que emiten las terminales en los puntos de venta (POS).

    Una realidad “dura”

    En el artículo de tapa de la revista de Cambadu se explica que un negocio gastronómico —sea un restaurante, una rotisería o una cafetería— gana dinero al aplicar un “alto margen” por cada plato o bebida que vende, siempre que controle los insumos, evite desperdicios y tenga una cierta cantidad de “cubiertos” al día. En tanto, un autoservicio logra una diferencia positiva cuanta más cantidad de productos vende y rota en las góndolas.

    Considerando esa lógica, Williman plantea, a partir de la experiencia de la gremial, los números de cada tipo de negocio y distribuye la facturación mensual en ocho rubros: reposición de la mercadería, aranceles de las tarjetas de débito o crédito, salarios (incluyendo el del dueño), costos fijos (luz, agua, seguros, tributos, alquiler, etcétera), IVA neto, un porcentaje de inversión, impuesto a la renta y la “rentabilidad neta”, o sea, el dinero que le queda a la empresa para ahorro o retiro del propietario.

    En el caso de un comercio gastronómico de pequeña o mediana dimensión —cuya facturación diaria es de unos $ 25.000, es decir, unos $ 750.000 al mes—, la utilidad neta es del 8,3% de las ventas, unos $ 62.250 al mes. El mayor costo es el de reposición (28%), seguido por los salariales (23%) y los costos fijos (23%).

    Williman utiliza el mismo ejemplo de negocio, con igual nivel de ventas, pero que canaliza el 35% de la facturación por una plataforma de delivery, que le cobra el 25% de comisión sobre el precio con el IVA incluido. Eso supone que la utilidad neta del comercio gastronómico cae cinco puntos (de 8,3% a 3,18%) y equivale a $ 23.850 mensuales.

    En un autoservicio también de pequeño o mediano porte —con ventas diarias de $ 100.000 o de $ 3 millones mensuales—, y partiendo de algunos supuestos y algunas simplificaciones sobre el porcentaje de ventas con tarjeta o de facturación con IVA, la utilidad que logra el comerciante es de 3% de la facturación mensual, lo que representa unos $ 90.000. En este caso, la reposición de la mercadería se lleva el 74% de los ingresos y los sueldos se llevan el 12%.

    El autor plantea que si bien la “realidad es heterogénea”, porque “conviven comercios holgados con otros que apenas logran retirar un sueldo” y sin un nivel de ventas “suficiente, ningún margen ni la mejor gestión alcanzan para generar utilidad”.

    Se refiere a una realidad “dura”, en la que la “competencia, los costos y las imposiciones del Estado presionan al máximo” y vuelven “fundamental” analizar la ecuación financiera del negocio “con franqueza, identificar dónde ajustar, y no subestimar pérdidas por robos de productos o efectivo”. De hecho, el artículo sugiere a los comerciantes controlar el stock de mercadería y el efectivo porque “los robos quiebran empresas cada día”.